Buzos encuentran fósiles de 500 mil años en Florida: analizan restos de una posible nueva especie

Se encontraron más de 500 fósiles de un periodo poco conocido. Este hallazgo ayuda a comprender cómo cambiaron el tamaño y la forma de algunas especies en la era del Pleistoceno

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Los fósiles hallados suman 552
Los fósiles hallados suman 552 piezas, tres cuartas partes de ellas pertenecientes a caballos (FB/ Florida Museum of Natural History/ Kristen Grace)

Un descubrimiento fortuito en el lecho del río Steinhatchee, en la región de Big Bend, Florida, ha arrojado luz sobre un periodo poco documentado de la prehistoria. En este sitio, se encontraron fósiles en un antiguo sumidero que, hace aproximadamente 500 mil años, atrapó a varios animales que murieron en el lugar.

Con el paso del tiempo, el sumidero se llenó de sedimentos, lo que permitió la conservación de los restos, según un comunicado del Museo de Historia Natural de Florida.

No obstante, no fue hasta que el río Steinhatchee cambió su curso y erosionó la zona que los fósiles quedaron expuestos en el lecho del río. Fue en estas condiciones que los coleccionistas de fósiles Robert Sinibaldi y Joseph Branin los descubrieron durante una de sus habituales inmersiones en busca de restos prehistóricos.

Una búsqueda que cambió el curso de la paleontología local

El Museo de Historia Natural
El Museo de Historia Natural de Florida detalló que el Irvingtoniano medio dejó escasos registros fósiles en todo Norteamérica (FB/ Florida Museum of Natural History/ Kristen Grace)

Los fósiles encontrados pertenecen al Irvingtoniano medio, una etapa de las edades de hielo del Pleistoceno que hasta ahora había dejado escasos registros en el estado, según informó el Museo.

Este hallazgo, realizado en junio de 2022 por los coleccionistas de fósiles Robert Sinibaldi y Joseph Branin, incluye restos de caballos, perezosos y armadillos, muchos de ellos en condiciones excepcionales de preservación.

El hallazgo ocurrió en un día que parecía no ofrecer resultados prometedores. Según detalló el museo, los coleccionistas estaban a punto de abandonar la búsqueda cuando Branin notó algo inusual: dientes de caballo.

Este descubrimiento inicial los llevó a encontrar otros restos, como un núcleo de pezuña y un cráneo de tapir. A medida que continuaban explorando, la magnitud del hallazgo se hizo evidente.

“Sabíamos que habíamos encontrado un sitio importante, pero no teníamos idea de cuán significativo sería”, declaró Sinibaldi por medio de un comunicado del museo.

La calidad y cantidad de los fósiles recuperados sorprendieron incluso a los expertos. Hasta el momento, se han recuperado 552 fósiles, de los cuales tres cuartas partes pertenecen a una especie temprana del grupo de caballos conocidos como caballinos, que incluye al caballo doméstico y sus parientes salvajes.

Una ventana al Irvingtoniano medio

El Museo destacó que este descubrimiento es especialmente relevante porque el Irvingtoniano medio es un periodo poco representado en el registro fósil, no sólo en Florida, sino en todo el continente norteamericano. Antes de este hallazgo, únicamente se conocía un sitio en el estado con fósiles de esta época.

La paleontóloga Rachel Narducci, gerente de colecciones de paleontología de vertebrados del museo y coautora de un estudio sobre el sitio, explicó que este periodo marca una transición evolutiva significativa.

Durante este periodo, algunas especies del Pleistoceno temprano se extinguieron, mientras que otras surgieron o experimentaron cambios en su tamaño y forma corporal.

Un ejemplo destacado es el género extinto Holmesina, un pariente de los armadillos modernos. Los primeros ejemplares de Holmesina floridanus, que aparecieron en Florida hace dos millones de años, pesaban en promedio 68 kilogramos.

Con el tiempo, estos animales aumentaron de tamaño hasta alcanzar los 215 kilogramos, lo que llevó a su clasificación como una nueva especie, Holmesina septentrionalis.

Los fósiles recuperados en el río Steinhatchee ofrecen una visión única de este proceso de especiación. Según Narducci, los huesos de tobillo y pie encontrados muestran un tamaño acorde con la especie más grande, pero conservan características de la especie más pequeña. Esto sugiere que el aumento de tamaño precedió a los cambios en la estructura ósea necesarios para soportar el peso adicional.

Caballos y un paisaje diferente

Paleontólogos creen que los fósiles
Paleontólogos creen que los fósiles de caballos muestran que la región era abierta y no boscosa, como actualmente (FB/ Florida Museum of Natural History/ Kristen Grace)

El predominio de fósiles de caballos en el sitio también proporciona pistas sobre el entorno en el que vivieron estos animales. Según el paleontólogo Richard Hulbert, exgerente de colecciones de paleontología de vertebrados del museo, la abundancia de caballos indica que el área era una pradera abierta, muy distinta al paisaje boscoso que caracteriza la región hoy en día.

“Lo que fue notable sobre los caballos de este sitio es que, por primera vez, encontramos individuos lo suficientemente completos como para incluir dientes superiores, inferiores e incisivos frontales del mismo ejemplar”, explicó Hulbert.

Estos fósiles, además de estar excepcionalmente bien conservados, mostraban marcas de desgaste que ofrecen información valiosa sobre la dieta de estos animales.

Entre los hallazgos más intrigantes se encuentra un cráneo de tapir con una combinación de características nunca antes observada. Aunque este descubrimiento podría representar una nueva especie, Hulbert advirtió que se necesita más evidencia para confirmarlo. “Podría ser una nueva especie, o simplemente un individuo atípico de la población”, señaló.

El museo destacó la importancia de la colaboración entre coleccionistas aficionados y profesionales en el avance del conocimiento paleontológico. Sinibaldi y Branin, quienes poseen permisos para recolectar fósiles en tierras estatales, compartieron sus hallazgos con el museo, lo que permitió un análisis más profundo.

Branin subrayó la suerte de vivir en un estado como Florida, donde las regulaciones permiten a los aficionados participar en la recolección de fósiles.

Sin embargo, el proceso de excavación en el sitio del río Steinhatchee será lento y complicado debido a las condiciones subacuáticas. A pesar de estos desafíos, los investigadores se muestran optimistas sobre los descubrimientos que aún podrían emerger de este antiguo sumidero.

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