“Nunca dejamos de tener esperanza” laborador robada regresa con su familia después de 8 años

La labrador fue sustraída de su hogar para ser utilizada en un criadero de perros

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La perra reconoció inmediatamente a
La perra reconoció inmediatamente a su familia luego de que llegó a su antiguo hogar (FB RSPCA (England & Wales)

Después de ocho largos años de incertidumbre, el increíble regreso de Daisy, una Labrador de 13 años, ha emocionado no sólo a su familia, sino también a todos aquellos que participaron en su rescate.

La Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (RSPCA) fue la clave para su retorno. Gracias a su microchip, Daisy fue identificada y, tras recibir la atención necesaria, comenzó el viaje de regreso a casa.

El 6 de febrero, ese anhelado momento llegó: los voluntarios de la organización la llevaron de vuelta con Rita y Philip Potter, quienes jamás dejaron de creer en la posibilidad de volver a verla. La escena fue conmovedora. Sus hijos y nietos, que en aquel entonces eran apenas unos niños cuando Daisy desapareció, la recibieron entre lágrimas y abrazos.

Pero fue la reacción de Daisy lo que hizo aún más especial el reencuentro: al pisar el jardín que un día fue su hogar, la perra corrió de inmediato, moviendo la cola con emoción, como si el tiempo no hubiera pasado.

Un robo que marcó a una familia

La organización compartió un tierno video de la reacción del can al regresar con su familia (@rspca_offiicial)

Daisy desapareció en noviembre de 2017, cuando testigos vieron cómo era sustraída del jardín de los Potter por presuntos criadores ilegales. La pérdida devastó a la familia, que inició una campaña en redes sociales para encontrarla.

Incluso lograron captar la atención de figuras públicas como el actor Tom Hardy y promovieron una petición para endurecer las leyes contra el robo de mascotas. Sin embargo, no fue hasta que la inspectora de la RSPCA, Kim Walters, encontró a Daisy durante una investigación que se logró dar con su paradero.

Walters notó que la perra presentaba problemas de salud, como masas mamarias sin tratar, y que su supuesto dueño no podía costear su atención veterinaria. Esto llevó a que Daisy fuera entregada a la organización benéfica, donde se descubrió su microchip, confirmando su identidad como la perra robada años atrás.

Walters describió el momento en que informó a los Potter sobre el hallazgo: “Fue muy emotivo. Se notaba cuánto la querían y cuánto la habían extrañado todos estos años”.

Nunca dejamos de tener esperanza. Mantuvimos una fotografía de Daisy en la repisa de la chimenea y la mirábamos todos los días, pensando en dónde podría estar”, compartió Rita Potter, reflejando el profundo amor y la espera incansable que finalmente tuvo su recompensa.

Secuelas de años de explotación y descuido

Los dueños guardaron su fotografía
Los dueños guardaron su fotografía en casa como un símbolo de esperanza (FB RSPCA (England & Wales)

El estado de salud de Daisy reflejaba las difíciles condiciones que enfrentó durante su ausencia. Según explicó Andy Cook, asesor de bienestar conductual de la RSPCA North Somerset Branch, la perra parece haber sido utilizada para la cría ilegal, lo que habría contribuido al desarrollo de problemas como displasia de cadera y tumores mamarios. Además, no había recibido cuidados básicos como el aseo durante años.

Cook señaló que, a pesar de su edad avanzada y de haber perdido la audición, Daisy mantiene un carácter dulce y afectuoso: “Es adorable. Siempre mueve la cola cuando ve a alguien, pero está claro que ha tenido una vida muy dura desde que fue robada”.

Tras recibir atención médica y pasar unos días en recuperación, Daisy fue trasladada durante cuatro horas hasta su hogar. Aunque su estado de salud requiere monitoreo, la perra se adaptó rápidamente a su entorno familiar, disfrutando de atenciones constantes y golosinas.

El caso de Daisy pone en evidencia la importancia de la identificación mediante microchip para las mascotas. La RSPCA destacó que este dispositivo fue clave para reunir a la perra con su familia después de tantos años. La organización espera que historias como esta fomenten la adopción de medidas preventivas, como el microchip, y sensibilicen sobre los riesgos del comercio ilegal de animales.

Además, la organización aprovechó la ocasión para llamar la atención sobre la crisis de bienestar animal que enfrentan actualmente. Según un portavoz de la organización, los refugios están desbordados, con perros de todas las edades y razas esperando ser adoptados.

La entidad también abogó por una regulación más estricta para los criadores y vendedores de cachorros, con el objetivo de garantizar que la salud y el bienestar de los animales sean prioritarios.

“Nos gustaría ver una mejor aplicación de las regulaciones de licencias para criadores y vendedores de cachorros”, afirmó el portavoz. “Esto ayudaría a combatir a los comerciantes inescrupulosos y a reducir el sufrimiento de los animales”.

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