En los últimos años se ha dado un fenómeno de crecimiento de gaseras clandestinas que se han instalado en el municipio de Ecatepec, Estado de México, porque operan sin permisos, sin las mínimas condiciones de seguridad, sin personal capacitado, incumplen con la NOM-003-SEDG-2004, tienen tanques en mal estado, válvulas caducas y equipo con mal funcionamiento.
A plena luz del día es posible adquirir gas LP robado por el crimen organizado a empresas legalmente establecidas y a Petróleos Mexicanos (PEMEX).
Tal situación ha desencadenado una competencia desleal y un golpe económico para aquellas gaseras que si cumplen con las normativas impuestas por el gobierno Federal a través de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), la Agencia de Seguridad Energía y Ambiente (ASEA), la Secretaría de Desarrollo Urbano e Infraestructura (SEDUI) y la Secretaría de Movilidad estatal.
La investigación
Un estudio realizado por el sector gasero refiere que el robo de gas LP ha tenido un crecimiento exponencial, ya que en las últimas dos décadas se han registrado 11 mil 819 tomas clandestinas en ductos por donde moviliza el fluido PEMEX, lo cual afecta directamente al Estado Mexicano, la seguridad pública y a la actividad permisionada en la economía.
De igual forma el gremio afectado sostiene ante las autoridades que existen más de 100 gaseras clandestinas que operan sin ningún permiso y violando el Plan de Desarrollo Urbano, la Ley de Protección Civil estatal y municipal.
Se destaca que los principales estados donde se registra el huachigas son Veracruz, Puebla, Estado de México y Tlaxcala; así como en varios municipios mexiquenses de la zona oriente como Texcoco, San Vicente Chicoloapan, Los Reyes La Paz, Chalco y Chimalhuacán.
“Las gaseras clandestinas son un botín para las autoridades municipales y estatales, se dedicaron a cobrarles mensualmente una cuota que van de los 150 mil a 200 mil pesos para seguir operando en la impunidad, no les importan poner en riesgo a la población”, manifestó un activista afectado quien junto con sus vecinos solicitó la clausura de una gasera clandestina ubicada frente a una escuela.
De igual forma las denuncias vecinales y de las empresas afectadas ante la Fiscalía del Estado de México señalan y acusan que en el gobierno del exedil Fernando Vilchis Contreras, ese tipo de negocios prosperaron.
El problema y la corrupción es de tal magnitud que incluso se descubrió que supervisores y delegados de Protección Civil estatal reciben moches de tales negocios ilícitos, lo que llevó a la actual alcaldesa de Ecatepec, Azucena Cisneros Coss, intervenir para su regulación y solicitar el apoyo de la gobernadora Delfina Gómez Álvarez para resolver la problemática heredada, sin que hasta el momento haya respuesta para ello.
Literalmente la situación es una bomba de tiempo debido a los riesgos que pueden generar como fugas de gas, incendios o explosiones, ya que las gaschicoleras se ubican frente escuelas, mercados, unidades habitacionales, hospitales o centros de reunión, infringiendo todo tipo de normativas de protección civil y seguridad.