“La violencia armada desangra a nuestras comunidades” es una de las frases que incluyó la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, en un reciente pronunciamiento respecto a los hechos ocurridos durante la última semana en el municipio de Pantelhó.
La madrugada del 3 de diciembre, civiles armados afines al grupo de Los Herrera realizaron detonaciones de armas de alto calibre y arrojaron bombas sobre la comunidad de San José Tercero. En su violenta incursión también incendiaron varias casas, por lo que múltiples familias tuvieron que abandonar la zona.
Para el día siguiente, los integrantes de esta agrupación realizaron más disparos e hicieron estallar más explosivos, lo que provocó el desplazamiento de pobladores de San Francisco y El Roblar, en Pantelhó.
En respuesta a estas agresiones, miembros del grupo armado El Machete entraron al municipio y tomaron la sede del Ayuntamiento.
“Nuestras comunidades siguen convertidas en crueles campos de batalla y viven sitiadas por delincuentes, grupos armados y cárteles del narcotráfico”, lamentó la Pastoral Social de la Diócesis respecto a la situación en la que se encuentran Pantelhó y Frontera Comalapa.
En este mismo sentido, representantes de la jurisdicción religiosa acusaron la existencia de presuntos nexos entre autoridades y miembros del crimen organizado, pues señalaron la persistencia de enfrentamientos “con la burda aquiescencia de los cuerpos de seguridad presentes en el territorio”.
En el comunicado difundido a través de sus redes sociales, la Diócesis lanzó un llamado a las autoridades de los tres niveles de gobierno y manifestó que “esta guerra también es suya, acudan y hagan su labor conforme a derecho desde la verdad aplicando la justicia”.
Durante la tarde del 7 de diciembre, autoridades de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) y la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa) confirmaron que los integrantes de El Machete liberaron la cabecera municipal de Pantelhó para evitar un nuevo enfrentamiento con miembros de Los Herrera.
No obstante, al lugar llegaron cientos de simpatizantes para exigir a las autoridades que reconozcan a Julio Pérez Pérez como presidente de un concejo municipal.
Ante la desocupación del Palacio Municipal, la zona quedó bajo resguardo de autoridades federales y estatales, quienes establecieron un dispositivo de seguridad para impedir que el grupo de Los Herrera se estableciera en el Ayuntamiento.
Desde el surgimiento de El Machete en julio de 2021, ambas organizaciones armadas han mantenido una constante disputa por el control del municipio, lo que ha dejado una estela de muertes y desapariciones.