5 trucos infalibles para que tu perro y tu jardín puedan coexistir en paz

Un césped reforzado y zonas designadas de juego forman parte de las medidas clave para armonizar el espacio entre flora y mascotas

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Los perros pueden mostrar una
Los perros pueden mostrar una actitud inquieta ante las plantas, por lo que destinar un área específica para juegos es una excelente opción para mantener un jardin sin caos (Imagen Ilustrativa Infobae)

El cuidado del jardín puede convertirse en un desafío cuando se comparte el espacio con perros, especialmente si estos tienen hábitos como cavar, correr o hacer sus necesidades en el césped.

Existen estrategias efectivas para mantener un equilibrio entre un jardín saludable y las necesidades de las mascotas, según un artículo publicado por la agencia de noticias The Associated Press (AP).

Desde la elección del césped adecuado hasta la creación de áreas específicas para los perros, estas recomendaciones buscan minimizar los daños y garantizar la seguridad tanto de las plantas como de los animales.

Elegir el césped adecuado

Las razas grandes necesitan espacios
Las razas grandes necesitan espacios específicos debido al desgaste intensivo (Imagen Ilustrativa Infobae)

Uno de los primeros pasos para proteger el jardín es seleccionar un tipo de césped que sea resistente tanto al tránsito como a los efectos de la orina de los perros.

De acuerdo con AP, en regiones soleadas del noreste de Estados Unidos, una mezcla de semillas de pasto azul de Kentucky, combinada con un 10 % de raigrás perenne y festuca fina, puede ofrecer una solución duradera. Estas especies no sólo toleran el pisoteo, sino que también resisten mejor los efectos de la orina.

Para reforzar aún más la resistencia del césped, se recomienda añadir trébol a la mezcla de semillas. Este tipo de planta no solo soporta el tránsito, sino que también enriquece el suelo con nitrógeno de manera natural, lo que actúa como un fertilizante seguro y reduce la contaminación de las aguas subterráneas.

Sin embargo, el artículo advierte que, aunque estas opciones son efectivas para perros pequeños o medianos, como los beagles, es poco probable que soporten el desgaste diario causado por razas más grandes, como los pastores alemanes o los bullmastiffs.

Diseño de jardines densos para evitar daños

El diseño del jardín también juega un papel crucial en la protección de las plantas. Los jardines tradicionales, con amplios espacios cubiertos de mantillo entre las plantas, suelen ser un imán para los perros, que los utilizan como pistas de obstáculos.

Para evitar este problema, se sugiere optar por un diseño más denso, donde las plantas estén lo suficientemente juntas como para llenar los espacios al alcanzar su madurez, lo que generalmente ocurre en el tercer año.

En el caso de plantas delicadas o comestibles, se recomienda colocarlas en canteros elevados o rodearlas con cercas bajas que actúen como barreras físicas.

Evitar plantas tóxicas y productos químicos peligrosos

La seguridad de las mascotas es otro aspecto fundamental al planificar un jardín. Muchas plantas comunes pueden ser tóxicas para los perros, incluso si estos no suelen morderlas.

AP destaca que una curiosidad ocasional puede tener consecuencias graves, por lo que es mejor evitar por completo las especies peligrosas. Para identificar cuáles son tóxicas, se puede consultar la lista de la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales (ASPCA) que detalla plantas y malezas dañinas para perros, gatos y caballos.

Entre las más plantas tóxicas más destacadas se encuentran las azucenas, tulipanes, palma de segú, laurel rosa, colchico de otoño; sin embargo, es importante consultar con mayor detenimiento antes de comprar o sembrar un nuevo tipo.

En cuanto al uso de productos químicos, el artículo subraya la importancia de evitarlos siempre que sea posible. Si su aplicación es necesaria, se debe mantener a las mascotas alejadas del área tratada hasta que los productos se hayan secado o disipado, siguiendo cuidadosamente las instrucciones de las etiquetas.

Áreas designadas para cavar y jugar

Crear zonas cerradas permite juegos
Crear zonas cerradas permite juegos sin daños al resto del jardín (Imagen Ilustrativa Infobae)

Para los perros que disfrutan cavar, una solución efectiva es asignarles una zona específica dentro del jardín. AP recomienda cubrir los agujeros existentes con malla de alambre y luego añadir una capa de tierra puede disuadirlos de excavar en esos lugares.

Sin embargo, dado que los perros suelen insistir en esta actividad, es recomendable crear un espacio donde puedan cavar libremente. Enterrar juguetes o huesos en esta área puede ayudar a dirigir su atención hacia el lugar designado.

Además, establecer una zona de juegos o un espacio cercado para los perros puede reducir significativamente el daño al césped y a las plantas. Este espacio no solo les permite jugar sin restricciones, sino que también facilita la supervisión por parte de los dueños.

Zonas específicas para necesidades y acceso al agua

Otra recomendación clave es designar un área específica para que los perros hagan sus necesidades. Cubrir esta zona con piedritas o mantillo puede facilitar su limpieza y proteger el resto del jardín.

Para entrenar a los perros a usar este espacio, se sugiere mover las heces recogidas a esta área, ya que el olor les indicará dónde deben ir. Este proceso requiere paciencia y supervisión constante, pero con el tiempo, los perros aprenderán a utilizar el lugar asignado.

Finalmente, es esencial proporcionar acceso constante a agua limpia para las mascotas. Esto no solo las mantiene hidratadas mientras juegan al aire libre, sino que también ayuda a diluir su orina, reduciendo así el riesgo de quemaduras en el césped.