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Ecologistas implementan estructuras artificiales en
Ecologistas implementan estructuras artificiales en ríos del Territorio de la Capital Australiana para proteger especies amenazadas. (IG: @actparks)

Esta primavera, que culminará para la nación del hemisferio sur en diciembre, podría ser decisiva en los esfuerzos por conservar al pez negro de dos espinas, una de las especies más emblemáticas de los ríos del Territorio de la Capital Australiana (ACT), pues en varios cursos de agua, se han instalado estructuras conocidas como “bungalows” u “hoteles para peces”, cuyo objetivo es ofrecer refugio y zonas de reproducción seguras a esta especie vulnerable.

Si la iniciativa resulta exitosa, como esperan los ecologistas, no solo se salvaría al Gadopsis bispinosus, además se abriría una vía prometedora para restaurar otras poblaciones de peces de agua dulce en declive de todo el país.

Con una longitud de hasta 25 centímetros de largo, estos ejemplares de color oscuro y “bordes blancos en sus aletas” habitan en pequeñas cavidades bajo las rocas en el fondo de los arroyos del norte de Victoria, el sur de Nueva Gales del Sur y el ACT. Además, son criaturas de hábitos sedentarios, dado que “rara vez se alejan más de 15 metros de su hogar”, explicó el ecologista acuático Matt Beitzel, de Parques ACT, citado por la Australian Broadcasting Corporation (ABC).

Sin embargo, su discreta vida entre las rocas se ha convertido en una desventaja frente al impacto humano y los desastres naturales debido a que los sedimentos provenientes de la agricultura y la silvicultura han alterado su hábitat durante años. Aún con el antecedente mencionado, el golpe más devastador llegó con los incendios del Verano Negro a finales de 2019 y principios de 2020.

Beitzel estima que, en ese entonces, unas 50 mil toneladas de sedimentos fueron arrastradas hacia la cuenca del río Cotter, sofocando las fuentes de alimento, refugio y sitios de reproducción. “Ese sedimento todavía está ahí. Está mejorando, pero podría llevar una década o más para que el hábitat mejore”, advirtió.

No obstante, aunque la superficie del paisaje parece haberse recuperado, la realidad subacuática es muy distinta. “El paisaje terrestre es verde y luce maravilloso y todos piensan que el trabajo está hecho, pero debajo del agua, está en un estado terrible”, detalló el ecologista.

Sumado a ello, el monitoreo anual tras los incendios mostró una reducción del 80 al 90 por ciento en la población de peces negros en la cuenca alta del Cotter; en la primavera de 2020 se registró reproducción, pero los juveniles no sobrevivieron.

“No se reprodujeron con éxito durante cuatro años después de los incendios”, explicó Beitzel. “Nos quedamos con una población de adultos muy grandes... Nos preocupaba que ellos comenzaran a morir de forma natural y que empezáramos a perder población. Su recuperación estuvo al borde del abismo”.

Por ello, ante la amenaza de una posible extinción local, Parques ACT decidió intervenir con un enfoque experimental.

El papel de los “bungalows” acuáticos

Las primeras observaciones muestran que
Las primeras observaciones muestran que los peces negros utilizan y se reproducen cerca de las estructuras. (IG: @actparks)

Utilizados con éxito en varias partes del mundo para diversas especies, los llamados hoteles para peces son pequeñas estructuras piramidales de madera, ancladas al fondo de los ríos mediante grandes rocas. Sin embargo, según ABC, nunca antes se habían aplicado al Gadopsis bispinosus.

“Probablemente no funcionarían porque el pez negro prefiere las rocas a la madera”, reconoció Beitzel. Por ello, el equipo decidió modificar el diseño y crear nueve “bungalows para peces negros”, combinando la forma de cabaña de los hoteles tradicionales con un relleno de adoquines que imita las grietas naturales entre rocas.

Los resultados preliminares son alentadores, pues, según la información consultada, durante la temporada de reproducción de 2024, las condiciones climáticas fueron favorables y, según Beitzel, los bungalows podrían haber jugado un papel decisivo.

Las observaciones de video mostraron a los ejemplares acuáticos utilizando las estructuras y apareándose cerca de ellas. “Esperemos que se reproduzcan en ellas”, dijo el especialista. “Los resultados de sacar más del 50 por ciento de los peces del tres por ciento de su área, que casualmente es la parte donde está el hábitat, son para mí una prueba bastante buena de que a los peces les gustan”.

Un futuro incierto para los peces de agua dulce

Ecologistas implementan estructuras artificiales en
Ecologistas implementan estructuras artificiales en ríos del Territorio de la Capital Australiana para proteger especies amenazadas. (IG: @actparks)

En contraste, el biólogo Ben Broadhurst, de la Universidad de Canberra, considera que los buenos resultados podrían deberse más a factores ambientales que a los bungalows. “En mi opinión, los hoteles de pescado probablemente desempeñaron solo un papel menor, si es que tuvieron alguno”, dijo, citado por ABC.

Según Broadhurst, “los factores más probables fueron las condiciones climáticas y de flujo favorables, junto con una reducción en el número de truchas depredadoras”. Por eso, la temporada de apareamiento de esta primavera será un momento decisivo para determinar si las estructuras de “gran altura” están realmente ayudando a salvar a la especie o si los resultados de 2024 fueron solo una coincidencia.

En este contexto delicado, un informe publicado en diciembre pasado en la revista académica Biological Conservation reveló que el 37 por ciento de los peces de agua dulce nativos de Australia están amenazados o en peligro de extinción, y concluyó que “se necesitan urgentemente medidas de conservación específicas para evitar extinciones inminentes”.

Broadhurst coincide en que innovaciones como los bungalows no son una “solución milagrosa”, pero sí un componente valioso dentro de un enfoque integral. “Son sólo una pieza de un rompecabezas mucho más grande que incluye la gestión de cuencas, la restauración del flujo y el control de especies invasoras”, señaló.

El especialista advirtió que la situación general “es realmente grave”. “Sin una intervención específica, muchas de estas especies se enfrentan a un riesgo real de extinción. Por eso son tan importantes innovaciones como los hoteles para peces y los hábitats de refugio específicos para cada especie”, concluyó para ABC.