Con mandíbulas letales y escamas doradas, este gusano parece sacado de una película de ciencia ficción

El gusano escama antártico, con su combinación de fascinante apariencia y naturaleza imponente, continúa destacando lo poco que conocemos sobre las profundidades marinas y las especies que las habitan

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Aunque esta criatura fue descubierta
Aunque esta criatura fue descubierta en 1939 aún hay muchas dudas sobre su comportamiento y dieta (Smithsonian Oceanographic Sorting Center/ Wikimedia)

En las profundidades oscuras y gélidas del Océano Austral, donde la luz del sol apenas logra penetrar y la vida se adapta a condiciones extremas, existe una criatura tan extraña como fascinante.

A unos 500 metros bajo la superficie, en un mundo silencioso e inexplorado, se esconde un ser que parece sacado de una historia de ciencia ficción: el gusano escama antártico.

Descubierto en 1939, este peculiar organismo sigue envuelto en el misterio. A pesar de décadas de avances en la exploración marina, la ciencia aún conoce muy poco sobre su comportamiento, su papel en el ecosistema y los secretos que esconde en su singular anatomía.

Sin embargo, lo que sí se sabe es suficiente para provocar asombro: su cuerpo, segmentado y cubierto de escamas doradas, parece diseñado para reflejar la luz en las profundidades oceánicas, mientras que su boca retráctil, oculta a simple vista, revela mandíbulas que evocan a las criaturas más aterradoras del cine.

Su presencia en las frías aguas antárticas despierta la curiosidad de los investigadores, no solo por su extraña apariencia, sino porque podría ofrecer pistas valiosas sobre la biodiversidad de los océanos más inhóspitos del planeta

Un depredador oculto bajo una apariencia dorada

La coloración dorada de las
La coloración dorada de las escamas de este gusano sigue siendo una interrogante para los especialistas (Siobhan Leachman/ Wikimedia)

Aunque su cuerpo segmentado y sus cerdas doradas le otorgan una apariencia llamativa, el rasgo más sorprendente del gusano escama antártico permanece oculto a simple vista, esperando el momento adecuado para revelarse, de acuerdo con un artículo de la revista científica Live Science que recopila la información encontrada de este extraño organismo.

A simple vista, su estructura corporal podría parecer similar a la de otros gusanos marinos, pero una característica inesperada lo distingue y lo convierte en una de las criaturas más enigmáticas de las profundidades.

Según un informe de la revista Australian Geographic, este singular gusano marino, conocido científicamente como Eulagisca gigantea, pertenece al extenso grupo de los poliquetos, una clase de gusanos segmentados que incluye más de 8 mil especies conocidas en todo el mundo.

A pesar de compartir ciertas características generales con otros poliquetos, su tamaño, que puede alcanzar hasta 20 centímetros de longitud, y sus adaptaciones únicas lo diferencian notablemente de sus parientes y lo posicionan como un depredador intrigante dentro de su ecosistema.

Según detalló Australian Geographic, su “cabeza” purpúrea no es realmente una cabeza, sino una probóscide retráctil que permanece escondida hasta que el gusano decide alimentarse. Al desplegar esta estructura, revela unas mandíbulas de casi 7 centímetros de ancho, equipadas con dientes grandes y afilados que sugieren un comportamiento depredador.

La dieta exacta de esta especie sigue siendo un misterio. Sin embargo, el libro The Illustrated Encyclopaedia of ‘Ugly’ Animals (Wren & Rook, 2020) consultado por Live Science, señala que sus mandíbulas podrían indicar que se trata de un cazador rápido y agresivo, capaz de alimentarse de otros animales o de restos orgánicos presentes en el fondo marino.

El gusano escama antártico forma parte de los poliquetos, un grupo de gusanos marinos que incluye especies tan diversas como las lombrices de tierra y las sanguijuelas. Los poliquetos son conocidos por sus cuerpos segmentados y las cerdas que sobresalen de cada segmento. Estas cerdas cumplen funciones variadas dependiendo de la especie, como la locomoción, la defensa o incluso la construcción de estructuras submarinas.

En el caso del gusano escama antártico, las cerdas doradas podrían ayudarlo a desplazarse por el agua o a defenderse de amenazas. Sin embargo, el motivo exacto de su coloración dorada sigue siendo desconocido, lo que añade otro elemento de misterio a esta especie.

Un papel crucial en el ecosistema marino

Las mandíbulas del gusano pueden
Las mandíbulas del gusano pueden alcanzar hasta 7 centímetros de ancho (Museum of New Zealand Te Papa Tongarewa/ Wikimedia)

Aunque se sabe poco sobre el comportamiento específico del gusano escama antártico, los poliquetos en general desempeñan un papel fundamental en los ecosistemas marinos.

Según explicó el Instituto de Investigación del Acuario de la Bahía de Monterey (MBARI), estas criaturas actúan como recicladores y constructores en el océano. Muchas especies de poliquetos crean estructuras de arrecifes y tubos que sirven de refugio para otros organismos, como cangrejos, caracoles y otros gusanos.

Es probable que el gusano escama antártico también contribuya a la salud del ecosistema marino, aunque su hábitat en las profundidades del Océano Austral dificulta el estudio detallado de su impacto.

Desde su descubrimiento hace más de ocho décadas, el gusano escama antártico ha intrigado a los científicos por su apariencia única y su comportamiento desconocido. Su hábitat en las frías y oscuras aguas de la Antártida, combinado con la dificultad de acceder a estas profundidades, ha limitado las investigaciones sobre esta especie.

Sin embargo, su estudio podría ofrecer información valiosa sobre la biodiversidad de los océanos y el funcionamiento de los ecosistemas marinos en regiones extremas.

Como destacó el MBARI, los poliquetos como el gusano escama antártico no solo son fascinantes por su biología, sino también por su papel esencial en el equilibrio del océano.

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