Científicos descubren nueva especie de escorpión colombiano que rocía veneno

En el corazón de la selva tropical, los científicos descubrieron un arácnido que combina dos mecanismos de defensa química, una estrategia excepcionalmente rara

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Una de las características que
Una de las características que sorprendió a los especialistas fue su capacidad de inyectar y pulverizar veneno (Wikimedia/LeFanDesBugs)

Un equipo de científicos ha descubierto una nueva especie de escorpión en Colombia que posee una característica extraordinaria: la capacidad de rociar veneno como mecanismo de defensa.

Este hallazgo representa una oportunidad única para explorar más a fondo las complejas adaptaciones evolutivas de estos arácnidos frente a los desafíos de su entorno.

Además de enriquecer el conocimiento sobre la biodiversidad de esta región colombiana, el descubrimiento plantea interrogantes sobre la evolución de los mecanismos de defensa en los escorpiones y su interacción con los depredadores.

Un extraño mecanismo de defensa

La técnica de defensa de
La técnica de defensa de este animal está diseñada para lastimar ojos y fosas nasales de los depredadores (Archivo Infobae)

El escorpión sudamericano, identificado como Tityus achilles, ha demostrado la capacidad de rociar veneno, un comportamiento que hasta ahora solo se había documentado en dos géneros de escorpiones de América del Norte y África.

Este hallazgo fue publicado el 17 de diciembre de 2024 en el Zoological Journal of the Linnean Society por el investigador Léo Laborieux, quien realizó el estudio mientras cursaba su maestría en la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich.

El escorpión fue descubierto en el departamento de Cundinamarca, en la región montañosa de la selva tropical de Magdalena, en Colombia.

Según detalló la revista científica Live Science, la mayoría de los escorpiones utilizan su veneno principalmente para inyectarlo a través de su aguijón, una estructura puntiaguda ubicada en el telson (donde se ubican las glándulas del veneno) pero no suelen emplear la pulverización como método de defensa.

Este comportamiento inusual representa una estrategia evolutiva única en el contexto de las más de 2 mil 500 especies de escorpiones conocidas.

El investigador Laborieux explicó que esta estrategia conlleva un alto costo energético para el escorpión, lo que podría explicar por qué este comportamiento es tan raro.

“Es probable que exista una presión selectiva muy intensa que haga que la conducta sea más ventajosa que desventajosa. Tiene que haber algo en juego con los depredadores en el entorno”, afirmó Laborieux en declaraciones recogidas por Live Science.

Este tipo de defensa, que también se observa en otros animales como las cobras escupidoras, utiliza toxinas conocidas como toxungens, las cuales pueden ser rociadas, untadas o transmitidas de manera pasiva.

Sin embargo, lo que hace único a Tityus achilles es que combina dos capacidades: puede inyectar veneno a través de su aguijón y también rociarlo. Esto le permite adaptarse a diferentes situaciones de peligro, aunque cada método tiene sus ventajas y desventajas.

La inyección directa del veneno asegura que este llegue al objetivo con precisión, pero implica un riesgo físico, ya que el escorpión debe entrar en contacto con su atacante.

Por otro lado, la pulverización reduce el riesgo de contacto directo, pero es menos específica y sus efectos son menos severos. Sin embargo, un ataque de veneno puede ser suficiente para disuadir a los depredadores y permitir que el arácnido escape.

El ángulo de pulverización observado en el escorpión sugiere que esta técnica está diseñada para atacar áreas sensibles como los ojos y las fosas nasales de los depredadores, que probablemente sean vertebrados.

Según explicó Laborieux, las toxinas deben alcanzar tejidos sensibles para ser efectivas, lo que hace improbable que esta estrategia funcione contra otros invertebrados, cuyo exoesqueleto ofrece una barrera protectora.

Para estudiar este comportamiento, el investigador sometió a 10 escorpiones jóvenes a pruebas en las que utilizó una pajilla para simular una amenaza. Durante los experimentos, registró 46 eyecciones de veneno, que alcanzaron una distancia máxima de 36 centímetros (14 pulgadas).

Los escorpiones reaccionaron de diferentes maneras: algunos expulsaron pequeñas gotas de veneno, mientras que otros emitieron chorros sostenidos.

La composición del veneno y su uso estratégico

El descubrimiento de esta especie
El descubrimiento de esta especie expande los conocimientos sobre la evolución de estos animales (Archivo Infobae)

El análisis del veneno de Tityus achilles reveló que la mayoría de las eyecciones consistían en preveneno, un líquido tóxico menos potente que el veneno verdadero. Este es transparente y se expulsa antes del veneno más poderoso, que tiene un tinte lechoso y está compuesto por péptidos y proteínas de mayor peso molecular.

Según el investigador, la producción de este veneno más complejo es mucho más costosa para el organismo, lo que explica por qué el escorpión opta por utilizar primero el preveneno como una medida defensiva más conservadora.

“El veneno en sí suele estar compuesto de péptidos y proteínas de mayor peso molecular que son mucho más grandes y, por esa razón, mucho más caras de producir”, explicó Laborieux a la revista.

Esta estrategia permite al escorpión conservar sus recursos para enfrentarse a futuros depredadores o para cazar presas, maximizando así sus posibilidades de sobrevivir en un entorno hostil.

Este hallazgo no solo amplía el conocimiento sobre los escorpiones, sino que también plantea nuevas preguntas sobre la evolución de los mecanismos de defensa en los arácnidos, además de destacar la importancia de estudiar la biodiversidad en regiones como la selva tropical de Magdalena.

Con este estudio, Laborieux ha puesto de manifiesto cómo las presiones ambientales pueden moldear comportamientos únicos en los animales, ofreciendo una visión más profunda de las complejas interacciones entre depredadores y presas en los ecosistemas tropicales.

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