La historia del niño que le construyó a una perrita sin patas delanteras su silla de ruedas con legos

Abandonada por su discapacidad, esta cachorra encontró una segunda oportunidad cuando un niño de 12 años le construyó una creativa silla de ruedas

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Gracie se encontraba en un refugio debido a su discapacidad. Cuando fue adoptada por Dylan y su familia, el niño buscó una solución para su fiel amiga. |Crédito: Facebook, Lego.

Gracie, una perrita nacida sin sus patas delanteras, encontró una segunda oportunidad en la vida gracias al ingenio de Dylan, un niño de 12 años que diseñó y construyó su primera silla de ruedas utilizando piezas de Lego. La historia de Gracie comenzó con un abandono cruel, pero se convirtió en un ejemplo de resiliencia y solidaridad gracias al amor por los animales.

El refugio de animales Mostly Mutts, ubicado en Georgia, Estados Unidos, encontró a Gracie cuando era una bebé recién nacida. Ella fue abandonada frente a un veterinario en un estado crítico; estaba cubierta de gusanos y con evidentes signos de descuido.

Además del grave estado de salud, esta cachorra tenía la ausencia de sus patas delanteras debido a un defecto de nacimiento, lo que parecía ser la razón por la que sus antiguos dueños decidieron abandonarla a su suerte. Tras recibir atención médica inicial, fue trasladada al refugio Mostly Mutts, donde comenzó su camino hacia la recuperación y una nueva vida.

La creatividad de un niño al servicio de una noble causa

Gracie fue rescatada por el
Gracie fue rescatada por el refugio de la familia Tusley, donde Dylan le construyó su silla de ruedas con Legos. -(Captura de video/ Facebook, LEGO)

La familia Turney administra el refugio y tiene experiencia cuidando animales con discapacidades, por ello ayudó a Gracie y se propuso mejorar su calidad de vida. Sin embargo, diseñar una silla de ruedas para un cachorro en crecimiento representaba un desafío técnico y económico.

De acuerdo con Mostly Mutts, Dylan es uno de sus voluntarios más arraigados a la comunidad de animales rescatados. Cuando la cachorra llegó al lugar, él tenía 12 años de edad. El joven, de ahora 15 años, contó en una entrevista con la compañía de LEGO que el tamaño tan pequeño de Gracie hacía difícil encontrar un aparato adaptable a su cuerpo, por lo que él pensó que quizá podría ayudarla con algunos bloques de construcción.

El diseño no solo permitió que la perra se moviera con mayor libertad, sino que también podía ajustarse a medida que ella crecía. “Las sillas de ruedas para perros son sumamente costosas”, explicó Emily, la madre de Dylan, quien destacó que el uso de estos bloques ofrecía una solución económica y práctica.

Gracie, perrita con silla de
Gracie, perrita con silla de ruedas con Legos. (Facebook, LEGO)

El proceso de construcción no estuvo exento de dificultades. Dylan tuvo que asegurarse de que cada pieza estuviera colocada con precisión para garantizar la estabilidad y funcionalidad de la silla. Según el refugio, Gracie tardó un par de semanas en acostumbrarse al dispositivo, pero una vez que lo hizo, su movilidad y autonomía mejoraron significativamente.

Con el tiempo, y tras varias modificaciones realizadas por Dylan, Gracie pudo disfrutar de una vida más activa. Cuando cumplió un año y dejó de crecer, la familia Turney le proporcionó una silla de ruedas permanente diseñada específicamente para sus necesidades. Según consignó Mostly Mutts, esta silla definitiva le permite correr, jugar y explorar su entorno sin limitaciones.

Esperanza para perros con discapacidad

Gracie se encontraba en un refugio debido a su discapacidad. Cuando fue adoptada por Dylan y su familia, el niño buscó una solución para su fiel amiga. Crédito: TikTok, @amazinggracieandfriends

La silla de ruedas hecha con bloques de Lego no solo marcó un antes y un después en la vida de Gracie, sino que también demostró cómo la creatividad y la empatía pueden superar barreras aparentemente insuperables. Según Mostly Mutts, el diseño de Dylan no solo fue una solución práctica, sino también un símbolo de esperanza para otros animales con discapacidades.

El refugio Mostly Mutts desempeña un papel crucial en la rehabilitación y adopción de animales en Georgia. Según informó el centro, su misión es reducir el número de animales sometidos a eutanasia en refugios locales mediante la prestación de servicios de salud, entrenamiento y cuidado emocional. El joven destacó la importancia de este tipo de iniciativas, ya que sin la intervención del refugio, Gracie probablemente habría sido sacrificada. Su historia es un recordatorio del impacto positivo que pueden tener las organizaciones de rescate y las personas comprometidas con el bienestar animal.

Hoy en día, Gracie vive en una granja junto a otros perros, donde disfruta de una vida plena y feliz. Su historia no solo es un testimonio de su propia fortaleza, sino también del impacto que puede tener un acto de bondad. Dylan reflexionó sobre su experiencia ayudando a Gracie: “Fue increíble darme cuenta de que podía ayudar a un animal discapacitado y verlo vivir una vida más feliz”.