
Hace aproximadamente 252 millones de años, los reptiles habitaron los mares prehistóricos luego de que una extinción masiva devastara los ecosistemas marinos. Este fenómeno fue el que dio inicio a la era de los dinosaurios, según informaron catedráticos de la Universidad de Uppsala, Suecia, en un comunicado.
Pocas pruebas existen de este momento en la historia y las que hay se encontraron en Spitsbergen, el noreste de América del Norte y el suroeste de China. Sin embargo, un equipo internacional de científicos descubrió recientemente el que es considerado como el fósil más antiguo de un reptil marino del hemisferio sur.
El vestigio fue encontrado en Nueva Zelanda y, según Benjamin Kear, autor principal del estudio e investigador del Museo de la Evolución de la Universidad de Uppsala, es “más de 40 millones de años más antiguo que los fósiles de sauropterigios más viejos conocidos del hemisferio sur”.
El fósil más antiguo del hemisferio sur

Hace 246 millones de años, según investigadores de la institución, el territorio actualmente conocido como Nueva Zelanda se ubicaba en la costa polar sur del inmenso océano conocido como Panthalassa, mismo que rodeaba al supercontinente Pangea.
El fósil es una vértebra excavada de una roca en el lecho de un arroyo al pie del Monte Harper, en la Isla Sur de Nueva Zelanda y, según los especialistas, aporta información nueva sobre los primeros reptiles marinos que alguna vez habitaron los océanos del hemisferio sur.
Pertenece a un notosaurio, reptil marino de la familia de los sauropterigios, misma de la que forman parte los plesiosaurios de cuello largo.
Según lo informado por científicos de la universidad, el notosaurio es “predecesor lejano” de los plesiosaurios y se tiene la creencia de que alcanzaban los siete metros de largo.
Los vestigios más antiguos de los que se tienen registro datan de hace aproximadamente 248 millones de años. Estos se han encontrado en un “cinturón norte de baja latitud” que se extiende desde el noreste al noroeste de Panthalassa.
Teorías científicas, según los investigadores, sugieren que los gigantescos reptiles marinos pudieron cruzar Panthalassa mediante vías marítimas interiores.
Si bien la vértebra fue encontrada en 1978, recientemente un equipo conformado por científicos de Suecia, Noruega, Nueva Zelanda, Australia y Timor Oriental examinaron este y otros fósiles asociados.
“Utilizando un modelo evolutivo calibrado en el tiempo de las distribuciones globales de los sauropterigios, mostramos que los notosaurios se originaron cerca del ecuador y luego se extendieron rápidamente hacia el norte y sur al mismo tiempo que se restablecían ecosistemas marinos más complejos”, aseguró Kear.
Una ruta probable para los reptiles marinos

Según el investigador a cargo del estudio, cuyos resultados fueron publicados en la revista científica Current Biology, dichos ecosistemas surgieron después de la “cataclísmica extinción masiva” con la que dio inicio la era de los dinosaurios.
Esta época, en palabras de Kear, se destacó por “un calentamiento global extremo” que ayudo a que los reptiles marinos “prosperaran” en el Polo Sur.
“Esto también sugiere que las antiguas regiones polares fueron una ruta probable para sus primeras migraciones globales”, añadió el paleontólogo.
Dichos viajes pudieron ser parecidos a los “épicos viajes transoceánicos” que emprenden especies de ballenas actuales.
Kear no descarta la idea de que existan más fósiles de animales marinos prehistóricos que aguardan a ser descubiertos en diferentes partes de Nueva Zelanda y el hemisferio sur.
“Sin duda, hay más restos fósiles de monstruos marinos extintos hace mucho tiempo esperando a ser descubiertos en Nueva Zelanda y en otras partes del hemisferio sur”, dijo el investigador.
La vértebra está resguardada en la Colección Paleontológica Nacional de GNS Science en Nueva Zelanda, según informaron miembros de la universidad en el comunicado de prensa.
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