“La cantidad de lesiones que sufrió es impactante”, hombre es condenado a prisión tras maltratar brutalmente a su perra

Mulla, una pitbull que fue sometida a un cruel maltrato en Clacton-on-Sea, Essex, Reino Unido, ha conmovido a la opinión pública tras revelarse los impactantes detalles de su historia. La perra sufrió un abuso físico severo que le provocó múltiples fracturas y heridas graves, dejándola en estado crítico.

Tras una exhaustiva investigación, las autoridades tomaron medidas para asegurarse de que la perra nunca vuelva a sufrir. Como resultado, el responsable de su maltrato fue condenado a 12 meses de prisión y se le prohibió de por vida poseer animales.

El fallo fue emitido el pasado 20 de febrero por el Tribunal de Magistrados de Chelmsford, luego de que el caso expusiera la magnitud del abuso y las graves secuelas que padeció el animal, según informó la Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (RSPCA).

Los cargos de este caso incluyeron dos casos de causar sufrimiento innecesario a la pitbull mediante abuso físico, no proporcionarle atención veterinaria para tratar sus heridas, no protegerla del dolor y el sufrimiento, y no satisfacer sus necesidades básicas, como una nutrición adecuada y el tratamiento de su condición corporal deteriorada.

Además de la pena de prisión y la prohibición, su antiguo dueño Mason Lukeman de 21 años fue condenado a pagar un recargo de £154 (aproximadamente 180 euros), de acuerdo con información compartida por la RSPCA a través de su sitio web.

El rescate de Mulla ocurrió el 9 de enero del año pasado, cuando una agente inmobiliaria que visitaba el apartamento de Lukeman encontró al animal encerrado en el baño en condiciones alarmantes.

Según detalló la organización, la perra presentaba cortes abiertos en la cabeza, sangre en la boca, costillas visibles debido a su extrema delgadez, y una cola torcida. La mujer logró convencer a Lukeman para que le entregara a la perrita, llevándola de inmediato a un veterinario para recibir atención urgente.

Los exámenes médicos revelaron la magnitud del abuso sufrido por el animal. Según los informes veterinarios, Mulla tenía fracturas recientes en el cráneo y los pómulos, dientes rotos, costillas fracturadas y vértebras de la cola dislocadas.

Además, su ojo derecho estaba tan dañado que, a pesar de los esfuerzos médicos, tuvo que ser extirpado posteriormente. Las lesiones eran consistentes con episodios repetidos de trauma contundente, lo que llevó a los expertos a concluir que el maltrato había ocurrido en múltiples ocasiones.

Un informe veterinario citado por la RSPCA indicó que las heridas más recientes, incluidas las fracturas en el rostro y la cabeza, probablemente ocurrieron el 8 o 9 de enero de 2024, justo antes de su rescate. El informe también señaló que las lesiones en la piel eran compatibles con daños asociados a traumas físicos.

La inspectora Emma Beynon, quien lideró la investigación, expresó su consternación por la gravedad de las lesiones y el sufrimiento prolongado que Mulla tuvo que soportar.

“La cantidad de heridas severas que sufrió, desde la cabeza hasta la cola, es impactante. Nunca sabremos el alcance completo de lo que tuvo que soportar, pero las evidencias muestran que fue sometida a un trato horrendo en repetidas ocasiones”, declaró.

El caso también destacó la valentía de la agente inmobiliaria que rescató a la pitbull. Según el informe, el juez elogió su intervención, señalando que, de no haber actuado, el desenlace podría haber sido mucho peor. La mujer no sólo rescató al animal, sino que continuó involucrándose en su recuperación y bienestar.

Tras su rescate, Mulla fue trasladada al Hospital Animal de Finsbury Park, donde recibió tratamiento especializado. Gracias a los cuidados del equipo veterinario, logró recuperarse y fue reubicada en un nuevo hogar.

Ahora, bajo el nombre de Hope, vive con una familia que le brinda amor y atención. “Ella está disfrutando de una nueva vida maravillosa con sus nuevos dueños”, afirmó Beynon, quien también agradeció al personal del hospital y a su colega Rebecca Yarrow por su dedicación en el caso.

“Espero que esta sentencia envíe un mensaje claro de que el abuso animal no será tolerado en nuestra sociedad y que quienes lo cometan enfrentarán castigos severos”, declaró.