Un estudio reciente, realizado por científicos de diversas instituciones como Ripley’s Aquariums y las universidades de Delaware, Daemen y Estatal de Carolina del Norte, analizó las heridas de apareamiento en tiburones tigre de arena para entender su comportamiento reproductivo.
Estas heridas, que se producen porque el proceso de apareamiento puede ser complicado y, a veces, agresivo, permitieron a los investigadores entender mejor el comportamiento de estos animales.
Gracias a este análisis, los expertos pudieron determinar en qué momento del año ocurre el apareamiento de los tiburones y cómo se desarrolla, algo que antes era difícil de estudiar porque es raro observar este proceso directamente en la naturaleza.
Un extraño ritual
El apareamiento de los tiburones es un proceso complejo y violento. Durante el acto, los machos sujetan a las hembras con sus dientes para mantenerlas en posición, lo que deja marcas visibles en sus cuerpos.
En algunos casos, las hembras también responden mordiendo a los machos, según detalla el estudio publicado el 4 de diciembre en la revista Environmental Biology of Fishes. Estas heridas, aunque parecen severas, sanan con rapidez, lo que ha permitido a los científicos establecer un sistema para evaluar su gravedad y su proceso de curación.
El equipo de investigación, liderado por Jennifer Wyffels, investigadora de Ripley’s Aquariums y la Universidad de Delaware, desarrolló una escala para clasificar las heridas de apareamiento en cuatro etapas. Esta escala va desde heridas frescas (etapa 1) hasta cicatrices en proceso de formación (etapa 4).
Según explicó Wyffels a la revista científica, Live Science, las observaciones directas del apareamiento de tiburones y rayas son extremadamente raras, por lo que las heridas se utilizan como evidencia indirecta del comportamiento reproductivo.
Para validar esta escala, los investigadores observaron tiburones tigre de arena en un acuario, donde presenciaron un apareamiento que dejó heridas profundas en una hembra.
Una de estas lesiones expuso el músculo subyacente, pero, sorprendentemente, sanó en tan solo 22 días, y la cicatrización completa ocurrió en 85 días. Este hallazgo confirmó la capacidad de los tiburones para sanar rápidamente, incluso de heridas graves.
Con la escala de heridas establecida, el equipo aplicó este sistema a un extenso archivo fotográfico de tiburones tigre de arena recopilado por el proyecto Spot A Shark U.S.A., que invita a ciudadanos científicos a enviar imágenes de estos animales capturadas en la costa del Atlántico Noroeste. En total, se analizaron 2.876 fotografías de 686 tiburones tomadas entre 2005 y 2020 en las aguas de Carolina del Norte.
Los resultados del análisis revelaron que el apareamiento de los tiburones tigre de arena en esta región comienza a finales de mayo, cuando se detecta un aumento en las heridas frescas (etapa 1).
La actividad reproductiva alcanza su punto máximo en julio, momento en el que las heridas frescas disminuyen, lo que sugiere que el apareamiento se vuelve menos frecuente o menos agresivo. Para mediados o finales del verano, las heridas en etapas 1 y 2 prácticamente desaparecen, lo que indica el fin de la temporada de apareamiento.
El estudio también destacó que muchas hembras permanecen en la región después de la temporada de apareamiento. Las fotografías tomadas a finales del verano mostraron que estas hembras presentaban heridas en etapas avanzadas de curación (etapas 3 y 4), lo que sugiere que Carolina del Norte no solo es un lugar de apareamiento, sino también un hábitat de gestación para las hembras embarazadas.
Este descubrimiento tiene implicaciones importantes para la conservación de los tiburones tigre de arena, una especie catalogada como críticamente amenazada. Identificar áreas clave para su reproducción y gestación puede ayudar a implementar medidas de protección más efectivas en estas zonas.
La capacidad de curación de los tiburones
El estudio también confirmó lo que durante mucho tiempo se había sospechado: los tiburones poseen una capacidad de curación excepcional. Aunque existen informes anecdóticos sobre su habilidad para recuperarse de lesiones graves sin dejar cicatrices significativas, las observaciones científicas han sido escasas.
“Aunque ha habido muchos informes anecdóticos sobre la rápida tasa de curación de los tiburones, pocos estudios pueden seguir las heridas longitudinalmente y , en cambio, inferir una curación rápida a partir de observaciones oportunistas”, menciona la investigación.
En este caso, las heridas profundas observadas en el acuario sanaron en un tiempo notablemente corto, lo que subraya la resiliencia biológica de estos animales.
“Al combinar observaciones de la curación de heridas en tiburones tigre de arena en acuarios y en la naturaleza, pudimos describir las etapas de las heridas y establecer una línea de tiempo para su curación”, explicó Wyffels. Según la investigadora, esta información fue clave para inferir la temporada de apareamiento de los tiburones en estado salvaje.