El deseo, la tinta más caliente: tres poemas que cuentan la diversidad sexual

“El cuerpo expresivo” incluye poemas de Fernando Noy, Luciana Peker, Gonzalo Heredia, Julián López, Marlene Wayar, Benito Cerati, Tamara Tenenbaum, Dolores Reyes y Juan Solá, entre otros

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Alex Zani en El cuerpo
Alex Zani en El cuerpo expresivo, ciclo de poesía erótica en Casa Brandon (Foto de Rodrigo Dias Cabral)

Un beso de a tres bocas en un patio del conurbano. El calor de un abrazo en una estación de tren. Un grito colectivo en Plaza de Mayo. La cerveza de boca en boca con el chico que te gusta. Una noche que se apaga en un monte. Un velo pausado en el aire. O el abrazo de una amiga cuando afuera todo estalla.

Estas son algunas de las escenas que aparecen en los 57 poemas que forman parte de El cuerpo expresivo, la antología de poesía erótica del ciclo del mismo nombre que organiza el poeta argentino Tomás Litta en Casa Brandon, el mítico centro cultural LGBT+ porteño.

Tomás Litta, poeta creador del
Tomás Litta, poeta creador del ciclo (Foto de Akemi Nino)

“El ciclo surgió a partir de una combinación de cosas: mi corazón roto, el impulso de mis amigas por sacarme adelante y las ganas de explorar en el mundo under-poético donde yo recién estaba entrando”, dice Litta, nacido en la Ciudad de Buenos Aires en 1997.

Para él, no hay un único erotismo ni una sola forma de desear, y El cuerpo expresivo pretende dar cuenta de esa diversidad: “Todo poema habla, potencialmente, del deseo. A través de un poema, el erotismo puede moldearse y adquirir diversas formas. Eso es lo que sucede en este libro: nada es estático ni uniforme. El deseo se sacude, se desdobla, se parte, se transpira, se incorpora, se fuga; vuelve y se textualiza”.

Desde su aparición en 2018, El cuerpo expresivo lleva 17 ediciones y ha recibido a más de 100 poetas y artistas de diversas disciplinas como la música, la literatura y las artes visuales para “indagar y trabajar sobre las representaciones del erotismo en la palabra”, entre los que se encuentran Luciana Peker, Fernando Noy, Walter Lezcano, Gabriela Borrelli Azara, Juan Solá, Silvina Giaganti y Julián López, entre otros.

Fernando Noy en una de
Fernando Noy en una de las ediciones de El cuerpo expresivo

En la contratapa, el poeta y editor Mariano Blatt escribe: “Este libro es un buen plan: es una fiesta no exclusiva a la que cualquiera puede entrar. Es algo íntimo y algo compartido a la vez (…) Es la libertad absoluta de la poesía y la felicidad de encontrar la salvación en la compañía. Es un libro que es un cuerpo que se expresa y que en ese expresarse se encuentra con otros cuerpos que se expresan y se hacen más fuertes”.

Para quienes todavía no tuvieron la oportunidad de asistir a alguna de las ediciones de El cuerpo expresivo, esta antología viene a suplir esa necesidad o, tal vez, a intensificarla. Los 57 poemas que la componen son solo un atisbo de todo lo que sucede en este ciclo de poesía erótica, una forma de espiar por la cerradura que, indudablemente, le darán ganas al lector de abrir la puerta y empaparse de deseo, la tinta más caliente.

Infobae Leamos comparte tres poemas de Gabriela Bejerman, Walter Lezcano y Gabriel Policano Rossi de la antología El cuerpo expresivo:

Jala el silencio, de Gabriela Bejerman

Yo veía el silencio

en la cima del engaño

era un ámbar puntilloso

que lamía de mis manos

Yo nutría con mis sellos

el acero de esa forma

esquilaba los misterios

y leía entre las sombras

Cuando diosas muy desnudas

se arrimaron a su antojo

con fecunda miel de alga

y un anhelo sin abrojos

En la cima del silencio

donde moran abanicos

dejé entrar las strelitzias

que empotraron sus manjares

muy adentro de mi rosa

Fui tocada para siempre

ahora soy jacarandá

gajos, lonjas de pomelo,

y me gimen las entrañas

cuando chupo caramelo

Walter Lezcano

volver es sólo

una palabra

no significa un carajo

ni siquiera el sol

es el mismo

cada mañana

la opresión nos arruina

¿vamos a rendirnos?

estás boca abajo

acerco la cara

te abro las nalgas

paso mi lengua

y agradezco estar vivo.

Gael Policano Rossi

Hasta el límite, todo lo que te imaginé, lo más que pude

diciéndome cosas lindas

al oído, haciéndole cosas lindas

a mi verga, tu gota de chivo que rueda

hasta mi boca y vos y tus cosas para mi

son siempre un manjar

Mistificándote en una deidad

en éxtasis, haciendo comunión

Sos mi religión, así vivo.

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