Día Internacional de la Foca: Bigotes sensibles, visión nocturna y otros superpoderes de estos animales marinos

Desde su origen histórico hasta los peligros actuales, estos pinnípedos representan la resistencia de la fauna marina frente a desafíos ambientales

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Las focas comunes pueden bucear
Las focas comunes pueden bucear hasta 30 minutos, mientras que los elefantes marinos soportan inmersiones de dos horas (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cada 22 de marzo se celebra el Día Internacional de la Foca, una fecha dedicada a la concienciación sobre la importancia de estos increíbles mamíferos marinos y la necesidad de proteger su hábitat.

Las focas han habitado los océanos durante millones de años y continúan asombrando a científicos y amantes de la vida marina por sus extraordinarias adaptaciones y comportamiento.

Estos animales, conocidos también como pinnípedos, poseen características únicas que les permiten sobrevivir en condiciones extremas, según World Animal Protection, organización internacional que aboga por los derechos de los animales.

Desde su capacidad para contener la respiración durante largos periodos hasta su peculiar forma de dormir, las focas son un ejemplo de la diversidad y complejidad de la vida marina.

Adaptaciones extraordinarias

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Los sensibles bigotes de las focas detectan vibraciones, permitiéndoles cazar incluso en la oscuridad (Imagen Ilustrativa Infobae)

Uno de los aspectos más sorprendentes de las focas es su habilidad para contener la respiración bajo el agua. Según World Animal Protection, esta capacidad varía según la especie.

Por ejemplo, las focas comunes pueden permanecer sumergidas hasta 30 minutos, mientras que los elefantes marinos pueden hacerlo por un tiempo impresionante de hasta 2 horas.

Esto es posible gracias a su capacidad para almacenar grandes cantidades de oxígeno en sus músculos sin que estos se vean afectados.

Además, las focas tienen una forma peculiar de dormir en el agua conocida como “bottling”. En esta posición, su cuerpo permanece completamente sumergido, dejando sólo el hocico fuera del agua para respirar. Sin embargo, cuando buscan calor o cuidan a sus crías, prefieren descansar en tierra.

Diversidad y clasificación de los pinnípedos

Las focas, junto con los leones marinos y las morsas, pertenecen al suborden Pinnipedia, que significa “pie de aleta” en latín. Según World Animal Protection, existen actualmente 33 especies de focas, siendo el elefante marino del sur la especie más grande y la foca anillada la más pequeña.

Estos animales se dividen en tres familias principales: los fócidos (focas verdaderas o de pelo), los otáridos (leones marinos y focas de piel) y los odobénidos (morsas).

En cuanto a su apariencia, las focas pueden parecer carentes de orejas, pero en realidad las tienen ocultas bajo la piel, careciendo únicamente de pabellones auriculares externos. Esta característica las diferencia de otros pinnípedos como los leones marinos, que sí poseen orejas visibles.

Comportamiento social y comunicación

Aunque no están relacionadas con los perros, las focas son conocidas como los “perros del mar” debido a su naturaleza curiosa, juguetona y sociable.

Según World Animal Protection, estos animales están protegidos por la Ley de Protección de Mamíferos Marinos, que prohíbe su acoso, captura o cualquier acción que altere su comportamiento natural.

Las focas también son animales muy comunicativos. Emiten sonidos tanto dentro como fuera del agua, especialmente durante la temporada de apareamiento. En el caso de las focas comunes, las crías emiten llamadas distintivas que pueden ser escuchadas a un kilómetro de distancia, lo que les permite mantenerse en contacto con sus madres.

Adaptaciones sensoriales y alimentación

Las focas poseen adaptaciones sensoriales únicas que las convierten en depredadores altamente eficientes.

Según el Servicio Nacional de Pesca Marina (NOAA Fisheries), sus bigotes, similares a los de los gatos, son extremadamente sensibles y les permiten detectar las vibraciones de sus presas en el agua. Incluso las focas ciegas pueden cazar con éxito gracias a esta habilidad.

En cuanto a su visión, las focas están mejor adaptadas para ver bajo el agua que en tierra. Sus ojos tienen lentes redondeadas y una gran apertura del iris, lo que les permite captar la luz en las profundidades del océano. Además, su retina tiene una capa reflectante similar a la de los gatos, que amplifica la luz en condiciones de poca visibilidad.

En términos de alimentación, las focas son oportunistas y consumen una variedad de peces, crustáceos y moluscos. Su gruesa capa de grasa, conocida como blubber, les permite sobrevivir largos periodos sin comer, almacenando energía para cuando el alimento escasea.

Hábitat y distribución

En la región de Nueva Inglaterra, se pueden observar dos especies de focas que se reproducen localmente: las focas comunes y las grises.

Según NOAA Fisheries, otras especies como las focas de arpa, las focas encapuchadas y las focas anilladas, que se reproducen en el Ártico, también pueden aparecer ocasionalmente en esta área.

Las focas son animales semiacuáticos que pasan parte de su tiempo en tierra para descansar, dar a luz y mudar su pelaje. Es completamente normal verlas en playas o rocas, y no necesitan estar constantemente mojadas.

Conservación y amenazas

Las focas, leones marinos y
Las focas, leones marinos y morsas forman parte de las 33 especies del suborden Pinnipedia (FB/Mystic Aquarium)

A pesar de su adaptabilidad, las focas enfrentan diversas amenazas, desde la explotación en parques de entretenimiento hasta el cambio climático.

Según World Animal Protection, es fundamental evitar las atracciones turísticas que involucren el maltrato de estos animales y promover prácticas de viaje responsables.

En el caso de las focas grises, cuya población parece estar en aumento, su presencia ha atraído a depredadores como los tiburones blancos, especialmente en las costas de Massachusetts. Esto se debe a que las focas son una fuente de alimento para estos tiburones, cuya presencia también está influenciada por el calentamiento de las aguas oceánicas.

Un legado de millones de años

Las focas han habitado los océanos durante aproximadamente 28 a 30 millones de años, según los registros fósiles. Su capacidad para adaptarse a diferentes entornos y condiciones climáticas las ha convertido en una de las especies más resilientes del reino animal.

Conocer más sobre estas criaturas no sólo nos permite admirar su complejidad, sino también reflexionar sobre la importancia de proteger su hábitat y garantizar su bienestar en un mundo en constante cambio.