K9 Dingo, la emotiva historia del perro policía que murió en medio de una misión

Dingo, un pastor belga Malinois de siete años, dejó una huella imborrable en el Departamento de Policía Unificado del Gran Salt Lake, donde no solo era considerado un agente clave, sino también un miembro querido de la familia policial.

Con su dedicación y habilidades excepcionales, el can se ganó un lugar especial en el corazón de sus compañeros y de la comunidad a la que sirvió.

A lo largo de los años, este extraordinario K9 fue parte de numerosas operaciones cruciales, desde rastreos de narcóticos hasta rescates y manejo de situaciones de alto riesgo; pero en julio de 2017, sin imaginarlo, se embarcó en la que sería su última misión.

Dingo, que no sólo era un experto en la detección de narcóticos, búsqueda de edificios y áreas, detección de evidencias, participaba en despliegues tácticos como parte del equipo SWAT.

Esta división está altamente entrenado para realizar operaciones tácticas en situaciones de alto riesgo. Su objetivo principal es proteger tanto a los oficiales como al público, buscando salvar vidas, de acuerdo con la página del departamento de Policía de Salt Lake.

En julio de 2017, el perro se encontraba en una operación para detener a un peligroso prófugo en libertad condicional, buscado por delitos graves como robo, hurto y agresión agravada.

El operativo se intensificó cuando el sospechoso, al percatarse de la presencia policial, decidió huir a pie, desencadenando una persecución que puso a prueba las habilidades de Dingo. Sin dudarlo, el valiente pastor belga fue desplegado para interceptar al fugitivo y evitar que escapara.

Durante el enfrentamiento, el animal demostró una vez más su entrenamiento excepcional y su inquebrantable compromiso con la misión. Sin embargo, en medio de la lucha cuerpo a cuerpo con el sospechoso, sufrió heridas fatales que terminaron con su vida.

A lo largo de sus cinco años de servicio, Dingo fue premiado por establecer un récord en arrestos y aprehensiones por delitos graves dentro del departamento. Además, acudió en ayuda de su manejador, Chad Reyes en numerosas ocasiones, demostrando la lealtad que le tenía.

A pesar de su impresionante trayectoria profesional, en casa era un miembro más de la familia de Reyes, disfrutando de la compañía de sus seres queridos.

En la página de Facebook del departamento de policía compartieron fotografías del can, mostrando respeto y condolencias al miembro del equipo, donde Reyes le dedicó unas palabras de cariño.

“Te he extrañado todos los días que no estás, Grande… Gracias por la amistad, el amor y los recuerdos; y sobre todo por enviarme a casa con nuestra familia”, menciona el post.

“Nunca serás olvidado y estoy agradecido todos los días por la vida que me aseguraste que pudiera seguir viviendo. Te amo, amigo mío”, agrega. Varias personas expresaron su agradecimiento hacia la labor del can, además de lamentar su muerte.

“Gran respeto y gratitud por K9 Dingo. Epítome de un verdadero héroe. Nuestro más sentido pésame para el sargento Reyes, familia y amigos”, “Gracias por siempre, eres mi héroe”, fueron algunas de las palabras que compartieron en los comentarios de la publicación.

Un perro policía, también conocido como K-9 es un perro entrenado específicamente para ayudar a las fuerzas de seguridad, para que un can pueda formar parte de la policía debe superar un entrenamiento básico de obediencia, de acuerdo con la Fundación Nacional de Perros Policía de Estados Unidos.

“Las razas más comunes en este rol son los pastores alemanes y los belgas Malinois, aunque también se emplean otras razas por sus talentos específicos. Por ejemplo, los Basset Hounds, Bloodhounds y Labrador Retrievers son conocidos por sus habilidades de rastreo y detección”, menciona la fundación.

Pueden ser muy útiles para proteger a los oficiales, capturar sospechosos, revisar áreas, encontrar narcóticos o explosivos, rastreo de personas desaparecidas o localización de cadáveres.