Hijo de Ignacio López Tarso recuerda a su papá en el que sería su cumpleaños 100: “Tenía muchas ganas de llegar a su siglo de vida”

Uno de los grandes sueños del emblemático actor Ignacio López Tarso era alcanzar los 100 años. Aunque no logró hacerlo, su legado sigue vivo en la industria del entretenimiento, especialmente en el ámbito teatral, cinematográfico y televisivo.

Hoy, 15 de enero, el histrión hubiera celebrado un siglo de vida, marcado por éxitos y el cariño del público. El protagonista de “Macario” perdió la vida el 11 de marzo del 2023 por una oclusión intestinal que se le presentó tras una neumonía.

En una entrevista con INFOBAE MÉXICO, su hijo, Juan Ignacio Aranda, compartió cómo hubiera sido la celebración de su padre si estuviera con vida.

“Estoy seguro de que López Tarso estaría feliz, reunido con la prensa, celebrando sus 100 años de vida y trabajando en cine, teatro y televisión. Él disfrutaba tanto de la vida, gozaba cada momento y hubiera tenido trabajo, sería un gran día para él. Tenía muchas ganas de llegar a los 100 por eso creo que hoy simboliza mucho para nosotros este centenario”.

Juan Ignacio recordó cómo su padre le hablaba de sus ganas de seguir trabajando incluso a esa edad, incluso dijo que le habría encantado estar trabajando celebrando su siglo de vida”.

López Tarso fue un hombre de disciplina incansable, que disfrutaba de su trabajo con pasión. Le encantaba la buena comida y bebida, siempre que su salud se lo permitiera, comentó. “Era muy feliz, bohemio y disfrutaba de todo lo bueno de la vida”, expresó su hijo.

Aunque hizo cine y televisión, Ignacio López Tarso siempre se consideró un actor de teatro. “Él quería ser recordado como un actor completo, pero siempre fue un hombre de teatro muy disciplinado. Deja un legado invaluable para las nuevas generaciones”, afirmó Aranda.

“La lección más importante que aprendí fue trabajando a su lado. Tuve el privilegio de hacer mucho teatro con él, especialmente en la última etapa de su vida, cuando participó en numerosas obras. La disciplina y el amor por el teatro fueron sus mayores enseñanzas”.

Más allá de su carrera, fue un hombre que realmente comprendía la importancia de la conexión personal. Le gustaba rodearse de amigos, colegas e integrantes de su familia, con quienes compartía su sabiduría y pasión por la vida.