“Cuando la conocí me enamoré”, la conmovedora historia de Duck, una gata de dos patas

Duck no es una gata como cualquier otra. A pesar de haber sufrido un accidente devastador cuando era solo una cría, su espíritu indomable y carácter encantador le han permitido conquistar los corazones de todos los que la conocen.

Su historia, llena de superación y ternura, demuestra que las diferencias no son un obstáculo cuando se trata de amor y resiliencia. Desde el momento en que su dueño Cody la vio por primera vez, supo que había algo especial en ella.

Fue entonces cuando nació un vínculo extraordinario que los llevaría por un camino de adaptación, aprendizaje y una conexión profunda. Hoy, Duck no solo se desplaza con agilidad sobre sus dos patas, sino que también disfruta de una familia que la ama y la acepta tal como es.

La historia de Duck fue compartida a través de las redes sociales de la gata, quien cuenta con una amplia red de seguidores en Instagram con 542 mil y 1.5 millones en Tik Tok.

Una persona encontró a una gata de pelaje atigrado terriblemente lastimada y la llevó a la clínica veterinaria de la hermana de Cody, el futuro dueño de la gata. Las heridas eran tan graves que para salvarle la vida fue necesario amputarle ambas patas delanteras.

Tanto Cody como su hermana creyeron que el origen de su lesión se debió un accidente en el que sus patas quedaron atrapadas en algún lugar. A pesar de la gravedad de su situación, Duck demostró una notable fortaleza al sobrevivir.

“Cuando la conocí me enamoré de ella inmediatamente. La llamé ‘Duck’ (pato) por su forma un poco torpe de andar”, mencionó Cody en una entrevista con The Dodo en 2020.

Tras su operación, Duck comenzó un proceso de adaptación que sorprendió a todos por su rapidez. “Al principio, se movía despacio, tambaleándose mientras trataba de encontrar su equilibrio. Intentaba mantenerse de pie y lo logró bastante bien. Fue cuestión de tiempo para que aprendiera a moverse, explorar diferentes superficies y comenzar a saltar y correr por todos lados”, recordó Cody.

Meses después, la gata se desplazaba con increíble velocidad por la casa, al punto que Cody la comparó con Usain Bolt. “Es una locura, siempre está feliz, llena de energía, juguetona y metiéndose en todo”.

Duck tiene una personalidad encantadora y curiosa. Una de sus actividades favoritas es jugar con una bolsa: Cody coloca una en el suelo, la sacude un poco y espera a que la gata corra a morderla con entusiasmo. También disfruta deambular por la casa buscando compañía.

Entre sus mejores amigas está Frenchie, una bulldog negra que llegó al hogar antes que Duck. La perra, que anteriormente era algo excluida por los otros perros de Cody, encontró en Duck una compañera ideal. Ambas son inseparables: juegan juntas, se persiguen por la casa y se cuidan mutuamente.

Debido a su amputación, Duck no puede limpiarse completamente, así que Frenchie se encarga de lamer su rostro para asegurarse de que esté limpia. Duck, a su vez, hace lo mismo por Frenchie, formando un vínculo entrañable.

El hogar de Cody es un espacio lleno de vida y amor por los animales. Además de Duck y Frenchie, también vive Goose, un gato rescatado que no tiene un ojo con quien la gata ha desarrollado una relación cercana y suelen compartir tiernos momentos que Cody documenta y comparte en redes sociales.

Por si fuera poco, Cody también cuida de una ardilla que llegó a su hogar cuando era una bebé y, de manera regular, ofrece su casa como refugio temporal para animales en situación de calle o rescatados.

Los seguidores de Duck en redes sociales no dejan de expresar su admiración y gratitud hacia Cody. Comentarios como “Ella es tan linda, gracias por adoptarla”, “Le cambiaste la vida a Duck, muchas gracias” y “Estoy tan feliz de que la preciosa Duck tenga una familia amorosa”. Duck, con su espíritu alegre y resiliente, se ha convertido en un símbolo de esperanza y amor para todos los que la conocen.