Ágil, pequeño y con un pelaje que varía según la estación, el armiño se ha convertido en un fenómeno viral de la era digital.
Esta cautivadora criatura, que alguna vez fue símbolo de lujo y exclusividad en la moda, ahora conquista corazones en las redes sociales gracias a su singular personalidad y apariencia entrañable.
Actualmente, el armiño ha dejado atrás su papel como prenda de prestigio para ocupar un nuevo lugar como estrella carismática en videos y fotografías que atraen a millones de personas en todo el mundo.
Un ícono de la moda
Al igual que la piel de muchos animales, el pelaje blanco con manchas negras del armiño ha sido sinónimo de poder y prestigio a lo largo de la historia, incluso hasta nuestros días, de acuerdo con un artículo publicado por National Geographic.
Un ejemplo de esto fue en 2023, cuando en su ceremonia de coronación, Carlos III optó por vestir túnicas de armiño que pertenecieron a su abuelo, Jorge VI, confeccionadas por el sastre londinense Ede and Ravenscroft, el más antiguo de la ciudad y proveedor oficial de la Casa de Windsor.
De acuerdo con la historiadora del arte Jacqueline Musacchio, de la Universidad de Wellesley, el armiño ha sido un emblema de dignidad y autoridad desde tiempos anteriores a la Edad Media.
Su uso en la vestimenta de monarcas y aristócratas europeos no solo respondía a su rareza, sino también a su elevado costo, ya que estas pieles requerían ser cazadas en regiones remotas de Europa y Asia.
Además, debido al pequeño tamaño de los animales, se necesitaban numerosas pieles para confeccionar una sola prenda, lo que incrementaba aún más su exclusividad. Según Musacchio, esta combinación de escasez y lujo consolidó su asociación con la realeza.
Además de un lujo, el armiño también adquirió un significado simbólico en el arte y cultura del Renacimiento. Según National Geographic las pieles de armiño y las comadrejas, animales de la misma familia, aparecieron frecuentemente en retratos de mujeres de alto rango.
Musacchio explicó que, en ese contexto, las comadrejas eran vistas como símbolos protectores relacionados con el embarazo y el parto, eventos que en aquella época representaban riesgos significativos para las mujeres.
Un ejemplo destacado de esta simbología es el famoso retrato Dama con armiño, de Leonardo da Vinci, que representa a Cecilia Gallerani, una noble italiana, sosteniendo un armiño de pelaje blanco.
Musacchio señaló que, aunque estos animales no eran adecuados como mascotas debido a su comportamiento agresivo su presencia en el retrato probablemente aludía al embarazo de Gallerani.
Las mujeres de la época, especialmente las de la nobleza, solían recibir cabezas de comadreja de metal como amuletos, que llevaban colgadas de la cintura junto con pieles de armiño. Estos objetos no solo eran símbolos de estatus, sino también talismanes que reflejaban los deseos de las mujeres de sobrevivir al embarazo y al parto, confiando en una intervención divina.
Características de los armiños
Este pequeño mamífero carnívoro se caracteriza por su agilidad y su habilidad para adaptarse a diversos entornos. Según información del Museo de Zoología de la Universidad de Michigan, el armiño tiene una distribución circumpolar, habitando regiones templadas del norte de Eurasia y América del Norte.
En el continente americano, su rango se extiende desde el océano Ártico y el archipiélago canadiense hasta el norte de Estados Unidos, aunque está ausente en las grandes llanuras.
Su hábitat incluye bosques ribereños, marismas, áreas abiertas cercanas a bosques y bordes de arbustos. Aunque su actividad es principalmente terrestre, puede trepar árboles y nadar con destreza.
Las madrigueras de este animal suelen estar a unos 30 centímetros bajo tierra y se ubican en raíces de árboles, troncos huecos, muros de piedra o madrigueras abandonadas de roedores. Sus hogares están revestidos con vegetación seca y restos de presas, como piel y plumas. Además, incluyen cavidades laterales destinadas a almacenar alimentos y como letrinas.
El armiño tiene un cuerpo alargado y patas cortas, con una longitud total de entre 17 y 33 centímetros, de los cuales su cola representa alrededor del 35%. Una fascinante característica es su pelaje, que cambia según la estación: en invierno es completamente blanco con la punta de la cola negra, mientras que en verano presenta un dorso marrón chocolate y un vientre amarillo blanquecino.
Este mamífero es solitario y territorial. Los machos dominan a las hembras y a los jóvenes, y sus territorios suelen abarcar entre 10 y 20 hectáreas, el doble de los de las hembras. Estos territorios son marcados con señales olfativas.
Mientras que las hembras suelen permanecer en su lugar de origen, los machos se dispersan en busca de nuevos territorios. Durante la noche, pueden recorrer hasta 15 kilómetros en busca de alimento, moviéndose en zigzag y realizando saltos de hasta 50 centímetros.
Como carnívoro, el armiño se especializa en cazar pequeños vertebrados de sangre caliente, como roedores y liebres. En su ausencia, también consume aves, huevos, anfibios, peces e insectos.
En condiciones extremas, puede cazar bajo la nieve y sobrevivir alimentándose únicamente de pequeños roedores, como lemmings. Para cubrir sus altas demandas energéticas, necesita alimentarse a diario y suele almacenar restos de sus presas.
Su técnica de caza es rápida y precisa, atacando a su presa con mordidas en la base del cráneo mientras envuelve su cuerpo alrededor de ella. A pesar de su pequeño tamaño, es un depredador eficaz, aunque enfrenta amenazas de animales más grandes como zorros, martas, tejones, aves rapaces e incluso gatos domésticos.
La población de armiños se considera estable y, según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), está catalogada como de “preocupación menor”.