“Le sangraban las patas de estar en la intemperie”: la desgarradora historia de Dottie

Aunque aún espera una familia definitiva, su hogar de acogida le ha brindado un refugio cálido donde puede dormir, socializar , además de recibir amor y cuidados

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La publicación del caso en
La publicación del caso en redes sociales permitió que la perra consiguiera una familia de acogida temporal (FB Stray Rescue of ST. Louis)

En medio del crudo invierno, con temperaturas gélidas y calles cubiertas de nieve, una perrita solitaria luchaba por sobrevivir en un edificio abandonado.

El caso de Dottie llegó a los rescatistas del refugio Stray Rescue of St. Louis luego de que varios vecinos se percataron de su presencia y reportaron que la habían visto deambulando cerca del edificio en condiciones deplorables.

Cuando el equipo de rescate llegó al lugar, descubrieron una escena desgarradora: en la nieve, pequeñas huellas teñidas de sangre marcaban el trayecto de la perra, indicando el daño que el hielo y las bajas temperaturas habían causado en sus patas.

El rescate de Dottie

El rescate se realizó con la ayuda de alimento para ganar la confianza del animal (FB Stray Rescue of St. Louis)

Dottie, aunque visiblemente agotada y con signos de desnutrición, aún conservaba un instinto de supervivencia. Su reacción al ver a los rescatistas fue de temor; quería acercarse, pero la desconfianza la mantenía alejada.

“Cuando encontramos a esta niña, vimos sangre en las huellas de sus patas en la nieve. Le sangraban las patas de tanto estar a la intemperie”, relató la organización en sus redes sociales.

Ante su resistencia, los rescatistas optaron por una estrategia para capturarla sin hacerle daño. Prepararon una trampa con comida, sabiendo que el hambre podría superar su miedo. “Afortunadamente, entró en la trampa porque no pudo resistirse a una comida caliente en su delgado cuerpo… la cargamos al Jeep y vimos que sus patas comenzaban a descongelarse”, compartieron en su publicación.

Al llegar al refugio, ocurrió algo que nadie esperaba: al sacarla de la trampa, Dottie, quien hasta entonces se había mostrado temerosa, se relajó por completo. Como si hubiera entendido que ya no corría peligro, se acurrucó en el regazo de los rescatistas y comenzó a lamer sus rostros en un gesto de agradecimiento.

“Cuando la metimos al refugio y la sacamos de la trampa, se subió al regazo de todos y les dio besos a todos”, narró la publicación del refugio.

Fue en ese momento que su verdadera personalidad salió a la luz. La perrita, que había sufrido tanto en las calles, resultó ser increíblemente cariñosa y afectuosa. Su pelaje blanco con manchas negras inspiró su nuevo nombre: Dippin Dottie, un juego de palabras que hacía referencia a su apariencia.

La búsqueda de un hogar temporal

La perra no tardó en
La perra no tardó en mostrar su personalidad cariñosa con su familia de aocgida (FB Bailey Salinero)

Aunque Dottie estaba a salvo, su futuro aún era incierto. Stray Rescue of St. Louis se encontraba al límite de su capacidad y necesitaba encontrarle un hogar de acogida con urgencia. El 17 de enero, el refugio publicó un llamado a la comunidad para que alguien pudiera recibirla temporalmente mientras se buscaba una adopción definitiva.

La respuesta no tardó en llegar. Pocos días después, el refugio compartió una actualización con imágenes que reflejaban el asombroso contraste entre el pasado y el presente de Dottie.

En una de las fotos, aparecía encogida en la nieve, con la cabeza baja y el miedo reflejado en su postura. En la otra, se la veía cómodamente recostada en el sofá de su nuevo hogar de acogida, disfrutando del calor y el cariño que tanto había necesitado.

“Gracias a un hogar de acogida, pudimos salvarla, incluso cuando nuestro refugio estaba lleno. Esto es lo que hace posible rescatar tantas vidas”, escribió el refugio en su publicación, la cual acumuló más de 4.000 “me gusta” y cientos de comentarios de personas conmovidas por su historia.

La mujer que decidió abrirle las puertas de su casa a Dottie fue Bailey Salinero, quien compartió su experiencia con el medio Newsweek. “Cuando vi su historia, supe que tenía que ayudarla. Fue desgarrador verla tan derrotada en ese edificio abandonado, dejada atrás por quienes debieron cuidarla”, expresó.

Salinero recuerda el momento en que recogió a Dottie. La perrita estaba nerviosa, pero al mismo tiempo mostraba una chispa de esperanza. Durante el trayecto a casa, se acurrucó en su regazo en busca de consuelo. “Mi hijo de tres años no dejaba de decirle: ‘Ahora estás a salvo; te amaremos para siempre’”, relató la mujer, conmovida por el vínculo instantáneo que su familia creó con la perrita.

Ya en su nuevo hogar, Dottie no tardó en adaptarse. Mostró ser una perrita inteligente, leal y ansiosa por complacer. “Todo lo que quería era estar cerca, dar besos y mantenerse a nuestro lado. Se podía ver lo agradecida que estaba por tener un hogar cálido y seguro”, añadió Salinero.

Días después, el refugio publicó una nueva actualización sobre Dottie. La perrita seguía en su hogar de acogida, disfrutando del cariño de su nueva familia mientras esperaba la oportunidad de ser adoptada de manera definitiva. En los comentarios, Bailey Salinero compartió lo mucho que habían llegado a quererla.

“Dottie es un angelito. Acostarse y acurrucarse es su actividad favorita, pero está aprendiendo a jugar y su lado travieso y tonto está empezando a aparecer. Hace sus necesidades afuera, escucha y camina bien con una correa. Incluso ya aprendió a sentarse y a dar la patita. Estamos tan enamorados de ella y no podemos esperar a que encuentre un hogar que la mime para siempre”, escribió.

Según estadísticas de la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales (ASPCA) recuperadas por Newsweek, cada año ingresan a refugios en Estados Unidos alrededor de 3.1 millones de perros. De estos, aproximadamente 2 millones logran ser adoptados, gracias al trabajo incansable de refugios, voluntarios y familias de acogida.

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