Bonellia viridis: el extraño gusano marino donde las hembras transforman a los machos en “testículos vivientes”

Desde las profundidades del Mediterráneo, esta especie destaca por un sistema único de reproducción y un compuesto químico con potencial medicinal

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Esta especie marina destaca por
Esta especie marina destaca por su pigmento tóxico, que actúa como defensa y define el sexo de las larvas (Diego Delso/ Wikimedia)

En las profundidades del océano, una criatura de color verde brillante desafía las nociones tradicionales de biología y reproducción.

El Bonellia viridis, conocido como gusano cuchara verde, no sólo destaca por su apariencia peculiar y su tóxico pigmento, sino también por un sistema reproductivo único que convierte a los machos en organismos microscópicos dedicados exclusivamente a fertilizar los huevos de las hembras.

Esta especie marina, que habita en los fondos del noreste del Atlántico y el Mediterráneo, presenta un fascinante mecanismo químico que determina el sexo de sus larvas y redefine el concepto de simbiosis.

Una especie muy peculiar

Los machos de esta especie
Los machos de esta especie son organismos microscópicos que viven como parásitos de las hembras (Bernard Picton/ Wikimedia)

El Bonellia viridis recibe su nombre común por su “probóscide”, que es una especie de “cuchara” que tiene en la cabeza. Esta parte de su cuerpo funciona como una trompa o pico, y se usa para succionar.

Este apéndice, que puede alcanzar hasta diez veces la longitud de su cuerpo, se extiende sobre los sedimentos del lecho marino para recolectar materia orgánica, pequeños invertebrados e incluso restos en descomposición.

De acuerdo con National Geographic, el cuerpo principal del gusano, que mide entre 15 y 18 centímetros de largo, permanece enterrado en el fondo marino, a menudo en madrigueras creadas por otros animales.

Mientras tanto, su probóscide ondea en el agua como un “monstruo tentáculo”, según describió Trond Roger Oskars, investigador del Instituto de Investigación Møreforsking, en declaraciones a la revista científica, Live Science.

Este apéndice no solo es esencial para la alimentación, sino que también está recubierto de un pigmento tóxico llamado bonelina. Este compuesto no solo protege al gusano de los depredadores, sino que también tiene propiedades antibacterianas y juega un papel crucial en la determinación del sexo de las larvas.

¿De dónde viene su color verde?

La bonelina, responsable del característico color verde brillante del gusano, es un elemento central en la vida del Bonellia viridis.

Según detalló Live Science, este pigmento actúa como un mecanismo de defensa al advertir a los depredadores de su toxicidad. Además, tiene la capacidad de paralizar a pequeños animales, lo que permite al gusano incluirlos en su dieta. Sin embargo, su función más sorprendente es la influencia que ejerce sobre las larvas de la especie.

Cuando una larva de Bonellia viridis se asienta en el fondo marino, se desarrolla como hembra. Pero si la larva entra en contacto con la bonelina presente en el cuerpo de una hembra adulta, su destino cambia drásticamente: se convierte en un macho microscópico.

Este macho, que mide apenas unas pocas micras, es absorbido por el cuerpo de la hembra, donde vive como un parásito cuya única función es fertilizar sus huevos. “Básicamente, se reduce a un testículo viviente”, explicó Oskars a Live Science.

El sistema reproductivo de este gusano marino es un ejemplo extremo de dimorfismo sexual y dependencia simbiótica. Mientras que las hembras son grandes, visibles y autónomas, los machos son completamente dependientes de ellas para sobrevivir.

Según National Geographic, esta estrategia reproductiva asegura que las hembras tengan acceso constante a un suministro de esperma, eliminando la necesidad de buscar pareja en las vastas y oscuras profundidades del océano.

Este fenómeno no es exclusivo del Bonellia viridis, ya que otras especies marinas, como ciertos peces rape, también presentan machos que se fusionan con las hembras.

Sin embargo, el caso del gusano cuchara verde destaca por la influencia química de la bonelina en la determinación del sexo, un proceso que no depende de factores genéticos, sino del entorno en el que se desarrolla la larva.

El potencial científico de la bonelina

Científicos destacan su relevancia en
Científicos destacan su relevancia en estudios biotecnológicos y en nuevas investigaciones farmacéuticas (Eridan Xharahi/ Wikimedia)

Además de su papel en la biología del Bonellia viridis, la bonelina ha despertado el interés de la comunidad científica por sus propiedades antibacterianas.

Según Live Science, este pigmento está siendo investigado como un posible antibiótico, con aplicaciones potenciales en la medicina. Oskars destacó que el estudio de criaturas marinas como el gusano cuchara verde podría revelar compuestos con beneficios aún desconocidos para la humanidad.

“Solo conocemos el 10% de las especies en el océano. ¿Quién sabe qué otras criaturas están esperando ser descubiertas con propiedades igualmente fascinantes?”, afirmó el investigador.

El Bonellia viridis se encuentra en los fondos marinos del noreste del Atlántico, desde el Mediterráneo hasta el norte de Noruega, y también ha sido identificado en el mar Rojo y el sur de Australia.

Según National Geographic, esta especie prefiere aguas profundas, generalmente a más de 20 metros, donde excava en los sedimentos para establecer su hogar.

Aunque su distribución es amplia, su hábitat específico y su comportamiento alimenticio lo convierten en un componente clave de los ecosistemas marinos, actuando como un “aspirador” que limpia el fondo del océano al consumir materia orgánica en descomposición.