La peculiar historia de Masi, una gata cuya condición genética la mantiene “pequeña para siempre”

Tras ser rechazada por su madre y hermanos biológicos, la felina se ganó el corazón de una nueva familia y miles de personas en redes sociales

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Masi, una felina de apenas
Masi, una felina de apenas 900 gramos, se ha vuelto viral en redes sociales por su energía y condición poco común. (TikTok: @theminimasi)

La historia de Masi, una gata que pesa solo 900 gramos y vive en Alemania, comenzó hace tres años cuando Yuliia, una joven ucraniana de quien se desconoce el apellido, adoptó a la felina de una camada mientras visitaba a los familiares de su novio. “Era la más pequeña y débil”, relató la mujer, por lo que necesitó ser alimentada con biberón desde sus primeros días.

Al ser trasladada primero a Polonia y luego a la nación en que actualmente reside, la minina no mostró avances en su crecimiento. “Pensé que tal vez le faltaban algunas vitaminas o simplemente era una gata miniatura, ya que las hembras suelen ser más pequeñas que los machos”, contó Yuliia a Newsweek.

Sin embargo, la sorpresa llegó cuando, pasados los seis meses de edad, la felina seguía sin crecer, lo que motivó una consulta veterinaria. El especialista sugirió que la causa más probable era enanismo, un diagnóstico que no se confirmó mediante pruebas específicas, debido al riesgo que representaría extraer una gran muestra de sangre a Masi, según detalló Newsweek. Para Yuliia, “lo más importante es que esté sana”.

La vida cotidiana de una gata singular

A pesar de su tamaño
A pesar de su tamaño reducido y un sistema inmunológico frágil, la mascota lleva una vida activa y social. (TikTok: @theminimasi)

De acuerdo con declaraciones de su madre humana, la felina ha desarrollado una personalidad activa y dependiente. “Es la gata más enérgica que he visto en mi vida. Mientras que los gatos normales tienen ataques de energía durante 30 minutos... ¡Masi corretea durante dos o tres horas seguidas!”, compartió su dueña en un video publicado en TikTok.

Así, a pesar de su menor tamaño y un sistema inmunológico más frágil, la mascota “está muy bien. Es una enfermedad muy rara, pero tenemos suerte porque es como cualquier otro gato”, según Yuliia.

Actualmente, después de ser rechazada por su madre y hermanos biológicos debido a su peculiar condición, Masi vive acompañada de dos gatos mayores, Felix y Matroskin, que la protegen y cuidan.

Por otro lado, como parte de su dinámica familiar, uno de los comportamientos más particulares de la diminuta minina es su actitud durante la alimentación: “Masi solo come si estoy sentada a su lado todo el tiempo. Si no estoy, no come. Pero eso solo pasa cuando estoy en casa; si no me encuentro, come sin problema”, explicó su propietaria a Newsweek.

Por su aspecto físico y tamaño, Masi suele despertar la curiosidad tanto de sus cuidadores como de los usuarios de redes sociales, donde su historia se ha hecho viral a través de su cuenta oficial de TikTok @theminimasi.

Yuliia afirma que su compañera de cuatro patas es excepcional: “En general, es una gata muy inteligente. A veces, siento que estoy soñando porque me parece imposible que una gata sea tan perfecta. Le encantan los mimos, y aunque es pequeña, siempre encuentra la manera de trepar o alcanzar lo que quiere”.

Paradójicamente, antes de tener a Masi, la ucraniana bromeó con una amiga que deseaba un gato que se mantuviera “pequeño para siempre”. Entonces respondió: “Desafortunadamente, eso es imposible”. Años después, la vida la sorprendió.

¿El enanismo en gatos puede afectar su vida?

El enanismo felino puede deberse
El enanismo felino puede deberse a osteocondrodisplasia, enanismo hipofisario o selección genética. (TikTok: @theminimasi)

El blog especializado de Purina define esta condición como un conjunto de defectos genéticos poco frecuentes que generan adultos desproporcionados y de tamaño menor al habitual. Existen principalmente tres tipos: osteocondrodisplasia, enanismo hipofisario y enanismo selectivo.

La osteocondrodisplasia implica un desarrollo anómalo de los huesos y cartílagos; la acondroplasia representa una forma concreta de esta afección, en la que el cuerpo puede ser normal y las patas cortas y robustas. Por otro lado, el enanismo hipofisario obedece a una deficiencia de la hormona del crecimiento, lo que causa retraso en el desarrollo y talla reducida.

Algunas razas han sido seleccionadas intencionalmente para presentar estas características, como la Munchkin, aunque expertos advierten sobre los problemas de salud asociados a tal práctica, según Purina.

Las señales físicas suelen incluir cabeza más grande, mandíbula prominente y forma ósea desigual. Al respecto, Purina señala que los gatos miniatura y de “taza de té” suelen confundirse con los gatos enanos, aunque éstos últimos mantienen proporciones corporales normales.

El caso de Masi muestra que, pese al diagnóstico probable, su calidad de vida puede ser comparable a la de otros gatos, salvo por cierta vulnerabilidad inmunológica, pues “se enferma con más facilidad y se resfría rápidamente”, detalla su dueña.