Una de las migraciones más emblemáticas del planeta enfrenta una crisis sin precedentes. El número de mariposas monarca que pasan el invierno en el oeste de Estados Unidos ha registrado una alarmante disminución, alcanzando su segundo nivel más bajo desde que comenzaron los registros en 1997.
En el invierno de 2024, la Sociedad Xerces para la Conservación de Invertebrados reportó que sólo se contabilizaron 9 mil 119 ejemplares, lo que representa una caída del 96% en comparación con las 233 mil 394 mariposas registradas el año anterior.
Esta drástica reducción en la población ha encendido las alarmas en la comunidad científica y conservacionista, ya que la especie enfrenta múltiples amenazas derivadas de la pérdida de hábitat, el uso de pesticidas y los efectos del cambio climático, según reportó la agencia de noticias Associated Press (AP).
Uno de los casos más preocupantes se observa en el sitio de hibernación propiedad de The Nature Conservancy en Santa Bárbara, donde la población pasó de 33 mil 200 ejemplares el invierno pasado a 198 este año.
¿Qué está acabando con las mariposas monarca?
Las monarcas enfrentan diversos factores que han contribuido a su alarmante declive. Una de las principales amenazas es la desaparición del algodoncillo, la planta esencial para la reproducción de sus orugas.
Según AP, la reducción del algodoncillo se debe a múltiples factores, como la agricultura intensiva, el desarrollo urbano, las sequías y los incendios forestales. Además, de acuerdo con la organización Monarch Joint Venture, el uso de pesticidas ha contaminado muchas de las plantas que aún permanecen, agravando la situación.
Emma Pelton, bióloga de especies en peligro de extinción de la Sociedad Xerces, indicó que no está claro qué provocó una caída tan abrupta en la población de monarcas en tan sólo un año. Sin embargo, señaló que las altas temperaturas registradas en el oeste de EE. UU. durante el verano de 2024 pudieron haber afectado significativamente su reproducción.
Las mariposas monarca son especialmente vulnerables al calor extremo: temperaturas superiores a los 37,7°C (100°F) pueden ralentizar su reproducción, mientras que cualquier temperatura por encima de los 42,2°C (108°F) resulta letal para estos insectos.
El verano de 2024 estuvo marcado por olas de calor sin precedentes en la región. Palm Springs alcanzó un récord de 51,1°C (124°F) el 5 de julio, mientras que el norte de California experimentó otra ola de calor en octubre, con varias ciudades superando sus máximos históricos. Estas condiciones extremas podrían haber sido un factor determinante en la drástica reducción de la población de monarcas.
Cada año, el conteo poblacional de estas mariposas se realiza en sitios clave de hibernación a lo largo de la costa de California, el norte de Baja California y áreas del interior de Arizona y California.
Un futuro incierto, pero con posibilidades de recuperación
A pesar de las cifras alarmantes, Pelton destacó que las monarcas tienen un notable potencial de recuperación. Como ejemplo, recordó que, tras el mínimo histórico de mil 901 mariposas en 2020, la población se disparó a 247.246 ejemplares al año siguiente, un incremento de casi el 13.000%. En 2022, el conteo alcanzó los 335 mil 479 ejemplares, lo que demuestra la capacidad de la especie para repuntar bajo las condiciones adecuadas.
Sin embargo, la caída de 2024 es una señal preocupante. “Es una mala noticia”, afirmó Pelton, aunque aclaró que esto no significa necesariamente la desaparición de las monarcas occidentales. Según la bióloga, este declive debe tomarse como una advertencia sobre la vulnerabilidad de la especie y la urgencia de implementar medidas para su protección.
En respuesta a esta crisis, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos anunció en diciembre de 2024 que está trabajando para incluir a la mariposa monarca en la lista de especies amenazadas.
De ser aprobada, esta medida prohibiría acciones como la eliminación del algodoncillo en terrenos privados y protegería 1.779 hectáreas (4.395 acres) en siete condados costeros de California que sirven como sitios de hibernación para la especie.
El período de comentarios públicos sobre la propuesta estará abierto hasta marzo de 2025, y la agencia tiene hasta diciembre de ese año para decidir si la mariposa monarca será oficialmente catalogada como especie amenazada.
Además, el bufete de abogados especializado en derecho ambiental Earthjustice ha presentado una solicitud a la Agencia de Protección Ambiental para exigir pruebas sobre los efectos de los pesticidas en insectos como abejas, polillas y mariposas, con el objetivo de mitigar el impacto de estas sustancias en la biodiversidad.