Dos adolescentes y 5 mil hormigas, la redada que destapó un negocio en auge con insectos como mascotas

Los hombres belgas de 19 años recibirán una condena en dos semanas después de que se declararán culpables por piratería de fauna silvestre

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El tráfico de hormigas, aunque
El tráfico de hormigas, aunque menos visible que el de grandes mamíferos, plantea desafíos significativos para la conservación de la biodiversidad y la sostenibilidad de los ecosistemas. —(REUTERS/Monicah Mwangi)

Un caso inusual de tráfico de fauna silvestre capturó la atención de las autoridades en Kenia, donde dos adolescentes belgas fueron detenidos con más de cinco mil hormigas empaquetadas en tubos de ensayo y jeringas.

El caso implica a dos jóvenes belgas, identificados como Lornoy David y Seppe Lodewijckx, ambos de 19 años, quienes fueron arrestados el pasado 5 de abril en una casa de huéspedes en el condado de Nakuru, al oeste del país sudafricano. Las hormigas, valoradas en aproximadamente nueve mil 200 dólares, estaban destinadas a mercados de mascotas exóticas en Europa y Asia.

De acuerdo con el Servicio de Vida Silvestre de Kenia (KWS), este caso pone de manifiesto un cambio en las tendencias del tráfico de vida silvestre, que pasó de centrarse en grandes mamíferos icónicos, como elefantes y rinocerontes, a una especie menos visibles pero que son ecológicamente cruciales.

Un comercio de “nuevas mascotas” en auge

Los belgas Lornoy David y
Los belgas Lornoy David y Seppe Lodewijckx, acusados de traficar hormigas, comparecen en tribunales en Nairobi, Kenia, el martes 15 de abril de 2025. (AP Foto/Brian Inganga)

Los insectos incautadas pertenecen a la especie Messor cephalotes, una hormiga cosechadora roja originaria del este de África, muy valorada como mascotas exóticas por su comportamiento único y su capacidad para construir colonias complejas.

El comercio de hormigas experimenta un notable crecimiento en la última década, según detallan las autoridades kenianas. Estas criaturas son mantenidas en hábitats especializados llamados formicarios, y su popularidad abrió paso a un mercado global en expansión. De acuerdo con la agencia de noticias The Associated Press (AP), un vendedor de hormigas en línea afirmó a dicho medio que las ventas suben año tras año, con precios cada vez más competitivos. Por ejemplo, una colonia de las “cosechadoras rojas” puede alcanzar un precio de aproximadamente 114 dólares (unos 2 mil 231.77 pesos mexicanos).

“En el mundo actual, donde la mayoría de la gente vive a un ritmo acelerado y está dominada por la tecnología, muchos están desconectados de sí mismos y de su entorno. Observar hormigas en un hormiguero puede ser sorprendentemente terapéutico”, dijo a AP el vendedor que pidió no ser identificado y agregó que “es prácticamente inaudito que haya gente que viaje a otros países específicamente para recolectar hormigas y luego regrese con ellas”.

El inusual caso también ha puesto de relieve el nicho del mundo de la cría y el coleccionismo de hormigas, un pasatiempo que ha experimentado un auge en la última década. A raíz de esta práctica, ya existen canales de YouTube y TikTok, principalmente, en los que diversos usuarios comparten sus experiencias con granjas de hormigas. Ambas redes sociales muestran diversas temáticas en torno a estos ecosistemas: cómo las alimentan, cómo se reproducen los insectos, su comportamiento en cautiverio y cuáles son los cuidados que se les dan.

Sin embargo, los expertos advierten sobre los riesgos ambientales asociados con este comercio. Según un artículo científico de 2023 citado por AP, la introducción de hormigas exóticas fuera de sus áreas nativas puede convertirlas en especies invasoras, con graves consecuencias para los ecosistemas y las economías locales. Además, la extracción de estas hormigas de su entorno natural puede alterar el equilibrio ecológico, ya que desempeñan un papel crucial en la dispersión de semillas y en la alimentación de otras especies, como cerdos hormigueros y pangolines.

