Creatura del folclore tailandés, antes considerada extinta, reaparece en un área de conservación tomando el sol

En un hallazgo que subraya los avances en la conservación de especies en peligro crítico, un cocodrilo siamés fue captado por una cámara trampa en el Santuario de Vida Silvestre Yod Dom, ubicado en el este de Tailandia, cerca de las fronteras con Camboya y Laos.

Según informó el Departamento de Parques Nacionales, Vida Silvestre y Conservación de Plantas de Tailandia en una publicación del 16 de febrero, el video muestra al reptil desplazándose por la orilla rocosa de un río y descansando bajo el sol.

Este avistamiento, registrado originalmente en diciembre, representa el segundo en la misma área en menos de un año, lo que ha sido interpretado como un indicio positivo de los esfuerzos de conservación en la región.

El hallazgo fue realizado por un equipo de guardabosques que, como parte de sus tareas rutinarias en febrero, revisaron las grabaciones de una cámara instalada cerca de un río.

Según detallaron las autoridades del parque en una publicación de Facebook del 13 de febrero, los guardabosques se encontraban realizando labores de patrullaje y monitoreo ambiental.

“El Santuario de Vida Silvestre Yod Dome explora y patrulla el área para prevenir delitos forestales y de vida silvestre, además de inspeccionar el río Lam Dome Yai”, menciona la publicación.

Al revisar las imágenes, se encontraron con la inesperada presencia del cocodrilo, una especie que alguna vez fue común en Tailandia pero que ahora es extremadamente rara en estado salvaje.

El cocodrilo siamés es un reptil de agua dulce de tamaño mediano, nativo del sudeste asiático, según información del Departamento de Parques Nacionales de Tailandia recopilada por el medio Miami Herald.

Su dieta se compone principalmente de peces y serpientes, y se caracteriza por ser poco agresivo hacia los humanos, con solo cuatro ataques confirmados, ninguno de ellos fatal.

Además de su importancia ecológica, esta especie tiene un lugar destacado en el folclore tailandés. Una de las leyendas más conocidas relata la existencia de un cocodrilo mágico llamado Chalawan, capaz de transformarse en un hombre.

A pesar de su relevancia cultural, la población de cocodrilos siameses ha disminuido drásticamente debido a la pérdida de hábitat y la caza. En la década de 1990, se creía que la especie estaba al borde de la extinción o completamente extinta en estado salvaje.

“Estos cocodrilos de agua dulce son la 35 ava vida silvestre protegida e importante para los sistemas acuáticos, y están clasificados en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

A pesar de este triste panorama, en el año 2000, científicos lograron identificar pequeñas poblaciones silvestres, según el Miami Herald.

Actualmente, aunque su situación ha mejorado ligeramente, el cocodrilo siamés sigue siendo considerado una especie en peligro crítico, habiendo desaparecido del 99% de su rango original.

El reciente avistamiento en el Santuario de Vida Silvestre Yod Dom ha sido recibido como una señal alentadora de que los esfuerzos de conservación están dando frutos.

Según el Departamento de Parques Nacionales, los guardabosques continuarán monitoreando la zona para proteger a esta especie y sensibilizar a las comunidades locales sobre su importancia. Este santuario, situado en una región estratégica de Tailandia, desempeña un papel crucial en la preservación de la biodiversidad, albergando una variedad de especies amenazadas.

El avistamiento de este cocodrilo no solo destaca la necesidad de proteger los hábitats naturales, sino que también refuerza la importancia de las iniciativas de conservación en curso.

La presencia de esta especie en un área donde alguna vez se creyó extinta es un recordatorio del impacto positivo que pueden tener las medidas de protección ambiental cuando se implementan de manera efectiva.