Cerca de 20 mil animales vivos, todos pertenecientes a especies en peligro de extinción o protegidas, fueron incautados en una operación internacional que buscó desmantelar redes de tráfico de vida silvestre y recursos forestales.
Según informó Interpol, la acción, denominada Operación Thunder 2024, contó con la participación de fuerzas policiales, aduaneras, de control fronterizo y de conservación de 138 países y regiones.
La operación, coordinada conjuntamente por Interpol y la Organización Mundial de Aduanas (OMA), resultó en la identificación de seis redes criminales transnacionales y el arresto de 365 sospechosos, de acuerdo con información del medio Euronews.
Entre los animales vivos confiscados se encuentran 12 mil 427 aves, 5 mil 877 tortugas, mil 731 reptiles, 33 primates, 18 grandes felinos y 12 pangolines. Además, se incautaron miles de partes de animales protegidos, productos derivados, plantas, árboles, vida marina y artrópodos.
La madera representó la mayor parte de las incautaciones, con un total de 241.9 toneladas, principalmente encontradas en cargamentos marítimos. Según detalló Interpol, los aeropuertos y los centros de procesamiento de correo fueron otros puntos clave para las confiscaciones.
Descubrimientos significativos y el impacto del tráfico ilegal
Entre los hallazgos más destacados de la operación se encuentra la incautación de 6 mil 500 aves cantoras vivas en Türkiye, durante una inspección vehicular en la frontera con Siria, según reportó Euronews.
Asimismo, en el aeropuerto internacional de Chennai, en India, se encontraron 5 mil 193 tortugas de orejas rojas ornamentales ocultas en maletas de pasajeros provenientes de Malasia.
Estas especies, como muchas otras, son traficadas para satisfacer demandas específicas del mercado, que incluyen su uso como alimento, en la medicina tradicional, como artículos de lujo o en el comercio de mascotas.
El secretario general de Interpol, Valdecy Urquiza, advirtió sobre las graves consecuencias de este tipo de actividades ilícitas. “Las redes de crimen organizado están obteniendo beneficios de la demanda de plantas y animales raros, explotando la naturaleza para alimentar la codicia humana. Esto tiene consecuencias de gran alcance: impulsa la pérdida de biodiversidad, destruye comunidades, contribuye al cambio climático e incluso alimenta conflictos e inestabilidad”, afirmó.
Para reforzar las investigaciones y los procesos judiciales, expertos en forensia de vida silvestre recolectaron muestras de ADN de los animales incautados antes de transferirlos a centros de conservación. Estas muestras no sólo son esenciales para respaldar los casos legales, sino que también permiten identificar rutas de tráfico y tendencias emergentes en el comercio ilegal.
Europa y el comercio ilegal
El tráfico de vida silvestre no muestra signos de disminuir, y Europa no es una excepción. De acuerdo con datos de la Interpol, en el Reino Unido se registraron más de 200 incautaciones de especies protegidas, incluyendo grandes felinos, marfil, tortugas y tortugas terrestres, primates, especies marinas, plantas, madera y aves.
Un caso particularmente relevante ocurrió en Chequia, donde se descubrieron ocho tigres, de entre dos meses y dos años de edad, en una instalación sospechosa de cría ilegal. Además, se identificó un aumento significativo en los casos relacionados con el comercio en línea.
Diez plataformas populares de redes sociales y mercados digitales fueron utilizadas para vender especies protegidas, desde partes de animales y productos marinos hasta plantas y animales vivos.
Las investigaciones revelaron que los sospechosos empleaban múltiples perfiles en una misma plataforma y cuentas vinculadas en diferentes redes para ampliar su alcance y diversificar su presencia en línea.
Otro patrón notable en Europa fue el tráfico de especies provenientes de América del Sur. En varios países europeos se incautaron partes de felinos como ocelotes (Leopardus pardalis) y jaguares (Panthera onca), lo que evidencia la conexión entre regiones distantes en estas redes de tráfico.
La lucha contra las redes de tráfico de vida silvestre y recursos forestales requiere una colaboración global. Antes de la ejecución de la Operación Thunder 2024, los países participantes intercambiaron información sobre casos en curso y objetivos de alto valor. Este enfoque permitió coordinar esfuerzos y maximizar los resultados de la operación.
El secretario general de la OMA, Ian Saunders, destacó la relevancia de estas acciones conjuntas. “La Operación Thunder sigue arrojando luz sobre un delito que a menudo no es una prioridad para los actores encargados de hacer cumplir la ley. A través de nuestros esfuerzos conjuntos, hemos establecido mecanismos de cooperación que facilitan el intercambio de información e inteligencia, y hemos refinado nuestras estrategias de aplicación”, señaló.
Además, los datos recopilados durante estas operaciones permiten a los países ajustar sus estrategias nacionales y mantenerse un paso adelante de los delincuentes. Este enfoque proactivo es esencial para abordar un problema que no sólo amenaza la biodiversidad global, sino que también tiene implicaciones sociales, económicas y ambientales de gran alcance.