Gata se acerca por comida y demuestra que no es como los demás, al entrar a una casa su verdadera personalidad sale a la luz

En un encuentro poco común, un felino mostró una actitud que sorprendió a las rescatistas

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Lulu fue descubierta en una
Lulu fue descubierta en una colonia feral y sorprendió a su rescatista con su comportamiento amigable (FB/ Catz 4 Life, Inc.)

Una gata de pelaje atigrado, conocida como Lulu, encontró refugio y cariño tras ser rescatada de una colonia de gatos ferales.

Su historia destaca por la personalidad única de esta felina, que desde el primer momento mostró un comportamiento inusualmente afectuoso para un animal en situación de calle.

Ahora, mientras disfruta de los cuidados de su madre de acogida, espera encontrar una familia que la adopte y le brinde el hogar definitivo que merece.

Lulu fue descubierta por una mujer que acudía regularmente a alimentar a una colonia de gatos ferales. En un principio, la rescatista asumió que era como los demás felinos del grupo, pero pronto se dio cuenta de que esta gata era diferente.

Un nuevo comienzo para Lulu

En su rutina diaria, la
En su rutina diaria, la felina prioriza el contacto huamno por encima de sus juguetes y comida (FB/ Catz 4 Life, Inc.)

Mientras los otros gatos mantenían su distancia, Lulu se acercó sin temor, buscando tanto comida como afecto, compartida por el medio especializado Love Meow.

“Esta gata atigrada marrón se acercó y fue tan dulce y cariñosa. Fue entonces cuando se dio cuenta de que era una gata distinta”, explicó Aimee, presidenta de la organización Catz 4 Life, al medio.

La actitud de Lulu no sólo sorprendió a su rescatista, sino que también dejó claro que no pertenecía a la vida de una colonia feral. Según detalló Love Meow, la gata permitió que la levantaran y la sostuvieran sin resistencia, algo poco común en gatos que han crecido en la calle.

“Era demasiado amigable para seguir siendo una ‘callejera’ en una colonia feral”, añadió Aimee.

Tras el rescate, la mujer que encontró a Lulu intentó localizar a sus posibles dueños, pero no tuvo éxito. No se encontró ningún microchip que permitiera identificarla y, pese a los esfuerzos, nadie reclamó a la gata.

Finalmente, fue llevada a un veterinario para asegurarse de que estuviera en buen estado de salud antes de ser trasladada a un hogar de acogida.

En este nuevo entorno, Lulu fue recibida por Laura, una voluntaria de Catz 4 Life, quien se convirtió en su madre de acogida. Según relató el medio, Lulu no tardó en adaptarse a su nueva vida bajo techo. Desde el primer día, mostró su carácter cariñoso, siguiendo a Laura por toda la casa y buscando constantemente su compañía.

La conexión entre Lulu y Laura se fortaleció rápidamente. La gata no sólo se acomodaba en el regazo de su madre de acogida, sino que también se acurrucaba en sus brazos, ronroneando con satisfacción y estirando sus patas en señal de confianza.

El centro de atención

El avance de Lulu desde
El avance de Lulu desde las calles hacia un cálido entorno refleja el esfuerzo de sus rescatistas (FB/ Catz 4 Life, Inc.)

A medida que pasaban los días, Lulu dejó claro que su prioridad era estar cerca de las personas que la cuidaban. Aunque disfruta de sus juguetes, su verdadera pasión es el contacto humano.

Lulu tiene una forma particular de expresar su afecto: se acurruca en el regazo de Laura, frota su cabeza contra ella y coloca su pata sobre su mano, como si quisiera asegurarse de que no la dejará sola.

Sin embargo, su relación con otros gatos no ha sido tan fluida. Pese a varios intentos de socialización, Lulu ha mostrado preferencia por ser la única mascota en el hogar.

Es muy protectora y no quiere que los gatos residentes se acerquen cuando está con su madre de acogida”, explicó Aimee. Esta característica refuerza la idea de que Lulu sería más feliz en un hogar donde pueda ser el centro de atención.

Mientras espera encontrar a su familia ideal, Lulu sigue disfrutando de la vida como una gata de interior. Según Love Meow, prefiere pasar el día acurrucada en los brazos de Laura antes que explorar otros rincones de la casa o tomar el sol junto a la ventana.

Su rutina diaria gira en torno a tres cosas: las personas, la comida y los juguetes, en ese orden de importancia.

Gracias al esfuerzo de su rescatista, los voluntarios de Catz 4 Life y su madre de acogida, Lulu ha dejado atrás la incertidumbre de la vida en la calle. Ahora, esta gata cariñosa y leal está lista para comenzar una nueva etapa junto a una familia que la valore y la cuide como se merece.

“Si buscas la definición de ‘bola de amor’, encontrarás una foto de ella”, concluyó Aimee al describir a Lulu. Mientras tanto, esta felina sigue repartiendo abrazos y ronroneos, segura de que pronto encontrará el hogar perfecto para ella.