Nacer, crecer y desaparecer en 5 meses: el camaleón con la vida más corta del mundo

En uno de los hábitats más vulnerables del mundo, esta especie realiza todo su ciclo de vida adulto en un breve lapso de tiempo

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Esta especie vive en Madagascar,
Esta especie vive en Madagascar, donde lucha por sobrevivir a los peligros que amenazan su existencia (Rod Waddington/ Wikimedia)

En los bosques de Madagascar, una especie única de camaleón ha desarrollado un ciclo de vida extraordinariamente breve y adaptado a las condiciones extremas de su entorno.

El camaleón de Labord (Furcifer labordi), endémico de las regiones occidentales y suroccidentales de la isla, ostenta el récord del ciclo de vida más corto entre los tetrápodos.

Según informó la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés), este reptil vive apenas entre cuatro y cinco meses como adulto, un lapso en el que nace, crece, se reproduce y muere.

Un ciclo de vida sincronizado con las estaciones

Su ciclo de vida depende
Su ciclo de vida depende de las lluvias que marcan un periodo corto de abundancia (Rod Waddington/ Wikimedia)

De acuerdo con la información publicada por la IUCN, el camaleón de Labord pasa la mayor parte de su existencia como embrión dentro de un huevo enterrado bajo el suelo del bosque.

Este periodo de desarrollo dura entre ocho y nueve meses, superando con creces su tiempo de vida como adulto. Una vez que las lluvias de noviembre marcan el inicio de la temporada húmeda, los huevos eclosionan y los camaleones emergen para iniciar un crecimiento acelerado.

En apenas dos meses alcanzan la madurez sexual, lo que les permite participar en una intensa temporada de apareamiento que tiene lugar en enero. El ciclo de vida de este camaleón está estrechamente vinculado a las condiciones climáticas de Madagascar, caracterizadas por estaciones húmedas y secas bien definidas.

Según detalló la IUCN, esta estrategia de vida parece ser una adaptación a la imprevisibilidad del clima en la región, donde los recursos como el agua y los alimentos son abundantes únicamente durante la temporada de lluvias. Al concentrar su existencia adulta en este breve periodo, los camaleones maximizan sus posibilidades de supervivencia y reproducción.

Durante la temporada de apareamiento, los machos compiten ferozmente por las hembras, en enfrentamientos que pueden ser físicamente intensos. Una vez que los machos han cumplido su propósito reproductivo, mueren poco después.

Las hembras, por su parte, dedican toda su energía a la puesta de huevos, depositando hasta 11 en el suelo en febrero. Horas después de completar esta tarea, las hembras también fallecen, dejando a la especie representada únicamente por los huevos enterrados hasta la próxima temporada húmeda.

Distribución limitada y amenazas crecientes

Este camaleón vive sólo cuatro
Este camaleón vive sólo cuatro o cinco meses como adulto antes de morir (Frank Vassen/ Wikimedia)

El camaleón de Labord habita exclusivamente en los bosques de tierras bajas del oeste y suroeste de Madagascar, a altitudes que van de los 20 a los 100 metros sobre el nivel del mar. Su presencia ha sido registrada en áreas como el bosque de Mikea, los bosques de Menabe y el Parque Nacional Kirindy Mitea, entre otros.

El camaleón de Labord destaca por su notable dimorfismo sexual. Los machos y hembras presentan diferencias físicas marcadas, y en los enfrentamientos entre machos, los individuos más grandes y con apéndices rostrales más cortos suelen imponerse. Por su parte, las hembras parecen preferir a los machos con apéndices más anchos.

Al igual que otros camaleones, esta especie posee la capacidad de cambiar de color, pero no como mecanismo de camuflaje, sino como una forma de comunicación. Según la IUCN, estas variaciones en la coloración pueden reflejar estados emocionales o servir para atraer parejas durante la temporada de apareamiento.

A pesar de su singularidad, el camaleón de Labord está clasificado como “Vulnerable” debido a su área de distribución limitada, estimada en 16,649 kilómetros cuadrados, y a la degradación progresiva de su hábitat.

La principal amenaza para esta especie es la deforestación, impulsada por la expansión agrícola, la producción de carbón vegetal y la tala de madera. Según la IUCN, los bosques del suroeste de Madagascar han experimentado algunas de las tasas más altas de pérdida de cobertura forestal en la isla entre 1990 y 2000.

Aunque la recolección comercial no representa un peligro inmediato, se ha documentado el comercio ilegal de la especie, con 18 ejemplares encontrados en mercados de Tailandia tras la suspensión de su exportación por parte de CITES en 1994.

La especie está clasificado como “Vulnerable” debido a su área de distribución limitada, estimada en 16,649 kilómetros cuadrados, y a la degradación progresiva de su hábitat. Aunque se encuentra dentro de áreas protegidas como la Reserva Especial de Andranomena y el Parque Nacional Mikea, estas medidas resultan insuficientes para garantizar su supervivencia a largo plazo.

Frente a este panorama, la IUCN ha enfatizado la necesidad de realizar investigaciones adicionales para comprender mejor la distribución, los requerimientos ecológicos y la historia de vida de la especie.