Las creencias negativas tienen un impacto profundo en la vida de una persona, ya que pueden distorsionar su percepción de la realidad. Cuando se cree que todo el mundo está en nuestra contra, la mente tiende a enfocarse en los aspectos negativos, alimentando sentimientos de estrés y ansiedad.
De acuerdo con el psicólogo Leon Festinger, quien publicó su teoría de disonancia cognitiva en su libro de 1957, A Theory of Cognitive Dissonance (Teoría de la Disonancia Cognoscitiva), la mente humana tiende a buscar coherencia entre sus creencias, pensamientos y acciones. Cuando existe una discrepancia entre lo que percibimos y nuestras creencias, experimentamos una incomodidad psicológica que tratamos de resolver.
Cuando sentimos que todos están en nuestra contra, nuestra mente puede entrar en conflicto. Por un lado, creemos que nadie nos quiere o que nos rechazan, pero en realidad puede que recibamos señales de apoyo, como una sonrisa o un gesto amable. Este conflicto interno crea incomodidad, y para sentirnos mejor, nuestra mente a veces distorsiona esas señales positivas y las interpreta de forma negativa. Así, aunque haya pruebas de que los demás nos apoyan o nos quieren, preferimos verlas como señales de rechazo, lo que refuerza nuestra creencia de que realmente estamos siendo ignorados o atacados.
¿Cómo saber si tus pensamientos están afectando tu salud mental?
Según el artículo “Cuando tus pensamientos juegan en tu contra” del sitio especializado en salud mental, Psicología Online, si has notado que tus pensamientos negativos están influyendo en cómo te sientes, en las reacciones de tu cuerpo o en tu comportamiento, es posible que mantengas un ciclo de distorsiones cognitivas.
Estas distorsiones, como ver las cosas de manera exagerada o pesimista, pueden desencadenar emociones como tristeza o ira, aumentar la ansiedad o tensión en tu cuerpo, y llevarte a evitar situaciones o actuar de forma impulsiva. Cuando estas conductas se repiten, pueden generar respuestas en tu entorno que refuercen esos pensamientos negativos, creando un círculo vicioso difícil de romper.
Este patrón es común en personas que padecen depresión o crisis de ansiedad. En la Terapia Cognitivo-Conductual, uno de los enfoques es identificar estas distorsiones y reformular los pensamientos, aprendiendo a interpretar la realidad de una manera más saludable, lo que produce efectos positivos en nuestras emociones, cuerpo y conductas, creando un círculo virtuoso.
Cuatro consejos para dejar de pensar que el mundo está en tu contra
De acuerdo con el artículo “Disonancia cognitiva: Definición, efectos y ejemplos”, publicado por Medical News Today, una forma efectiva de evitar que los pensamientos negativos y las disonancias cognitivas afecten tu salud mental es practicar estrategias que te ayuden a calmarte en momentos de estrés.
Estas prácticas permiten detener el ciclo negativo de la disonancia cognitiva, fomentando una visión más clara y objetiva de las situaciones, lo que mejora tu bienestar general.
- No ignores la información que va en contra de tu creencia: cuando sientas que todos están en tu contra, evita rechazar o minimizar las pruebas que te indican lo contrario. Aceptar que las personas no siempre tienen una actitud negativa hacia ti te ayudará a ver las situaciones con más claridad.
- Evita el sesgo de confirmación: en lugar de buscar solo información que confirme tu creencia de que los demás te rechazan, busca perspectivas diferentes. Permítete escuchar y entender opiniones y comportamientos que puedan demostrar que no todos están en tu contra.
- No te persuadas a ti mismo de que no hay solución: evita caer en la trampa de justificar tus pensamientos negativos buscando apoyo únicamente en aquellos que comparten tu visión. En vez de intentar convencer a los demás de que tus creencias son correctas, cuestiona si realmente están basadas en la realidad.
- Trabaja en resolver las diferencias: el paso más efectivo es alinear tus comportamientos con tus creencias de manera que te ayuden a generar una percepción más positiva sobre las personas. Cambiar tu enfoque para confiar más en los demás y en tus propias capacidades fortalecerá tu bienestar emocional y promoverá el crecimiento personal.