Muere Gramma, la tortuga de Galápagos más longeva del Zoológico de San Diego, tras más de un siglo de historia

El ejemplar histórico fue testigo de dos guerras mundiales, dos pandemias y el gobierno de más de 20 presidentes estadounidenses

Guardar
Esta fotografía difundida por la
Esta fotografía difundida por la Alianza de Vida Silvestre del Zoológico de San Diego muestra a Gramma, una tortuga de las Galápagos y el animal más longevo en el Zoológico de San Diego, el 17 de mayo de 2023. (AP)

La tortuga de Galápagos conocida como Gramma, considerada la residente más longeva y emblemática del Zoológico de San Diego, falleció el 20 de noviembre de 2025 a una edad estimada de 141 años. El deceso se produjo tras una decisión compasiva del equipo de especialistas, que optó por sacrificarla debido al avance de afecciones óseas asociadas a su avanzada edad, según informaron las autoridades del Zoológico de San Diego en una publicación de Facebook.

Gramma nació en su hábitat natural en las Islas Galápagos y llegó al Zoológico de San Diego entre 1928 y 1931, procedente del Zoológico del Bronx, como parte del primer grupo de tortugas de Galápagos que se integró a la institución.

De acuerdo con el propio zoológico, la leyenda sostiene que el Dr. Harry Wegeforth, fundador del recinto, le dio la bienvenida personalmente. Así, durante casi un siglo, Gramma fue testigo de transformaciones históricas, desde dos guerras mundiales hasta la sucesión de más de 20 presidentes estadounidenses, y se convirtió en un emblema de la historia y evolución del zoológico.

Conservación de las tortugas de Galápagos

Las tortugas gigantes de Galápagos
Las tortugas gigantes de Galápagos enfrentan amenazas de extinción, con tres subespecies ya desaparecidas. (FB: San Diego Zoo)

Las tortugas de Galápagos, cuyo nombre científico es Chelonoidis, destacan por su longevidad y tamaño. Según el Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW), estos reptiles han habitado las islas durante más de dos millones de años y han evolucionado en más de una docena de subespecies, cada una adaptada a su entorno particular.

Las tortugas gigantes de Galápagos pueden alcanzar más de 1.3 metros de longitud y pesar hasta 300 kilogramos.

Su metabolismo lento les permite sobrevivir largos periodos sin alimento ni agua, lo que contribuye a su notable esperanza de vida, que supera los 100 años en estado salvaje y puede llegar a los 175 años en cautiverio, como en el caso de Harriet, la tortuga más longeva registrada, que vivió en el Zoológico de Australia, según información proporcionada por la agencia de noticias Associated Press (AP).

El legado cultural de Gramma

La tortuga de Galápagos Gramma,
La tortuga de Galápagos Gramma, símbolo histórico del Zoológico de San Diego, falleció a los 141 años. (FB: San Diego Zoo)

Visitantes de varias generaciones compartieron en redes sociales recuerdos de sus encuentros con la tortuga, algunos desde la infancia y otros al regresar años después con sus propios hijos.

Cristina Park, visitante de 69 años, relató a AP que uno de sus primeros recuerdos fue montar el caparazón de una tortuga en el zoológico cuando tenía aproximadamente cuatro años, experiencia que la motivó a interesarse por la conservación de estos animales. “Es increíble que hayan sobrevivido a tantas cosas. Y aun así, siguen ahí”, expresó.

El equipo de especialistas y cuidadores apodaba a Gramma “la Reina del Zoológico”, un título que reflejaba su estatus como la residente más antigua del recinto, así como su capacidad para inspirar a voluntarios, visitantes y conservacionistas.

Ahora, tras la despedida de este ejemplar histórico, la situación de las tortugas de Galápagos sigue siendo motivo de atención internacional. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, citada por AP, de las 15 subespecies identificadas, tres se consideran extintas y el resto se encuentra en situación vulnerable o en peligro crítico de extinción.

En las últimas décadas, se han intensificado los esfuerzos de cría en cautiverio, con más de diez mil ejemplares jóvenes liberados desde 1965, según datos de Galapagos Conservancy citados por la misma fuente. Ejemplares como Gramma han contribuido a sensibilizar sobre la importancia de proteger a estas especies y sus hábitats.

El equipo del Zoológico de San Diego, a través de sus redes sociales, destacó el privilegio de haber cuidado a Gramma y recordó su predilección alimenticia por la lechuga romana y el nopal. En su memoria, invitaron a la comunidad a rendirle homenaje con una ensalada de frutas, como gesto simbólico hacia una tortuga que marcó la vida de quienes la conocieron.