El boxeador del océano: las características únicas del camarón mantis, un depredador con habilidades únicas

Uno de los rasgos más impresionantes de esta especie es su capacidad de lanzar golpes a una velocidad de 22.86 metros por segundo al atacar a sus presas

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Un sistema de cierre en
Un sistema de cierre en sus extremidades permite que estas criaturas almacenen energía para propinar golpes devastadores (Jens Petersen/ Wikimedia)

En las cálidas aguas del océano Índico y el Pacífico, un pequeño pero formidable depredador acecha entre los arrecifes de coral.

Conocido como camarón mantis, este crustáceo no es un camarón verdadero, sino un estomatópodo, un pariente cercano de los cangrejos y las langostas que ha habitado la Tierra durante más de 400 millones de años.

El camarón mantis pavo real, también llamado camarón mantis arlequín o pintado, destaca por su llamativo caparazón de colores vibrantes y su capacidad de lanzar un golpe tan rápido como una bala, según información de National Geographic.

Este crustáceo, que puede alcanzar el tamaño de un cuchillo de mantequilla, es conocido por su agresividad y su habilidad para cazar presas más grandes que él mismo.

Un hábitat lleno de vida y colores

En cautiverio, estos crustáceos tienden
En cautiverio, estos crustáceos tienden a romper los vidrios de los acuarios con sus golpes (Diego Delso/ Wikimedia)

Estos depredadores únicos habitan en aguas poco profundas y cálidas, donde excavan madrigueras en el lecho marino cerca de los arrecifes de coral con sus potentes extremidades delanteras.

Estas no solo les sirven de refugio, sino que también pueden ser ocupadas por otros animales marinos una vez que el camarón las abandona, según National Geographic.

El camarón mantis pavo real es especialmente conocido por su caparazón multicolor, que combina tonos de azul, verde y amarillo, mientras que sus patas son de un rojo intenso. Sus ojos, de un tono púrpura, están situados sobre pedúnculos que pueden moverse de manera independiente, lo que les proporciona una visión panorámica.

Sin embargo, no todas las especies de camarones mantis poseen colores tan llamativos. Por ejemplo, el camarón mantis cebra, el más grande de su tipo, presenta rayas en tonos crema y marrón, mientras que el camarón mantis del Mar Rojo tiene un cuerpo beige con finas líneas rojas y una parte trasera oscura.

La fuerza detrás del golpe más rápido del reino animal

El rasgo más impresionante de los camarones mantis es, sin duda, su capacidad para lanzar golpes devastadores. Según detalló National Geographic, estas criaturas utilizan dos estrategias de caza dependiendo de la especie.

Los “perforadores” emboscan a sus presas y las atraviesan con un pico afilado en sus extremidades, mientras que los “golpeadores”, como el camarón mantis pavo real, emplean sus extremidades en forma de martillo para romper las conchas de sus presas, como cangrejos y almejas.

El mecanismo detrás de este golpe es fascinante. Cuando no están en uso, las extremidades delanteras del camarón están aseguradas por un sistema de cierre que acumula energía. Una estructura en forma de resorte dentro del brazo almacena aún más energía, que se libera en una fracción de segundo al soltar el cierre.

Este movimiento, que alcanza una velocidad de 22.86 metros por segundo y es 50 veces más rápido que un parpadeo humano, genera una fuerza equivalente a miles de veces el peso del camarón.

Además, el golpe es tan rápido que provoca la formación de burbujas en el agua, las cuales colapsan y liberan energía adicional, suficiente para romper las conchas de las presas.

Esta habilidad no sólo les permite cazar, sino también defenderse de depredadores. Sin embargo, los camarones mantis recurren a esta técnica como último recurso, prefiriendo primero intimidar a sus enemigos con una postura defensiva conocida como “extensión meral”, en la que se levantan sobre sus patas traseras y extienden sus extremidades delanteras para parecer más grandes.

Una visión incomparable en el reino animal

El cambio climático y la
El cambio climático y la destrucción de arrecifes complican la supervivencia de estas criaturas (Diego Delso/ Wikimedia)

Los ojos de los camarones mantis son considerados entre los más complejos del reino animal. Cada ojo tiene tres puntos focales, lo que les permite percibir profundidad con un solo ojo y escanear el horizonte mientras se enfocan en una presa.

Mientras que los humanos poseen tres tipos de fotorreceptores para distinguir entre el azul, el verde y el rojo, los camarones mantis tienen 12, lo que les permite detectar 12 longitudes de onda diferentes de luz.

Además, pueden ver luz ultravioleta y luz polarizada, incluyendo luz polarizada circular, algo único en el reino animal. Esta capacidad podría ser utilizada para comunicarse entre ellos mediante patrones en sus caparazones que son invisibles para otros animales marinos. Según los investigadores, estos patrones podrían servir para atraer parejas o marcar territorio.

El proceso reproductivo de los camarones mantis también es notable. Según National Geographic, cuando están listos para reproducirse, los camarones abandonan sus madrigueras y se desplazan en zigzag por el fondo marino hasta encontrar una pareja. Después del apareamiento, la hembra almacena el esperma del macho hasta que está lista para poner los huevos.

Una vez que los huevos son depositados, la hembra los une con una sustancia adhesiva secretada por una glándula en su abdomen y los lleva consigo a su madriguera, donde los protege y cuida hasta que eclosionan.

En algunas especies, como el camarón mantis cebra, las parejas pueden formar vínculos monógamos y compartir la misma madriguera durante toda su vida. Sin embargo, esta relación puede ser riesgosa para la hembra, ya que depende del macho para cazar. Si el macho muere o la abandona, la hembra podría morir de hambre.

Amenazas y desafíos para la supervivencia

Como muchas especies que habitan en los arrecifes de coral, los camarones mantis enfrentan amenazas significativas debido a la actividad humana. Según National Geographic, el aumento de la temperatura del mar, la acidificación de los océanos, la contaminación y la destrucción de hábitats ponen en peligro a estas criaturas.

El camarón mantis pavo real, en particular, es muy codiciado por los aficionados a los acuarios debido a su apariencia llamativa. Sin embargo, mantenerlos en cautiverio puede ser complicado, ya que tienden a alimentarse de otros peces e invertebrados en el tanque y son capaces de romper el vidrio con sus golpes.

En algunas regiones de Asia, también son considerados un manjar, aunque su consumo no es común debido a la dificultad para capturarlos. El futuro de esta especie está intrínsecamente ligado a la salud de los arrecifes de coral, ecosistemas que también enfrentan una creciente presión por el cambio climático y la actividad humana.

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