Aunque el trasiego de fentanilo se le ha adjudicado principalmente a organizaciones criminales como el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), la detención de un par de líderes del Cártel del Noreste (CDN) evidenció la incursión de este grupo en actividades ligadas a dicho opioide.
La mañana del 3 de febrero, Ricardo “G”, alias ‘El Ricky’ o ‘Mando R’, fue capturado por agentes federales en el municipio de Nuevo Laredo, Tamaulipas. Investigaciones encabezadas por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) señalan que este hombre era el segundo al mando del Cártel del Noreste y dirigía una célula criminal conocida como Los Chukys, con presencia en los estados de Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas.
En un informe posterior, la dependencia encabezada por Omar García Harfuch reveló que al momento de su arresto, ‘El Ricky’ tenía en su poder un arma larga, un arma corta, 300 gramos de metanfetamina y un paquete con mil 500 pastillas de fentanilo.
Tal detalle rememora las circunstancias en que fue detenido César Alejandro Silva Delgado, alias ‘El Tartas’, el 29 de noviembre de 2023. Este hombre era ubicado como un jefe de plaza del CDN y líder del brazo armado conocido como La Tropa del Infierno.
Cuando los uniformados de la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano aprehendieron a Silva Delgado, también en Nuevo Laredo, se percataron de que estaba en posesión de dos mil pastillas del mismo opioide.
En julio de 2024 trascendió la noticia sobre la supuesta muerte del ‘Tartas’ al interior del Penal de Nuevo Laredo. Declaraciones de funcionarios de seguridad de Tamaulipas retomadas por Reforma sugieren que se habría quitado a vida antes de una comparecencia en Cadereyta, Nuevo León.
¿Qué otros cárteles están involucrados en el tráfico del fentanilo?
A mediados de 2024, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos emitió una serie de sanciones contra cabecillas de La Familia Michoacana que estarían relacionados con el trasiego de fentanilo a distintas ciudades en Texas, Georgia, Oklahoma, Illinois y Carolina del Norte.
Según las investigaciones del gobierno estadounidense, La Familia Michoacana —liderada por los hermanos Hurtado Olascoaga— ha establecido bases de operaciones relacionadas con esta droga en la Ciudad de México; las localidades de Santa Teresa y Pineda, en Michoacán; Ciudad Altamirano y Arcelia, en Guerrero; Toluca y Tejupilco, en el Estado de México; Cuernavaca, Morelos; Culiacán, Sinaloa; y Guadalajara, Jalisco.
Acorde con el reporte oficial, desde estos puntos coordinan el envío de este opioide hacia el noreste del país, específicamente hacia las ciudades de Nuevo Laredo y Reynosa, Tamaulipas, en donde utilizan autobuses para introducir los cargamentos al país vecino.