Activistas rescatan a tres lechones abandonados a morir de hambre en una exposición de arte en Dinamarca

La instalación buscaba criticar la industria cárnica; sin embargo, desencadenó críticas y cuestionamientos éticos sobre la obra

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La obra “And Now You
La obra “And Now You Care” buscó reflejar el sufrimiento animal en la industria cárnica moderna (Emil Nicolai Helms/Ritzau Scanpix via AP)

Un grupo de activistas por los derechos de los animales rescató a tres lechones que formaban parte de una instalación artística en Copenhague, Dinamarca.

Los animales, que habían sido privados de alimento y agua como parte de la obra, fueron sustraídos de la galería por defensores de los derechos de los animales, con la colaboración de un amigo del propio artista, según informó la agencia de noticias Associated Press (AP).

Este hecho ha generado un intenso debate sobre los límites del arte y el trato ético hacia los animales. La exposición, titulada And Now You Care (Y ahora te importa), fue creada por el artista chileno Marco Evaristti con el objetivo de denunciar las prácticas de la industria porcina moderna.

El robo de los lechones

El artista chileno Marco Evaristti
El artista chileno Marco Evaristti enfrentó críticas por utilizar animales vivos en su exposición (Emil Nicolai Helms/Ritzau Scanpix via AP)

La instalación consistía en una jaula improvisada hecha con carritos de supermercado, en la que se encontraban los tres lechones, nombrados Lucía, Simón y Benjamín.

Según detalló AP, la intención de Evaristti era provocar una reflexión sobre el sufrimiento que padecen los animales en la producción masiva de carne. Sin embargo, la obra desató una ola de críticas y mensajes de odio hacia el artista, quienes lo acusaron de crueldad animal.

De acuerdo con la información publicada por AP, el rescate de los lechones fue llevado a cabo el pasado sábado por un grupo de activistas, con la ayuda de Caspar Steffensen, amigo de Evaristti. Steffensen explicó que tomó esta decisión tras la insistencia de su hija de 10 años, quien le pidió que evitara la muerte de los animales.

“Cuando un activista me contactó para liberar a los lechones, les permití entrar a la galería en secreto”, declaró Steffensen a la agencia. Aunque inicialmente no tenía intención de informar al artista sobre el rescate, la operación se hizo pública cuando el grupo de defensa animal De Glemte Danske (Los daneses olvidados) publicó un comunicado en línea reivindicando la acción.

Evaristti, quien denunció el robo ante la policía de Copenhague, expresó sentimientos encontrados respecto al incidente. En declaraciones recogidas por AP, el artista afirmó sentirse decepcionado al descubrir la implicación de su amigo en el robo, pero posteriormente reflexionó que, al menos, los lechones tendrían una vida mejor.

“Recibí muchos mensajes de odio de todo el mundo. Creo que la gente no entiende que mi arte trata sobre los derechos de los animales”, señaló Evaristti.

El cuestionamiento a la instalación

La controversia llevó al artista
La controversia llevó al artista a evaluar nuevas alternativas para revivir su obra (Emil Nicolai Helms/Ritzau Scanpix via AP)

La controversia en torno a la exposición ha puesto en el centro del debate las prácticas de la industria porcina en Dinamarca, uno de los mayores productores de carne de cerdo en Europa.

Según datos proporcionados por el grupo de protección animal mencionado por AP, las cerdas en esta industria son criadas para producir hasta 20 lechones por camada, aunque sólo cuentan con 14 tetas para alimentarlos.

Esto genera una competencia entre los lechones por la leche materna, lo que lleva a la inanición de muchos de ellos. Evaristti buscaba visibilizar esta problemática a través de su obra, pero su método ha sido cuestionado por organizaciones defensoras de los derechos de los animales, que consideran inaceptable el uso de animales vivos en este tipo de instalaciones.

La policía de Copenhague confirmó que recibió una denuncia por el robo de los lechones, aunque no se han reportado detenciones relacionadas con el caso. Mientras tanto, Evaristti ya está planeando nuevas formas de revivir su exposición.

Según AP, el artista ha considerado utilizar lechones muertos provenientes de plantas procesadoras de carne para presentarlos al público, o incluso adquirir tres nuevos lechones para subastarlos con la promesa de garantizarles una vida feliz.

El caso ha generado un amplio debate sobre los límites éticos del arte y la efectividad de este tipo de acciones para generar conciencia sobre temas sociales. Aunque Evaristti insiste en que su obra busca defender los derechos de los animales, sus métodos han sido duramente criticados por diversos sectores.

Por su parte, los activistas que participaron en el rescate de los lechones han defendido su acción como un acto necesario para evitar el sufrimiento de los animales.