Usuarios de Tik Tok lloran de ternura al ver la tradición de años entre una niña y su enorme perro

Un lazo especial entre una pequeña y su mascota ha conmovido a miles. Su rutina matutina, repetida por años, se convirtió en un símbolo de conexión

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Una niña y su perra
Una niña y su perra Boyero de Berna compartieron un ritual diario durante dos años (TT/ @ivytheberner)

Una entrañable historia protagonizada por una niña pequeña y su fiel compañera, una perra de raza Boyero de Berna llamada Ivy, ha capturado la atención de miles de usuarios en redes sociales.

La relación entre ambas ha sido documentada durante años en las cuentas de redes sociales de la familia, incluyendo TikTok, donde compartieron un video que muestra su especial vínculo.

El video, publicado el 12 de febrero, presenta una recopilación de momentos que reflejan la rutina diaria de Ivy y la niña, quienes, desde que esta última era un bebé, compartían un ritual muy especial: sentarse juntas en el sofá frente a una ventana para observar el mundo exterior.

Una niña, una ventana y su perro

La madre de la bebé compartió una recopilación de una tierna tradición entre su hija y su perra (TT/ @ivytheberner)

“Durante dos años, cada mañana, esta fue su ventana al mundo”, se lee al inicio del video, que muestra imágenes de ambas en 2023, mirando pasar autos, saludando a su madre al salir y regresar del trabajo, y disfrutando de las vistas de tormentas y nevadas.

De acuerdo con el video, a medida que la niña crecía, su compañera peluda permanecía a su lado. Las imágenes muestran cómo la pequeña aprendió a despedirse y saludar desde la ventana, mientras Ivy la acompañaba en cada paso.

En mayo de 2024, la rutina se vio interrumpida por un cambio significativo: un cartel de “Se Vende” apareció frente a la casa, y poco después, el sofá fue retirado, dejando a Ivy en el suelo vacío mientras los muebles eran trasladados.

A pesar de la mudanza, la tradición continuó en su nuevo hogar. El video muestra cómo la niña y su perra encontraron un nuevo lugar favorito junto a otra ventana, retomando su costumbre de observar el exterior juntas.

Sin embargo, el video también incluye un giro inesperado: la llegada de un nuevo miembro a la familia. En las imágenes finales, Ivy y la niña, ahora convertida en hermana mayor, aparecen junto a un bebé recién nacido, mientras la pequeña lo abraza protectora y la perra vigila a ambos con su característica calma.

La reacción del internet

La madre de la bebé
La madre de la bebé ha compartido a través de redes sociales otros tiernos momentos con el perro (TT/ @ivytheberner)

El video, que acumula más de un millón de visualizaciones, ha generado una ola de reacciones en TikTok, donde los usuarios no han escatimado en elogios y comentarios emotivos.

“Este perro tiene que vivir al menos 30 años”, escribió un usuario. Algunos incluso sugirieron que la historia debería convertirse en un libro infantil sobre mudanzas, destacando la ternura y la conexión entre los protagonistas.

“Pasé de llorar a reír y luego a llorar otra vez”, comentó otro espectador, reflejando el impacto emocional del video.

En Instagram, donde también se compartió el video, los dueños de Ivy explicaron en la descripción cómo esta rutina diaria se había convertido en una parte esencial de sus vidas.

“Todas las mañanas, mientras me preparo para el trabajo, Ivy y mi hija se sientan juntas a observar el mundo exterior. Es su momento de tranquilidad, parte del ritmo de nuestro día”, escribieron.

También expresaron la mezcla de emociones que sintieron al dejar atrás su antigua casa y los amigos que hicieron en ese vecindario, pero destacaron la emoción de comenzar una nueva etapa con un nuevo hogar y un nuevo bebé.

El Boyero de Berna, raza a la que pertenece Ivy, es conocido por su tamaño imponente y su naturaleza apacible. Estos perros pueden alcanzar hasta 70 centímetros de altura en los hombros y pesar hasta 52 kilogramos, según el American Kennel Club (AKC), registro de pedigrí de perros de raza pura en Estados Unidos.

A pesar de su gran tamaño, son famosos por su carácter cariñoso y su afinidad con los niños pequeños, lo que los convierte en compañeros ideales para familias. La historia de Ivy y su familia no sólo resalta la conexión especial entre humanos y animales, sino que también pone de manifiesto cómo las pequeñas tradiciones pueden convertirse en pilares emocionales en momentos de cambio.

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