En Tabasco, en las últimas fechas, se ha desatado la violencia. Villahermosa, la capital del estado, es la ciudad en la que los habitantes se sienten más inseguros.
De acuerdo con datos oficiales, el 95% de las personas de esa ciudad tienen miedo. El actual gobernador del estado, Javier May, ha declarado públicamente quien es el culpable de esto. Se trata de su antecesor y compañero de partido, Adán Augusto López, quien también fue secretario de Gobernación durante el mandato de Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Sobre el tema habla el periodista Carlos Loret de Mola en su columna de opinión Historias de reportero de este miércoles, titulada La violencia en Tabasco esconde un secreto político.
En ella, asegura que los dos políticos pertenecen al partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), ambos son fieles a López Obrador, los dos son tabasqueños y ambos han sido gobernadores, sin embargo, nunca se han querido.
El periodista describe a Adán Augusto como “fifí” y a May como “chairo”, por trayectoria y familia.
“Javier May viene de la lucha social de la izquierda tabasqueña desde los años ochenta. Adán Augusto era el priista que trataba de corromper esos movimientos. Uno, rebelde al lado de López Obrador. El otro, emisario del Gobierno que desactivaba las protestas ofreciendo al ex presidente lo que nunca ha sido capaz de resistir: cash. Perdón, “aportaciones para el movimiento”. En Tabasco se saben bien la historia y me la han contado distintas fuentes“, se lee en la columna.
Payambé López, padre de Adán Augusto, fue notario y subprocurador y conocía al padre de AMLO, que era comerciante. Cuando la familia de López Obrador se metió en graves problemas, explica Loret de Mola, el entonces gobernador tabasqueño, Manuel Mora, le pidió a su subprocurador Payambé, que los protegiera, los sacara del estado y les de abrigo en su casa de Reforma, Chiapas. Ahí conviven Adán Augusto y Andrés Manuel. De ahí el trato de “hermanos”.
Décadas después, esos niños que jugaban juntos en Chiapas, vuelven a encontrarse en Tabasco. Manuel Gurria Ordoñez, entonces gobernador, pidió a su secretario Adán Augusto López que fuera el vínculo con AMLO, quien ya destacaba como un aguerrido luchador social defensor de las causas de lo trabajadores. Por su historia casi familiar, López Obrador siempre encontró en Adán Augusto López un interlocutor confiable, aunque formalmente fueran rivales.
Por su parte, Adán Augusto supo acercarle los millones de recursos que el gobierno destinaba a “descafeinar” las protestas. En ese “tejemaneje” de dinero, también apareció Octavio Romero Oropeza, quien con los años se convertiría en director de Pemex, y ahora del Infonavit. A todos ellos les fue muy bien económicamente: tanto a los que daban como a los que recibían.
Años después, todos serían del mismo “bando”, pues Adán Augusto se peleó con el PRI porque no lo hicieron gobernador, renunció al partido y con todo su grupo se cambió al obradorismo. Por la cercanía personal con AMLO, pronto ocupó un lugar tan preponderante que Javier May nunca hubiera soñado.
Adán, una vez que cumplió su sueño de ser gobernador, puso de secretario de seguridad a Hernán Bermúdez, identificado como un líder de la mafia. Loret compara esa dupla con la de Calderón con García Luna, “pero con acento tabasqueño”.
Los vínculos entre Adán Augusto con Bermúdez datan de la época en que ambos trabajaban para el gobierno de Manuel Gurría Ordoñez, en el grupo de su número dos, Enrique Priego Oropeza. Cuentan, según Loret de Mola, que el hermano de Bermúdez fue uno de los más importantes financiadores de los proyectos políticos de AMLO.
“A pesar de que los informes de inteligencia del Ejército mexicano en el sexenio de AMLO ya habían descubierto y reportado el escándalo de Bermúdez, Adán Augusto renunció a la gubernatura para volverse secretario de Gobernación de AMLO y hasta precandidato presidencial. En las más recientes elecciones, Javier May se hizo gobernador y se empoderó rápido. Primero, porque logró la candidatura a pesar de que Adán y su grupo lo trataron de marginar. Y segundo, porque cristalizó una alianza político-financiera con los hijos de López Obrador a través del joven tabasqueño Amílcar Olán, operador financiero del Clan de los López Beltrán, protagonista de las grabaciones telefónicas donde confiesa la corrupción del régimen y, entre muchas otras cosas, se dice “brother” de May y festeja que con él en el Gobierno va a poder seguir dominando en el estado".
Desde hace varios meses, recuerda el periodista en su columna, la violencia en Tabasco está fuera de control, pues se han registrados masacres en bares, narcobloqueos, matanzas en las calles y quemas de tiendas.
Apenas el pasado 14 de noviembre, May declaró que la violencia de las últimas semanas era responsabilidad de quien había nombrado secretario de seguridad del estado al líder de una organización criminal, refiriéndose a Adán Augusto López, que cuando fue gobernador colocó en ese cargo a Bermúdez, considerado cabecilla de ”La Barredora", relacionada con el cártel Nueva Generación. Un día después, el hijo de AMLO, Andy López Beltrán, trató de calmar las aguas, quien pública y presencialmente hizo un llamado a la unidad del partido en Tabasco.
No se logró nada con esto. Apenas este fin de semana, May se organizó una marcha en su apoyo por la paz en el estado. Es el Gobierno del Estado acusando a Adán Augusto López de ser el principal generador de violencia en la entidad. “Adán hace como que ni ve ni oye y no hay nadie que lo llame a cuentas”, concluye la columna.