Un gorila de tan sólo cinco meses, víctima del tráfico ilegal de animales, ha encontrado refugio en el Zoológico de Polonezkoy, en Estambul, tras ser descubierto en la bodega de un avión.
Según informó la agencia Associated Press (AP), el primate fue hallado dentro de una caja durante un vuelo de Turkish Airlines que cubría la ruta entre Nigeria y Tailandia el mes pasado.
Rescatado en condiciones precarias, este primate ahora recibe atención especializada en un centro de rehabilitación, donde su progreso es seguido de cerca por organizaciones internacionales, en un esfuerzo conjunto por garantizar un futuro seguro para él.
Las autoridades turcas ahora evalúan la posibilidad de devolverlo a su hábitat natural en África central, en un entorno que garantice su seguridad.
El recuperación de un animal rescatado
El gorila, que ha sido bautizado como Zeytin (Olive, en inglés) tras un concurso público, ha mostrado avances significativos en su recuperación. Según detalló AP, el animal ha ganado peso y ha comenzado a superar el trauma de su traslado ilegal.
El veterinario Gulfem Esmen, encargado de su cuidado, explicó que al principio el primate era extremadamente tímido y permanecía inmóvil en los lugares donde lo dejaban. Sin embargo, en las últimas semanas, su comportamiento ha cambiado: “Ahora ya no es tan tímido. Ni siquiera se preocupa mucho por nosotros. Juega solo”, afirmó Esmen.
El director regional de Conservación Natural y Parques Nacionales de Estambul, Fahrettin Ulu, destacó la importancia de garantizar un entorno seguro para el gorila en caso de que sea devuelto a su tierra natal.
“Por supuesto, lo que queremos y deseamos es que el bebé gorila continúe su vida en su tierra natal”, declaró Ulu, según consignó AP. Sin embargo, subrayó que la prioridad es asegurar que el lugar al que sea trasladado cuente con las condiciones necesarias para su bienestar y protección.
Un problema creciente en Estambul
El caso de Zeytin no es un hecho aislado. Según reportó AP, el tráfico ilegal de animales ha aumentado en los últimos años, especialmente en ciudades como Estambul, que se han convertido en importantes centros de conexión aérea entre continentes.
Este fenómeno ha llevado a las autoridades aduaneras a intensificar los controles en los aeropuertos de la ciudad.
En octubre del año pasado, las autoridades interceptaron un cargamento de animales exóticos en el aeropuerto Sabiha Gokcen. En el equipaje de un pasajero egipcio se encontraron 17 crías de cocodrilo del Nilo y 10 lagartos varanos, especies que también son objeto de comercio ilegal.
Estos incidentes reflejan la magnitud del problema y la necesidad de reforzar las medidas para combatir el tráfico de fauna silvestre, que en muchas ocasiones se encuentra en situación crítica.
Tal es el caso de las especies de gorila occidental y oriental, que están clasificadas como en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Estas especies habitan en los bosques y montañas remotos de África central, donde enfrentan amenazas como la caza furtiva, la pérdida de hábitat y el tráfico ilegal.
El rescate del gorila representa un pequeño triunfo en la lucha contra el comercio ilegal de animales, pero también evidencia la necesidad de tomar medidas más contundentes para proteger a estas especies.
Según destacó AP, el bienestar del gorila dependerá de las decisiones que se tomen en las próximas semanas, tanto en términos de su cuidado inmediato como de su posible reintegración en un entorno natural seguro.
Este caso no sólo es un recordatorio de los desafíos que enfrentan las especies en peligro, sino también de la responsabilidad compartida de las autoridades, las organizaciones internacionales y la sociedad en general para combatir el tráfico ilegal de fauna y preservar la biodiversidad global.