Estudio revela nuevas propiedades del pistache como antiviral

El uso de plantas medicinales para tratar enfermedades tiene una larga historia en la medicina tradicional, sin embargo, en el contexto actual de resistencia a los antibióticos, los compuestos derivados de plantas están adquiriendo un renovado interés.

A medida que las bacterias y virus se vuelven más resistentes a los tratamientos convencionales, los científicos continúan explorando nuevas fuentes de medicamentos, por lo que, los pistaches, con sus propiedades antimicrobianas y antivirales, podrían desempeñar un papel clave en este esfuerzo, tanto en el ámbito médico como en la seguridad alimentaria.

Un reciente estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Messina, en Italia, manifestó el potencial de los extractos de pistacho como una herramienta prometedora en la lucha contra infecciones bacterianas y virales. Según el informe de Plants, los polifenoles presentes en los pistachos son un ejemplo de cómo los alimentos vegetales pueden ofrecer soluciones innovadoras a problemas médicos contemporáneos.

Según informó la publicación científica Plants, los compuestos polifenólicos presentes en los pistaches cultivados en los Estados Unidos han demostrado ser efectivos para inhibir el crecimiento de bacterias como el Staphylococcus aureus, incluyendo su variante resistente a la meticilina, así como para combatir el virus del herpes simple tipo 1 (HSV-1).

El estudio destacó que, en condiciones de laboratorio, las concentraciones más altas de extracto de pistache lograron una reducción completa del HSV-1, un virus responsable de infecciones orales como el herpes labial, por lo que este hallazgo abre la puerta al desarrollo de nuevos tratamientos tópicos y orales que podrían emplearse de manera independiente o en combinación con terapias antivirales ya existentes.

El análisis llevado a cabo por los investigadores incluyó pruebas en cultivos infectados con el virus HSV-1, que fueron tratados con diferentes concentraciones de extracto de pistache. La concentración más alta resultó en la eliminación total del virus, lo que subraya el potencial antiviral de estos compuestos, según un comunicado emitido por la asociación agrícola American Pistachio Growers (Productores Americanos de Pistacho).

En estudios previos, los extractos de pistache, tanto en su forma cruda como tostada, fueron evaluados frente a diversas cepas bacterianas. Los resultados indicaron que las bacterias Gram positivas, como el Staphylococcus aureus y la Listeria monocytogenes, eran particularmente susceptibles a estos compuestos.

La Dra. Giuseppina Mandalari, una de las autoras principales del estudio, citada en el comunicado, afirmó que los extractos de pistache podrían representar una nueva estrategia para abordar infecciones resistentes a los medicamentos, además, destacó su posible aplicación en la industria alimentaria para controlar el crecimiento de microorganismos dañinos.

Se ha demostrado que los frutos secos contienen una variedad de fitoquímicos con potenciales beneficios para la salud, sin embargo, este perfil varía considerablemente dependiendo de factores como la especie, el genotipo, las condiciones previas y posteriores a la cosecha, así como las condiciones de almacenamiento.

Las investigaciones pusieron en evidencia las propiedades saludables de los compuestos bioactivos presentes en los pistachos, entre los que se incluyen efectos antioxidantes y citoprotectores, su influencia en la regulación del equilibrio redox celular, así como sus propiedades antiinflamatorias, anticancerígenas, neuroprotectoras, antiobesidad y antidiabéticas. Además, las propiedades antimicrobianas y antivirales de diversos compuestos del pistache como lo carotenoides, clorofilas, gamma tocoferol, fitoesteroles y resveratrol, así como flavonoides, isoflavonas, antocianinas y proantocianidinas.

De acuerdo con un análisis detallado publicado por el Centro Nacional para la Información Biotecnológica (National Center for Biotechnology Information), los pistaches contienen una variedad de compuestos bioactivos con propiedades antimicrobianas y antivirales. Estos compuestos, que incluyen carotenoides, tocoferoles, clorofilas, fitoesteroles, resveratrol, flavonoides y antocianinas, han demostrado ser eficaces contra una amplia gama de microorganismos, incluyendo bacterias resistentes a los antibióticos y virus emergentes como el SARS-CoV-2.

Según el informe, los carotenoides presentes en los pistachos, como el β-caroteno, han mostrado una notable actividad antimicrobiana, pues logró inhibir el crecimiento de bacterias como Klebsiella pneumoniae, Escherichia coli y Staphylococcus aureus.

Por otro lado, la luteína, otro carotenoide, demostró ser eficaz contra bacterias Gram-positivas y Gram-negativas, incluyendo Enterococcus faecium, S. saprophyticus y P. aeruginosa. Además, en cuanto a su capacidad antiviral, destaca particularmente contra el virus de la hepatitis B (VHB), al inhibir la secreción de antígenos virales y la replicación del ADN viral. También se ha documentado la actividad antiviral de la zeaxantina, que afecta la adhesión y penetración del virus del herpes simple tipo 1 (HSV-1).

Los fitoesteroles, similares al colesterol, también demostraron efectos antimicrobianos. Por ejemplo, el campesterol mostró actividad contra bacterias como S. aureus y E. coli, aunque con una eficacia limitada. En contraste, el β-sitosterol, aislado de plantas como Odontonema strictum, demostró ser efectivo contra infecciones bacterianas en acuicultura y en humanos, con efectos bacteriostáticos y bactericidas. Además, estudios in silico han sugerido que el estigmasterol y el campesterol podrían inhibir proteínas clave del SARS-CoV-2.

El resveratrol, un polifenol natural, mostró eficacia contra bacterias como Helicobacter pylori, Vibrio cholerae y Neisseria gonorrhoeae, así como contra hongos como Candida albicans. En el ámbito antiviral, el resveratrol demostró inhibir la replicación de virus respiratorios como el de la influenza, el coronavirus (SARS-CoV y MERS-CoV) y el rinovirus, reduciendo la inflamación inducida por estos patógenos.

Finalmente, entre las flavanonas, el kaempferol y la luteolina han sido identificados como prometedores agentes antivirales contra el SARS-CoV-2, al inhibir proteínas virales clave y mejorar la respuesta inmunitaria del huésped. La apigenina, por su parte, ha mostrado actividad contra bacterias como Acinetobacter baumannii y virus como el de la hepatitis C, al interferir en procesos esenciales para la replicación viral.