Originarios de los estados de Chiapas y Tabasco, los tamales de chipilín se elaboran con masa de maíz mezclada con hojas de chepil, una planta común en la región. En el marco del Día de la Candelaria, el tener en mente este alimento de temporada se integra a la venta y preparación, quienes esperan que registre 35 millones de productos durante la próxima jornada del 2 de febrero de 2025.
En ese contexto, los tamales de chipilín, un plato emblemático del sureste de México, ha ganado notoriedad en los últimos años. Principalmente, por las referencias del expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien ha expresado su preferencia por esta preparación culinaria que es característica de su natal Macuspana.
Tradicionalmente, no incluyen relleno de carne, aunque algunas versiones incorporan queso o pollo deshebrado. Se envuelven en hojas de plátano y se cuecen al vapor, lo que les confiere una textura suave y un sabor distintivo.
Sobre esa línea, AMLO también intentó destacar este platillo ancestral en diversas conferencias matutinas y eventos oficiales de su sexenio; sobre todo, les daba el realce como un ejemplo de la gastronomía local. Igualmente, se le vio consumiendo este platillo en sus giras por el sureste del país.
Los pasos para preparar el chipilín tradicional
- 1 kg de masa de maíz nixtamalizado
- 2 tazas de caldo de pollo
- 200 g de manteca de cerdo
- 1 taza de hojas de chipilín frescas, lavadas y picadas
- Hojas de plátano, cortadas en rectángulos y pasadas por fuego para suavizarlas
- Sal al gusto
- Opcional: queso fresco o pollo deshebrado para relleno
La masa se mezcla con caldo y manteca hasta lograr una textura homogénea, a la que se incorporan las hojas de chipilín picadas. Posteriormente, la preparación se envuelve en hojas de plátano y se cuece al vapor durante aproximadamente una hora.
Chepil con grandes beneficios
El chipilín es valorado no solo por su sabor, sino también por su aporte nutricional como fuente de hierro, calcio y antioxidantes. Además de los tamales, esta planta se emplea en sopas y guisos típicos de la región.
El creciente interés por este tipo de tamales ha impulsado su presencia en ferias gastronómicas y menús de restaurantes especializados. Su popularidad, en parte atribuida a la promoción involuntaria del mandatario y otros personajes del gobierno, ha permitido que este platillo trascienda su ámbito tradicional.
El reconocimiento de los tamales de chipilín dentro de la gastronomía nacional subraya la diversidad culinaria de México y la importancia de preservar tradiciones regionales. Mientras continúa su difusión, su consumo sigue siendo parte integral de la identidad cultural del sureste del país.