No tomar con importancia la vida silvestre y considerar que solo pueden servir para nuestro entretenimiento y diversión culmina en casos como el de los adolescentes belgas, quienes ingresaron a Kenia con visas de turista.

Los ciudadanos belgas David Lornoy
Los ciudadanos belgas David Lornoy y Seppe Lodewijckx, junto con el ciudadano vietnamita Duh Hung Nyugen, todos implicados en el tráfico ilegal de hormigas. —(REUTERS/Monicah Mwangi)

Los jóvenes Lornoy David y Seppe Lodewijckx ya se se declararon culpables de los cargos de piratería de fauna silvestre, a pesar de que en un inicio ambos afirmaron desconocer que su actividad era ilegal y describieron su conducta como un acto de “accidente y estupidez”. Por ahora permanecerán bajo custodia hasta que el tribunal emita su sentencia el próximo 7 de mayo, tras revisar los informes de impacto ambiental y psicológico presentados en el caso.

En un proceso separado pero relacionado, un ciudadano keniano, Dennis Ng’ang’a , y un vietnamita, Duh Hung Nguyen, también fueron arrestados en Nairobi con 400 hormigas en su posesión. Las autoridades estimaron el valor total de las 5 mil 400 hormigas incautadas en 1.2 millones de chelines kenianos (aproximadamente 9 mil 200 dólares).

Un fenómeno global con consecuencias locales

Muestras de hormigas de jardín
Muestras de hormigas de jardín ocultas en jeringas se presentan ante el tribunal mientras dos ciudadanos belgas, un vietnamita y un keniano comparecieron para la audiencia de su caso, después de declararse culpables de posesión ilegal y tráfico de hormigas de jardín. —(REUTERS/Monicah Mwangi)

El caso de los adolescentes belgas destapó la creciente demanda de hormigas como mascotas en los mercados internacionales.

Philip Muruthi, vicepresidente de conservación de la African Wildlife Foundation , enfatizó la importancia de las hormigas en los ecosistemas, señalando que enriquecen los suelos y facilitan la germinación de las plantas. “Cuando ves un bosque sano, no piensas en qué lo hace sano. Son las relaciones, desde las bacterias hasta las hormigas y los organismos más grandes”, afirmó.

El tráfico de hormigas, aunque menos visible que el de grandes mamíferos, plantea desafíos significativos para la conservación de la biodiversidad y la sostenibilidad de los ecosistemas. Este caso en Kenia podría marcar un punto de inflexión en la lucha contra el comercio ilegal de especies menos conocidas pero vitales para el equilibrio ecológico global.

En la última década, las
En la última década, las hormigas se han vuelto una especie de mascotas exóticas. Sin embargo, quienes tienen granjas de estos animales no están considerando los problemas ambientales que se desatan con estas prácticas. —(Freepik)

El Servicio de Vida Silvestre de Kenia subrayó que el tráfico ilegal de hormigas no solo socava los derechos soberanos del país sobre su biodiversidad, sino que también priva a las comunidades locales y las instituciones de investigación de beneficios ecológicos y económicos potenciales. Dino Martins , entomólogo y biólogo evolutivo, destacó que las hormigas cosechadoras son esenciales para la ecología de la sabana africana, ya que recolectan y dispersan semillas, contribuyendo a la regeneración de los pastizales.

Martins también señaló que, aunque el comercio ilegal de hormigas es preocupante, las principales amenazas para estas especies en Kenia provienen del uso de pesticidas, la destrucción del hábitat y la introducción de especies invasoras. Sugirió que el comercio de insectos podría realizarse de manera más sostenible mediante la cría controlada, como ocurre con el Proyecto Kipepeo , que cría mariposas en el país.

“El comercio de insectos puede, de hecho, realizarse de forma más sostenible mediante la cría controlada de insectos. Esto puede contribuir al sustento de comunidades rurales, como el Proyecto Kipepeo, que cría mariposas en Kenia”, afirmó.