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Sapos comunes asiáticos ignoran modelos
Sapos comunes asiáticos ignoran modelos amarillos y prefieren los marrones, confirmando que el cambio hormonal a amarillo funciona como señal para evitar confusiones durante la reproducción. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Los sapos comunes asiáticos (Duttaphrynus melanostictus) experimentan durante la temporada de lluvias un cambio hormonal que transforma su color de marrón chocolate a un vibrante amarillo limón en minutos, un fenómeno temporal que les ayuda durante la época de apareamiento

Para estudiar este fenómeno, un grupo de investigadores del Zoológico de Schönbrunn en Viena creó modelos impresos de esta especie en 3D, algunos en color marrón y otros en amarillo, que colocaron entre los ejemplares reales durante la temporada de apareamiento para observar sus reacciones.

Al hacer el experimento, los científicos observaron que los machos ignoraban en gran medida los modelos de color amarillo, mientras que con frecuencia intentaban aparearse con los modelos marrones, los cuales imitaban el color esperado de las hembras.

Una visión que podría revolucionar la evolución del color en el mundo animal

Los sapos macho usan su
Los sapos macho usan su color amarillo para evitar confusión en el apareamiento durante periodos reproductivos breves y competitivos, una adaptación visual que podría cambiar la comprensión de la evolución del color en animales.

Susanne Stückler, investigadora asociada del Zoológico de Schönbrunn, afirma que esto sugiere firmemente que estos anfibios se colorean de forma natural para evitar confusiones: “En las especies con reproducción explosiva, los apareamientos fallidos son comunes”, comentó en el estudio publicado en la librería digital Bio One, citado por National Geographic.

Dado que el período reproductivo es tan breve, estas criaturas deben encontrar pareja rápidamente, y la competencia es feroz, especialmente porque las hembras son escasas. En su búsqueda, los machos pueden incluso intentar aparearse con otros machos, con especies distintas de sapos o incluso con objetos inanimados que no corresponden:

“Esto sugiere que identificar a la pareja adecuada puede ser difícil en estas condiciones densas y estresantes y la coloración parece ser una solución evolutiva a este problema”, añadió Stückler.

Rayna Bell, curadora de herpetología en la Academia de Ciencias de California, sostiene que este tipo de investigaciones podrían transformar profundamente la manera en que se entiende la evolución del color en el reino animal, aportando nuevas perspectivas sobre las adaptaciones visuales y de comportamiento para la reproducción y supervivencia.

“Este no es el primer estudio que muestra este tipo de señalización, pero lo que me parece realmente interesante es que podría alterar la forma en que interpretamos las señales de color incluso en aquellos grupos que creemos comprender, incluyendo otras especies como las aves o las mariposas”, comentó Bell para National Geographic.

La diferencia del cambio de color en sapos respecto a otros animales

El cambio de color amarillo
El cambio de color amarillo en sapos machos, que tarda cerca de 10 minutos y dura hasta dos días, es impulsado por hormonas y refleja su intensa competencia reproductiva en un corto ciclo sincronizado afectado por el cambio climático.

A diferencia de otros animales como pulpos y camaleones, que cambian de color en segundos, los sapos macho tardan alrededor de 10 minutos en volverse amarillos. Esto sucede porque el cambio está impulsado por hormonas y no por células cutáneas controladas directamente por nervios. Una vez amarillo, este tono dura hasta dos días antes de regresar al marrón, según reporta National Geographic.

Este proceso ocurre gracias a células especializadas bajo la piel llamadas cromatóforos, que contienen pigmentos oscuros, amarillos y rojos, además de pequeñas placas reflectantes de luz. Las hormonas del estrés, como la adrenalina, provocan que los pigmentos se reorganicen y que las placas reflectantes cambien de posición, causando el cambio de color.

Aunque el color amarillo puede parecer un signo de cooperación durante la reproducción, los sapos machos mantienen una fuerte competencia: “Se pelean, patean e intentan desplazar a otros machos” que ya están intentando aparear. A veces, varios machos intentan aparearse simultáneamente con la misma hembra, formando ‘bolas de apareamiento’, lo que puede incluso provocar que la hembra se ahogue”, explica Stückler en el estudio.

El cambio climático añade presión a estos animales, cuyo ciclo reproductivo está muy sincronizado y es breve. Estos anfibios se reproducen en unos pocos días al inicio de la temporada de lluvias, para que sus crías tengan tiempo suficiente de desarrollarse antes del invierno, cuando los hábitats se secan nuevamente, asegurando una mayor probabilidad de supervivencia para las nuevas generaciones.