El tapir malayo lucha por sobrevivir y este nacimiento podría marcar la diferencia

Este tapir se ha convertido en un símbolo de esperanza y un hito en los esfuerzos de conservación de esta especie, fundamental para los ecosistemas tropicales de Asia

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En el video del 6 de febrero se muestra la convivencia entre la madre y su cría, quien continúa amamantando al pequeño tapir (FB/ Point Defiance Zoo & Aquarium)

En un acontecimiento extraordinario para la conservación de especies, el zoológico Point Defiance, en Washington, ha sido testigo de un nacimiento que desafía las probabilidades: un tapir malayo vino al mundo el pasado 2 de febrero.

Este pequeño se convirtió en el segundo ejemplar de su especie nacido en los 120 años de historia del recinto.

Este nacimiento no sólo representa un motivo de celebración, sino también un símbolo de esperanza para una especie que enfrenta serias amenazas debido a la alarmante pérdida de su hábitat. Actualmente, está catalogada como en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN, por sus siglas en inglés).

El recién nacido, que presenta el característico patrón de manchas y rayas blancas sobre un fondo oscuro, está en buen estado de salud. Su madre, Yuna, una tapir de 10 años, también se encuentra en perfectas condiciones tras el parto.

Esperanza para la conservación de una especie amenazada

E zoológico compartió el tierno momento donde el tapir mueve su trompa, que es utilizada para olfatear, explorar e incluso agarrar pequeños objetos (FB/ Keeper Chrissy/ Point Defiance Zoo & Aquarium)

El zoológico informó que el nacimiento de este tapir malayo es parte del Programa de Supervivencia de Especies (Species Survival Plan), una iniciativa que busca garantizar la diversidad genética y la sostenibilidad a largo plazo de especies en peligro bajo cuidado humano.

Este programa fue clave en la decisión de emparejar a Yuna y Baku, los padres de la cría, con el objetivo de contribuir a la preservación de esta especie nativa del sudeste asiático.

El tapir malayo enfrenta una disminución alarmante de su población debido a la pérdida de hábitat causada por la deforestación y el desarrollo humano. Estos herbívoros desempeñan un papel crucial en sus ecosistemas, ya que ayudan a dispersar semillas y a mantener la diversidad de los bosques tropicales.

Según el zoológico, cada nacimiento de un tapir malayo en cautiverio representa una esperanza para la supervivencia de la especie, que sigue enfrentando serias amenazas en su entorno natural.

El recién nacido, que aún no tiene nombre ni se ha determinado su sexo, pesa aproximadamente 9 kilogramos, una cifra que contrasta notablemente con el peso de su madre, que alcanza los 408 kilogramos, y el de su padre, que ronda los 363 kilogramos.

Durante las primeras semanas, el pequeño tapir recibirá atención constante y permanecerá junto a su madre, alimentándose y fortaleciendo su vínculo. El recinto explicó que los tapires jóvenes suelen amamantarse durante aproximadamente seis meses y permanecen con sus madres entre 12 y 18 meses antes de independizarse.

El equipo veterinario realizará un chequeo médico completo al recién nacido una vez que se haya consolidado el vínculo entre madre e hijo. Mientras tanto, el público podrá conocer más sobre este tapir en los próximos meses, ya que se espera que sea presentado oficialmente en primavera.

Características de los tapires malayos

Yuna, la madre de la
Yuna, la madre de la cría, forma parte un plan internacional para la supervivencia de especies (Point Defiance Zoo & Aquarium)

Los tapires malayos son fácilmente reconocibles por su apariencia única. Los ejemplares jóvenes, como el recién nacido, presentan un patrón de rayas y manchas blancas que les permite camuflarse en su entorno natural.

A medida que crecen, su pelaje cambia a un diseño más uniforme, con cabezas negras y cuerpos que combinan tonos oscuros y claros. Este camuflaje natural es una herramienta esencial para su supervivencia en los densos bosques tropicales del sudeste asiático.

Los tapires malayos tienen un período de gestación notablemente largo, que dura entre 13 y 14 meses. Este dato subraya la importancia de cada nacimiento, ya que la reproducción de esta especie es un proceso lento y complejo.

Además, el recinto compartió imágenes del recién nacido junto a su madre en sus redes sociales, generando gran entusiasmo entre los seguidores y amantes de los animales.

“Mamá Yuna hizo un buen trabajo, es una madre maravillosa”, “Me encantan los esfuerzos que se hacen para la conservación de estas especiales especies. Gran trabajo”, “Felicitaciones por este bebé tan especial”, fueron algunas de las palabras que dejaron los internautas en las publicaciones del zoológico.

Según explicó la curadora del zoológico, Telena Welsh, el equipo está emocionado por presenciar el crecimiento del pequeño tapir y por el impacto positivo que este nacimiento tiene en los esfuerzos globales de conservación. “Estamos encantados de ser testigos de este momento increíble y de observar cómo crece el pequeño”, afirmó Welsh.

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