En el corazón del Matorral chileno, una región característica de Chile central, habita un pequeño roedor que ha captado la atención de los científicos por sus comportamientos únicos y su compleja vida social.
Conocido como degu común (Octodon degus), este animal no solo destaca por su apariencia, similar a un hámster de gran tamaño, sino también por sus extraordinarias estrategias de comunicación y supervivencia.
Los degus comunes, roedores de entre 25 y 31 centímetros, habitan en comunidades subterráneas y han desarrollado métodos innovadores para interactuar y protegerse, siendo la orina un elemento central en su comportamiento.
La importancia de la orina en la vida de los degus
Uno de los aspectos más destacados de estos roedores es la función crucial que desempeña su orina en su vida cotidiana. Según un artículo de la revista científica Live Science, estos animales emplean la orina de maneras poco convencionales, como para marcar sus territorios y senderos comunales.
“Los degús pueden usar su visión ultravioleta para distinguir entre marcas de orina frescas y viejas, lo que les ayuda a localizar dónde han estado otros y dónde se está produciendo actividad social”, menciona la publicación.
La revista explicó que la orina fresca refleja la luz UV con mayor intensidad que la orina más antigua, lo que facilita a los animales la distinción entre marcas recientes y antiguas.
Este mecanismo no solo les ayuda a orientarse en su entorno, sino que también refuerza los lazos sociales dentro de sus grupos. Adicionalmente, los degus utilizan la orina para bañarse, enrollándose en arena impregnada con este líquido, lo cual podría tener fines tanto higiénicos como sociales.
En cuanto a su ciclo de vida, son animales diurnos, a diferencia de otros roedores pequeños, como los hámsters o chinchillas, que suelen ser nocturnos.
Durante el día, estos roedores exploran su hábitat y se alimentan de hierbas, semillas y cortezas. Un dato curioso sobre su dieta es que, en ocasiones, practican la coprofagia, es decir, consumen sus propios excrementos, lo cual les permite maximizar la absorción de nutrientes de su comida.
Estrategias de supervivencia y comunicación
Estos roedores también han desarrollado tácticas ingeniosas para escapar de los depredadores. Según Live Science, estos roedores pueden desprenderse de sus colas en una acción conocida como “desprendimiento caudal” o “degloving”.
Este mecanismo les permite distraer a sus atacantes y ganar tiempo para huir. Sin embargo, este recurso es limitado, ya que la cola no vuelve a crecer, lo que convierte esta estrategia en una medida de último recurso.
En cuanto a la comunicación, estos animales son altamente sociables que emplean una amplia gama de sonidos para interactuar entre sí, ya que pueden emitir hasta 15 tipos diferentes de vocalizaciones, que varían según el contexto.
“Hacen castañear los dientes cuando están frustrados, chilla cuando están asustados y emiten sonidos agudos como trinos y ladridos cuando están emocionados”, menciona la revista.
Las madres degus, por su parte, tienen llamadas específicas para sus crías durante la lactancia, lo que refuerza el vínculo maternal y estimula la alimentación.
Los degus comunes viven en complejas madrigueras subterráneas, que comparten con hasta 10 individuos. Estas estructuras no solo proporcionan refugio frente a los depredadores, sino que también facilitan la interacción social y la cooperación entre los miembros del grupo.
Aunque este animal tiene fascinantes características es común que las personas no se interesen en él porque las personas tienen aversión hacia los roedores, especialmente a las ratas, según la plataforma especializada en animales, Ladera Sur.
Este roedor fue llevado al extranjero en los años 70 para su investigación y hoy en día se encuentra en tiendas de mascotas, además de ganar relavancia en la ciencia.
Se destancan en campos como la fisiología, neurobiología (especialmente en estudios sobre enfermedades humanas como el Alzheimer), genética, cognición y análisis evolutivos de la conducta social.
El degu es la especie nativa de Chile con más estudios científicos acumulados hasta el momento, lo que ha llevado a diversos investigadores a proponerlo como “especie modelo”, según Luis Ebensperger, profesor titular en la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Católica.
A pesar de su prominencia en el ámbito científico, el degu sigue siendo poco conocido y valorado popularmente en Chile, probablemente debido a la confusión con otros roedores exóticos como las ratas, aunque, en realidad, estos roedores son “parientes” bastante distantes.