¿Una próxima pandemia? Estudio advierte que la alteración de la dieta de los murciélagos puede aumentar la propagación de virus

La investigación evidencia que el desplazamiento de murciélagos hacia áreas agrícolas altera sus hábitos alimenticios y podría acrecentar la transmisión de enfermedades virales

Guardar
La deforestación aumenta los movimientos
La deforestación aumenta los movimientos de murciélagos hacia áreas agrícolas, incrementando su contacto con humanos (Imagen Ilustrativa Infobae)

Un reciente estudio reveló cómo la pérdida de hábitats naturales y la alteración de las dietas de los murciélagos pueden aumentar significativamente el riesgo de transmisión de virus a otras especies, incluidos los humanos.

Los murciélagos que enfrentan la destrucción de sus ecosistemas y la consecuente falta de alimentos nativos tienden a buscar sustento en áreas agrícolas, lo que no sólo modifica su comportamiento alimenticio, sino que también incrementa la propagación de virus.

El estudio, publicado el 19 de febrero de este año en la revista científica Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences, se centró en los efectos de las dietas no nativas en los murciélagos y cómo estas influyen en la eliminación de virus.

Utilizando murciélagos frugívoros jamaicanos como modelo, los investigadores descubrieron que una dieta baja en proteínas, similar a la que los murciélagos consumen al alimentarse de frutas como mandarinas o cocos, provoca que estos animales eliminen más virus durante un período más prolongado.

Este fenómeno podría estar relacionado con un aumento en la búsqueda de alimentos y un mayor movimiento, lo que incrementa las posibilidades de transmisión viral a otras especies.

Impacto de la dieta en la propagación viral

Las dietas altas en grasas
Las dietas altas en grasas en murciélagos redujeron la excreción de virus, según modelos probados en laboratorio (Imagen Ilustrativa Infobae)

De acuerdo con el equipo de investigación, los murciélagos sometidos a una dieta baja en proteínas mostraron una mayor eliminación de virus en comparación con aquellos que consumieron una dieta estándar rica en proteínas y azúcares.

Sorprendentemente, los murciélagos alimentados con una dieta alta en grasas, similar a la que obtendrían de frutas como el coco, eliminaron menos virus y durante un período más corto que incluso los que seguían la dieta estándar.

La doctora Caylee Falvo, coautora principal del estudio, Cambios metabólicos inducidos por la dieta influyen en la respuesta inmunitaria y la propagación viral en los murciélagos frugívoros de Jamaica, explicó que estos hallazgos subrayan la sensibilidad de los murciélagos a los cambios en su alimentación en una entrevista para el portal de noticias de la Universidad Cornell.

Sin embargo, advirtió que, aunque los murciélagos con dietas altas en grasas eliminan menos virus, el aumento en la necesidad de alimentos podría llevarlos a moverse más y, por ende, a incrementar el riesgo de exposición y transmisión.

“Tal vez eliminen el virus durante menos tiempo, pero debido a que necesitan consumir más alimentos, el riesgo de exposición podría ser mayor porque los murciélagos se desplazan más por el paisaje”, señaló Falvo.

El estudio también identificó cambios en los metabolitos intestinales de los murciélagos según su dieta, lo que afectó su capacidad para combatir infecciones virales.

En particular, se observó que el aminoácido citrulina, presente en la dieta alta en grasas, desempeñó un papel crucial en el fortalecimiento de la función inmunológica. Sin embargo, los investigadores destacaron que se necesitan estudios adicionales para comprender completamente los mecanismos detrás de este efecto.

El doctor Daniel Crowley, otro de los coautores principales, indicó que el equipo está llevando a cabo investigaciones adicionales para manipular la citrulina y evaluar su impacto en la eliminación viral.

“Ahora estamos realizando un estudio de seguimiento en el que manipulamos este metabolito específico para ver si podemos influir en la eliminación del virus”, explicó.

Relación con el cambio climático y la actividad humana

Expertos reafirman que restaurar hábitats
Expertos reafirman que restaurar hábitats naturales es esencial para limitar riesgos de pandemias futuras (Imagen Ilustrativa Infobae)

Más allá de los hallazgos en el laboratorio, el estudio advierte sobre las implicaciones más amplias del cambio climático y la expansión humana en los ecosistemas naturales.

Según Plowright, la destrucción de hábitats y la alteración de los ecosistemas no solo estresan a los murciélagos, sino que también crean nuevas interfaces entre la vida silvestre y los humanos, aumentando el riesgo de transmisión de virus.

“Algunos de estos virus son increíblemente letales, pero seguimos destruyendo la tierra, cambiando el clima y alterando los ecosistemas. Todo esto incrementa el riesgo de transmisión”, afirmó Plowright.

Entre los virus que los murciélagos pueden portar se encuentran los precursores del SARS-CoV-2 (causante de la COVID-19), el SARS-CoV-1 (responsable del brote de SARS en 2003), el Nipah, el Hendra y el Ébola, todos ellos con potencial de causar brotes graves o pandemias.

El equipo de investigación enfatizó que prevenir futuras pandemias requiere un enfoque proactivo que incluya la conservación y restauración de hábitats naturales.

Según Plowright, la complacencia tras la pandemia de COVID-19 podría ser peligrosa, ya que la naturaleza alberga una gran diversidad de virus con tasas de mortalidad que pueden superar el 50% o incluso el 70%.

“Estamos en una situación extraordinaria en la que estamos desmantelando nuestra capacidad para detectar y responder a la próxima pandemia, mientras aceleramos nuestra expansión en el mundo natural. La próxima pandemia podría ser mucho más mortal”, advirtió Plowright.

El estudio fue realizado por un equipo multidisciplinario que incluyó ecólogos del comportamiento, inmunólogos, virólogos y estadísticos de diversas instituciones como la Universidad Estatal de Montana, el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas la Universidad Estatal de Misisipi, la Universidad de Misuri y la Universidad Estatal de Colorado.