
Los perros son animales altamente sociales que establecen vínculos profundos con sus cuidadores. Cuando un perro pierde a su dueño, puede experimentar una serie de comportamientos asociados con el duelo. Algunos perros pueden reducir su actividad, perder el interés en el juego, dormir más de lo habitual o incluso perder el apetito. Estas reacciones pueden deberse tanto a su naturaleza social como a un posible contagio emocional al percibir el estado de ánimo de quienes los rodean.
Estudios muestran que los perros no reaccionan necesariamente a la muerte en sí, sino a la ausencia de su compañero humano y a los cambios en su rutina. Su comportamiento suele alterarse significativamente, mostrando signos de ansiedad, tristeza o incluso buscando refugio en otros miembros de la familia o en los espacios que solía compartir con su dueño.
Entre estos, uno de los más comunes es la tendencia a escapar en busca de la persona fallecida, especialmente si identifica un lugar específico donde solía estar, como su hogar o, en algunos casos, su tumba. Este tipo de conducta refleja el fuerte lazo emocional que los perros desarrollan con los seres humanos y su incapacidad para comprender la muerte de la misma manera en que lo hace una persona. Esto fue lo que le ocurrió a Amigo Fiel, un perro de color beige con ojos dorados que perdió a su dueño recientemente.
La historia de Amigo Fiel

Un caso particular de duelo canino es el de Amigo Fiel, un perro que perdió a su dueño y, tras su fallecimiento, aprendió el camino hacia el cementerio, donde lo visitaba diariamente. La fuerte conexión que tenía con su cuidador lo llevaba a permanecer largas horas junto a su tumba, siendo necesario retirarlo en varias ocasiones.
“Aprendí el camino hacia el cementerio y lo visito diario, me tienen que sacar a empujones de la tumba de mi papá. Hoy ya estoy en resguardo por qué nadie se hizo responsable de mí, y corría peligro mi vida en la calle”, se lee en la publicación de Instagram del refugio Adopta un ángel mascota en México.
Este can tiene dos años de edad, de talla mediana y con un peso aproximado de 15 kilogramos. Es de un comportamiento tranquilo, tiene energía media-baja y una gran afición por tomar el sol. Su adaptabilidad le permite vivir en interiores sin causar destrozos ni problemas de comportamiento.
El refugio Adopta un ángel mascota recalcó que este can no tuvo una persona que se hiciera cargo de él cuando su dueño falleció, por lo que ahora se encuentra resguardado en las instalaciones de la organización y actualmente está en búsqueda de una familia que le brinde amor y estabilidad. Además, será entregado en adopción vacunado, desparasitado y esterilizado.
Las personas interesadas en adoptarlo deben cumplir con ciertos requisitos para garantizar su bienestar. Se busca una familia responsable y comprometida, con la paciencia y tolerancia necesarias para educarlo con amor y respeto. Asimismo, se requiere que el adoptante tenga disponibilidad de tiempo para sacarlo a pasear y permitirle interactuar con otros perros. Es indispensable que sea tratado como un miembro más de la familia, sin ser relegado a patios o azoteas. La adopción está limitada a la Ciudad de México y el Área Metropolitana, evitando zonas con altos índices de maltrato y abandono animal.
Acompañamiento en el duelo de los perros

Ante la pérdida de un ser querido, los perros pueden manifestar cambios de comportamiento que requieren atención especial. Algunas de las estrategias para ayudarlos a superar el duelo de manera saludable es tener una rutina estable. La ausencia de un dueño puede generar confusión y ansiedad en el perro, por lo que seguir horarios establecidos para la alimentación, los paseos y el juego puede proporcionar seguridad y estabilidad emocional.
De acuerdo con Purina, aumentar el tiempo de interacción con el perro ayuda a ofrecerle afecto y acompañamiento. Los canes suelen buscar más atención por parte de los humanos tras la pérdida de un compañero, ya sea humano o animal. Según estudios rescatados por National Geographic,, el 67% de los perros en duelo presentan esta conducta como mecanismo de protección. Además, el 57% muestra menos interés en el juego, el 46% reduce su actividad física, el 35% duerme más de lo habitual, el 32% disminuye su ingesta de alimento y el 30% incrementa su tendencia a ladrar o aullar.
En algunos casos, la adopción de un nuevo compañero canino puede ser beneficiosa, siempre y cuando el perro en duelo muestre interés en socializar y no presente signos de rechazo hacia otros animales. Sin embargo, esta decisión debe tomarse con cautela, evaluando la personalidad y necesidades del perro afectado.
Por último, en situaciones donde los signos de duelo se prolongan y afectan significativamente la calidad de vida del animal, es recomendable acudir a un especialista en comportamiento canino. Un etólogo o adiestrador profesional puede proporcionar estrategias específicas para ayudar al perro a superar la pérdida de manera adecuada.
ultimas
Nari y Safari, los perros rescatistas que dan esperanza y apoyo emocional tras el terremoto en Tailandia
En medio de la devastación, los canes de rescate son un faro de esperanza para la población afectada por el sismo

Gatoterapia, así es la nueva alternativa para reducir los niveles de estrés en personas bajo presión
Nuevos estudios sugieren que algunos gatos pueden llegar a ser muy buenos para implementar terapia asistida

Proyecto ‘Darwin’s Cats’, el estudio científico global que busca comprender la genética de los felinos
Este análisis masivo pretende llegar a los cien mil participantes inscritos de múltiples procedencias para identificar patrones relacionados con salud, comportamiento y descendencia

Tres animales que controlan las plagas de manera natural, ¿Realmente comen 500 garrapatas al día?
Estas especies desempeñan un rol clave en el combate contra las plagas de parásitos que amenazan a animales y humanos, tanto en zonas rurales como urbanas del país

Canelita, la perra que pasó de vivir en soledad a tener el cariño de un grupo de estudiantes
La adopción de perros callejeros no solo mejora la calidad de vida de estos animales, sino que también crea un vínculo emocional único con las personas que les dan una segunda oportunidad
