Descubrimiento de insectos envueltos en ámbar arroja pistas sobre la vida en la antigua selva amazónica

Identifican por primera vez insectos fósiles en resina sudamericana, abriendo nuevas claves para entender los ecosistemas que coexistieron con los dinosaurios

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Fabiany Herrera y David Grimaldi
Fabiany Herrera y David Grimaldi resaltan la importancia del hallazgo en la cantera de Ecuador, que aporta evidencia única sobre la diversificación temprana de plantas con flores y la fauna de Gondwana en el hemisferio sur. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Un grupo de científicos del Museo Field de Historia Natural en Chicago descubrió insectos prehistóricos preservados en ámbar por primera vez en Sudamérica, ofreciendo una nueva visión de cómo era la vida en la Tierra cuando las plantas con flores comenzaron a diversificarse por todo el mundo.

Fabiany Herrera, curadora de plantas fósiles del recinto y líder de la investigación, explicó en la revista Comunicaciones Tierra y Medio Ambiente (Communications Earth and Environment), donde se publicó el estudio, que muchos de los especímenes fueron hallados en una capa de piedra arenisca en Ecuador y datan de hace más de 112 millones de años, ofreciendo así valiosa evidencia sobre la flora y fauna de esa época.

David Grimaldi, entomólogo del Museo Americano de Historia Natural, declaró en entrevista para The Associated Press (AP) que “casi todos los depósitos de ámbar conocidos en los últimos 130 millones de años se encuentran en el hemisferio norte, por lo cual resulta un enigma haber encontrado tan pocos en las regiones del hemisferio sur, que alguna vez formaron parte del supercontinente Gondwana”.

Un hallazgo sin precedentes en Sudamérica

El paleontólogo Ricardo Pérez y
El paleontólogo Ricardo Pérez y el investigador Carlos Jaramillo destacan el valor único de los depósitos de ámbar en la cuenca amazónica ecuatoriana, que preservan insectos y plantas de la era de los dinosaurios. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Ricardo Pérez, paleontólogo del Museo de Historia Natural de la Universidad de Oxford, explicó que esta es la primera vez que se identifican antiguos escarabajos, moscas, hormigas y avispas en resina fosilizada en Sudamérica, por cual el hallazgo ayudará a los investigadores a comprender las interacciones evolutivas entre las plantas con flores y los insectos que vivieron durante la era de los dinosaurios.

Los científicos relataron para AP que algunos de los fragmentos de ámbar encontrados en una cantera de arenisca en Ecuador contenían insectos antiguos, polen y hojas de árboles, situada en el borde de lo que hoy es la cuenca del Amazonas.

El análisis de fósiles, según informa Fabiany Herrera, reveló que la selva tropical actual es muy distinta a la que habitaban los dinosaurios, ya que la antigua incluía especies de helechos y coníferas, entre ellas la Araucaria, que ya no crece en la región amazónica.

Carlos Jaramillo, coautor del estudio y miembro del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, tuvo conocimiento de los depósitos de ámbar hace diez años y, utilizando notas de campo geológicas, se dedicó a localizar la ubicación exacta donde se encontraban: “Cuando llegué, me di cuenta de que el sitio es realmente asombroso. Hay una gran cantidad de ámbar visible en la zona”, afirmó.

El mayor yacimiento mesozoico de ámbar en Sudamérica abre nuevas ventanas al pasado

Detalle del ámbar mesozoico del
Detalle del ámbar mesozoico del yacimiento Genoveva, Ecuador, que preserva insectos antiguos como moscas y escarabajos, fruto de un estudio internacional que descifró ecosistemas del Cretácico inferior. (Europa Press)

Xavier Delclòs, primer autor y catedrático del Instituto de Reserva y Biodiversidad de la Universidad de Barcelona, explicó para Europa Press que este depósito de ámbar mesozoico “es el más grande de Sudamérica y uno de los más ricos de Gondwana en cuanto a bio inclusiones”, el cual data del periodo Albiense del Cretácico inferior.

El ámbar proviene de un entorno fluvial-lacustre localizado en el yacimiento de la cantera Genoveva, en la región de Tena, dentro de la zona amazónica de Ecuador. Los análisis indican que los árboles productores de esta resina fosilizada probablemente eran coníferas araucariáceas.

Se han examinado 60 muestras de ámbar, de acuerdo a Europa Press, que permitieron identificar 21 bioinclusiones pertenecientes a cinco tipos de insectos, entre ellos dípteros (moscas), coleópteros (escarabajos) e himenópteros (hormigas y avispas), además de un fragmento de telaraña.

Esta investigación contó con la colaboración de otros equipos como el Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC), el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (Panamá), la Universidad de Rosario (Colombia), la Escuela Politécnica Nacional de Quito (Ecuador) y el Museo Senckenberg de Historia Natural de Frankfurt (Alemania).