No todas las plantas son pet friendly, estas son las flores que debes evitar si tienes perros en casa

El día de San Valentín y la víspera de la primavera traen consigo muchos tipos de flores, ya sea como un regalo para demostrar el amor o a causa de los brotes de la naturaleza. Sin embargo, no todos los ejemplares de estas son “pet friendly”.

Y es que las mascotas son pilares fundamentales de los hogares, a los que incluso se les considera familia, por lo que su bienestar y seguridad dependen en gran medida del entorno en el que se desenvuelven. Por ello, es necesario conocer y controlar los posibles peligros que puedan afectar su salud.

Entre los diversos factores que pueden representar un riesgo para los caninos se encuentran ciertas plantas y flores que contienen sustancias tóxicas que afectan la salud de los perros si las ingieren o entran en contacto con ellas.

Una variedad de flores pueden representar un peligro para la salud de los perros debido a la presencia de compuestos químicos que afectan su sistema digestivo, nervioso o cardiovascular.

De acuerdo con especialistas veterinarios, los padecimientos más frecuentes son vómitos y diarrea, pero algunas ocasionan hasta severos problemas cardíacos o gastrointestinales. Entre las plantas más comúnes son las siguientes:

• Azaleas: Estas flores contienen andromedotoxina, una sustancia que puede provocar vómitos, diarrea y, en casos graves, problemas cardíacos en los perros.
• Narcisos: Los alcaloides presentes en esta planta pueden generar síntomas como dolor abdominal, diarrea, vómitos y una disminución de la presión sanguínea.
• Tulipanes: Aunque toda la planta es tóxica, la mayor concentración de alcaloides se encuentra en la flor, lo que puede provocar síntomas similares a los causados por los narcisos, como vómitos y problemas gastrointestinales.
• Amaryllis: Contiene licorina y galantamina, sustancias que pueden ocasionar diarrea, vómitos, dolor abdominal y temblores en los perros.
• Laurel de jardín: Esta planta posee colchicina, un compuesto altamente tóxico que puede resultar peligroso para los caninos.
• Lirios: Aunque su nivel de toxicidad es mayor en los gatos, algunas especies de lirios pueden afectar la salud de los perros si son ingeridas, provocando síntomas gastrointestinales.
• Flor de Nochebuena: Aunque su toxicidad es leve, puede causar náuseas, diarrea y vómitos si un perro la ingiere en grandes cantidades.
• Crocus: Contiene colchicina, una sustancia que puede llegar a ser letal para los perros en dosis elevadas.
• Adelfa: Esta planta es altamente tóxica debido a la presencia de glucósidos cardioactivos, los cuales pueden provocar vómitos, arritmias y otros problemas cardiovasculares graves.
• Dedalera: Similar a la anterior, esta flor es extremadamente tóxica para los perros, causando alteraciones en el ritmo cardíaco y otras afecciones graves.
• Hiedra: Puede generar irritación en la boca, vómitos y problemas dermatológicos si un perro entra en contacto con sus hojas o flores.
• Geranios: Aunque no son tan tóxicos como otras plantas mencionadas, los geranios pueden causar malestar estomacal en los perros si los ingieren.

Mantener estas plantas fuera del alcance de los perros es fundamental para prevenir posibles intoxicaciones y garantizar su bienestar. Además, resulta esencial conocer las acciones a tomar en caso de que un perro haya ingerido alguna de estas flores.

En caso de sospecha de intoxicación por la ingestión de alguna de estas flores, es importante actuar con rapidez para minimizar los daños en la salud del animal.

En la medida de lo posible, se debe identificar la flor o planta que el perro ha consumido para así el diagnóstico y el tratamiento adecuado por parte del veterinario. Es crucial estar atento a signos de intoxicación, como vómitos, diarrea, salivación excesiva, dificultad para respirar, temblores, letargo o cambios en el ritmo cardíaco. La presencia de estos síntomas indica la necesidad de atención médica inmediata.

No se recomienda inducir el vómito sin consultar previamente a un veterinario, ya que algunos compuestos tóxicos pueden causar más daño si regresan por el esófago. Asimismo, el uso de remedios caseros puede agravar la situación en lugar de solucionarla. Es importante contactar de inmediato a un especialista veterinario y darle detalles sobre la planta, la cantidad aproximada consumida y los síntomas observados.

Actuar con tranquilidad y seguir las indicaciones del veterinario permitirá que el perro reciba la mejor atención posible. Dependiendo del tipo de toxina ingerida, el especialista podría administrar tratamiento sintomático, lavado gástrico o fármacos específicos para contrarrestar los efectos adversos.

Finalmente, cuando el perro reciba atención médica, es recomendable tomar medidas preventivas, como reubicar o eliminar plantas tóxicas del hogar y jardín, así como educar a los miembros de la familia sobre los peligros que ciertas flores pueden representar para los caninos.