Mujer creyó estar cuidando a un gato macho sin hogar, hasta que un día descubrió gatitos junto a él

Una cuidadora descubrió que el animal no sólo no era un macho sino que estaba dando a luz bajo temperaturas gélidas

Guardar
Esta tierna historia cautivó a
Esta tierna historia cautivó a decenas en internet (IG/ @fostershomeforkittens)

En un giro inesperado, una mujer que cuidaba a un gato callejero descubrió que el animal, al que había asumido como macho, era en realidad una gata que estaba dando a luz.

La historia comenzó cuando Sara, una chica preocupada por el bienestar del felino, notó que un gato blanco y negro, que pertenecía a una casa cercana, había sido abandonado tras el desalojo de sus dueños.

Con temperaturas que descendían hasta los -8,8℃, decidió intervenir y construir un refugio aislado con un contenedor grande para que el animal pudiera mantenerse caliente y seguro. Durante semanas, alimentó al gato, creyendo que era macho, hasta que una mañana descubrió que estaba dando a luz.

Un rescate urgente

La rescatista ha documentado a las crías interactuado con su madre (IG/ @fostershomeforkittens)

“Cuando se dio cuenta de que no era un macho, sino una madre en labor de parto, pidió ayuda a un grupo de rescate”, explicó Laila, una rescatista y cuidadora de animales que se hizo cargo de la situación, según consignó el blog dedicado a recopilar historias de felinos, Love Meow.

Laila, al enterarse de la situación, se apresuró a recoger a la gata, que fue bautizada como Oreo, junto con sus recién nacidos. Según detalló el blog, el refugio improvisado no era suficiente para proteger a los pequeños de las bajas temperaturas.

Durante el traslado, Oreo no se separó de sus crías, manteniéndolas cerca de su cuerpo para proporcionarles calor y permitirles alimentarse.

“Cuando llegamos a casa, retiré las toallas congeladas de la caja en la que estaban, quité la tapa y coloqué una manta suave en su lugar”, relató Laila. Aunque al principio Oreo parecía desconfiar, rápidamente mostró gratitud por estar en un ambiente cálido y seguro.

Para facilitar la adaptación, Laila llevó comida directamente a Oreo, evitando que tuviera que alejarse de sus crías. “Es una madre muy dulce y protectora. Solo se aleja de los bebés para comer o usar la caja de arena, y luego regresa inmediatamente con ellos”, agregó la rescatista.

Con el paso de los días, Oreo comenzó a sentirse más cómoda en su nuevo entorno y a confiar en su familia de acogida. Permitió que Laila manipulara y pesara a sus crías, mostrando una notable tranquilidad, como si entendiera que estaban en buenas manos.

Una familia amorosa

Los gatitos bebé recibieron nombres
Los gatitos bebé recibieron nombres de galletas: Snickerdoodle, Chocolate chip, Peanut butter, Oatmeal Raisin (IG/ @fostershomeforkittens)

El 27 de febrero, se anunció que los gatitos ya tenían nombres, siguiendo una temática de galletas en honor a su madre, Oreo: Peanut Butter, Snickerdoodle, Chocolate chip y Oatmeal Raisin. “Los bebés tienen nueve días hoy y no estarán disponibles para adopción hasta dentro de 8 a 10 semanas”, detalló Laila en redes sociales.

Los pequeños permanecían acurrucados cuando su madre se alejaba brevemente, disfrutando del calor del hogar mientras afuera las temperaturas seguían siendo gélidas.

A medida que crecían, los gatitos abrieron los ojos y comenzaron a explorar su entorno con curiosidad. Aunque ya estaban superando el espacio de la caja inicial, Oreo no intentó moverlos a otro lugar. Fue Laila quien, al cumplir tres semanas, trasladó a los pequeños a un área más amplia. Después de inspeccionar el nuevo espacio, Oreo lo aprobó sin problemas.

“Es una de las mejores madres que he tenido el placer de cuidar. Es increíblemente dulce”, comentó Laila al medio.

Con cuatro semanas de vida, los gatitos comenzaron a aventurarse fuera de su nido, mostrando interés por jugar y explorar. También empezaron a experimentar con la comida y el agua, aunque algunos, como Peanut Butter, aún estaban aprendiendo a comer de un plato.

Gracias a la dedicación de Sara, quien inicialmente construyó el refugio, y al cuidado de Laila, Oreo y sus crías han prosperado en un ambiente seguro y cálido. Mientras los pequeños continúan creciendo y desarrollándose, se espera que pronto estén listos para encontrar hogares permanentes donde puedan vivir felices y protegidos.