El día que David Lynch dirigió a Ernesto Laguardia en la primera versión de cine de ‘Dune’

El icónico director de cine falleció este jueves 16 de enero a los 78 años dejando un hueco inllenable en la industria cinematográfica

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El día que David Lynch
El día que David Lynch dirigió a Ernesto Laguardia. (Instagram)

La industria cinematográfica está de luto tras el fallecimiento del legendario director y guionista David Lynch, quien murió este 16 de enero de 2025 a los 78 años. Reconocido por revolucionar el cine con su estilo surrealista en obras como Blue Velvet y Mulholland Drive, y por su icónica serie de televisión Twin Peaks, Lynch también dejó huella en el género de la ciencia ficción con la primera adaptación cinematográfica de Dune en 1984.

Esta película, rodada parcialmente en los Estudios Churubusco de la Ciudad de México, reunió a Lynch con figuras del cine internacional y, de forma inesperada, con el actor mexicano Ernesto Laguardia.

Un encuentro inesperado en los Estudios Churubusco

FILE PHOTO: U.S. film director
FILE PHOTO: U.S. film director David Lynch poses for photographers before a meeting with Austrian Chancellor Alfred Gusenbauer in Vienna November 12, 2007. REUTERS/Leonhard Foeger/File Photo

Antes de convertirse en una figura consolidada de la televisión mexicana, Ernesto Laguardia comenzó su carrera como extra en diversas producciones. Fue precisamente en esta etapa cuando tuvo la oportunidad de participar en Dune (1984), dirigida por David Lynch. En una entrevista con Yordi Rosado, Laguardia recordó cómo se dio este inesperado encuentro:

“Tuve la suerte de que me hablaron y me dijeron ‘Va a haber un casting’, entonces mi papá me dijo ‘Ve y decide qué vas a hacer para que tengas una línea recta’”, comentó el actor.

Sin conocer a fondo los Estudios Churubusco, Ernesto terminó en un pequeño restaurante dentro de las instalaciones. Fue allí donde coincidió con un hombre estadounidense que comenzó a platicar con él. Sin saberlo, estaba conversando con David Lynch.

“Hablamos de cine, de la vida, de la familia. Pero ni él sabía quién era yo ni yo sabía quién era él”, compartió Laguardia. Al final de la charla, Lynch le reveló que era el director de la película para la cual Ernesto audicionaría. Lejos de incomodarse por el desconocimiento del joven actor, Lynch respondió con tranquilidad: “Está perfecto”.

Un sueño surrealista hecho escena

(Foto: Twitter/@poramoralcinemx)
(Foto: Twitter/@poramoralcinemx)

La participación de Ernesto Laguardia en Dune surgió de uno de los característicos sueños de David Lynch, conocidos por influir en sus proyectos cinematográficos. De acuerdo con el actor, su personaje nació producto de los espacios oníricos del cineasta.

“Era un sueño que tuvo él, Lynch: soñó que el malo mataba a un muchacho, entonces le hacían un pecho y le arrancaba con un cuchillo que tenía ahí metido”, relató Laguardia sobre la escena que filmó.

Lo que originalmente sería una breve aparición se extendió durante tres semanas. Ernesto recordó que, debido a sus estudios, estuvo a punto de rechazar la oferta, pero el equipo de producción se ajustó a sus tiempos.

“Vienes el viernes, hacemos la escena el sábado y el domingo te pintamos el pelo de tu color, porque era anaranjado... Era por un día, pero me quedé por tres semanas, me iban a correr en el trabajo pero finalmente dije ‘De aquí soy’, esto quiero”, dijo Ernesto.

Kyle MacLachlan en 'Dune', de
Kyle MacLachlan en 'Dune', de David Lynch (1984)

Aunque Dune no fue un éxito comercial en su momento, con el tiempo ha adquirido el estatus de película de culto. La visión de Lynch, cargada de simbolismo y elementos surrealistas, dejó una marca imborrable en el género de la ciencia ficción. La producción contó con un elenco estelar, incluyendo a Kyle MacLachlan, Sting y Patrick Stewart, y su rodaje en México involucró a numerosos talentos locales, como Ernesto Laguardia.

Para Laguardia, trabajar bajo la dirección de Lynch fue una experiencia inolvidable, y su anécdota cobra especial relevancia tras el fallecimiento del icónico cineasta. La conexión casual en un restaurante de los Estudios Churubusco se transformó en una oportunidad única que marcó el inicio de su carrera actoral y los inicios de una obra cinematográfica de culto.

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