Durante la tarde del viernes se registró un ataque con drones artillados en contra de elementos de seguridad del estado de Chihuahua, se trata de la segunda agresión en la semana.
La agresión ocurrió en el municipio de Guadalupe y Calvo, donde desde cuatro drones agredieron a elementos de las células de la Base de Operaciones Interinstitucionales (BOI).
De acuerdo con información oficial ofrecida por la Fiscalía de la Zona Sur de Chihuahua, el ataque se produjo después de que los agentes de las células BOI acudieron a la comunidad de El Carnero para atender una llamada de emergencia que alertaba por la presencia de un vehículo calcinado en la región.
En la región, las autoridades encontraron una camioneta blanca consumida por las llamas; sin embargo, al acercarse a inspeccionarla, un dron les lanzó un explosivo desde las alturas, segundos después fueron atacados por otros tres explosivos sin que se registraran personas heridas durante el ataque.
Las autoridades ya investigan el origen de la agresión y si está conectada por la ocurrida el martes pasado contra policías y elementos del Ejército Mexicano.
Ataque con drones en vísperas de Navidad
Eran cerca de las 12:15 horas del martes 24 de diciembre cuando diversos explosivos estallaron en un camino de terracería de la comunidad El Pinito, ubicado en el municipio de Guadalupe y Calvo.
El ataque estuvo enfocado en un convoy que patrullaba la zona e incluía a personal de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE), Ejército Mexicano y Guardia Nacional, pertenecientes a las células BOI, según informó la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de Chihuahua.
La agresión, también orquestada con drones artillados, causó daños a una de las patrullas de la Guardia Nacional, mientras que un segundo explosivo cayó a unos 50 metros de distancia, sin que se reportaron heridos en la región.
Conviene señalar que el municipio de Guadalupe y Calvo se encuentra ubicado dentro del llamado Triángulo Dorado del narcotráfico, en la frontera entre Durango, Sinaloa y Chihuahua, lo que lo convierte no sólo en una zona estratégica para el trasiego y producción de drogas, también en escenario de disputas entre grupos antagónicos.
Dos de esas organizaciones que pretenden dominar la región son La Línea -el brazo armado del Cártel de Juárez que se convirtió en un cártel por sí mismo- y Los Salgueiro, aliados históricos del Cártel de Sinaloa en Chihuahua: una pelea que lleva años y que se intensificó en los últimos meses.