La Legislatura porteña aprobó ayer -en su última sesión del año- la creación del fuero laboral para la Ciudad de Buenos Aires. Fue por 30 votos a favor y 28 en contra y así avaló un proyecto que presentó el gobierno de Jorge Macri. La iniciativa es para que la CABA tenga su propia justicia del trabajo y que se sume a otros tribunales en el marco de su autonomía.
“OTRA PROMESA DE CAMPAÑA CUMPLIDA: TENEMOS FUERO LABORAL PORTEÑO. Con esta herramienta vamos a poder resolver los conflictos locales más rápidamente, con una Justicia más ágil, eficiente y cercana. Otro gran paso hacia la consolidación de la autonomía de la Ciudad”, celebró en su cuenta de la red social X Gabino Tapia, ministro de Justicia de la ciudad y autor de la iniciativa.
El proyecto había sido anunciado por Macri a comienzos de año en la apertura de sesiones de la Legislatura y enviado en abril. La iniciativa aprobada contempla la creación de 10 juzgados del trabajo de primera instancia, con dos fiscalías y dos defensorías oficiales; una cámara de apelaciones con dos salas con tres jueces cada una de ellas y un fiscal y un defensor de cámara. Y un asesor tutelar de primera instancia y otro de cámara.
El nuevo fuero tratará los temas laborales de aquellas personas y empresas que están radicadas en CABA. “Se determina la competencia material de la Justicia laboral local en toda demanda derivada de un contrato de trabajo celebrado y/o ejecutado en el ámbito de CABA como las demandas de tercerías, trámites de regulación de honorarios judiciales y extrajudiciales y aquellas acciones que hubieran tramitado ante ella y que le hubiere declarado expedita la vía judicial al trabajador”, dice la iniciativa aprobada.
En detalle, los nuevos tribunales podrán tratar nulidades; notificaciones; medidas cautelares y diligencias preliminares; representación procesal; beneficio de gratitud; costas; audiencias; conciliación; proceso ordinario, demanda y contestación; reconvención; excepciones; audiencia preliminar y pruebas; prueba confesional; testigos; peritos; otros medios de prueba; alegatos; ejecución de sentencia; procedimientos abreviados; acción preventiva de daños; recursos; desalojo; y disposiciones transitorias.
“La demora en los tiempos procesales afecta principalmente a los casos de los trabajadores accidentados o con enfermedades profesionales, quienes muchas veces, con el objetivo de buscar soluciones rápidas, deciden resolver sus conflictos acudiendo al sector privado a través de acuerdos que pueden afectar los principios y garantías propias del derecho del trabajo. Con la creación de un Fuero Laboral propio, los procesos judiciales que hoy duran, por ejemplo, cuatro o cinco años, se acortarán a la mitad o menos”, sostuvo el Ministerio de Justicia a través de un comunicado.
Ahora, el Consejo de la Magistratura de la Ciudad y el Ministerio de Justicia tienen un año de plazo para poner en funcionamiento los tribunales.
Si bien hay convenios firmados entre la Nación y el GCBA para que se transfiera la Justicia, eso no se hizo de manera completa. Eso se logró con la justicia penal, donde la Ciudad recibió varios delitos de los tribunales nacionales. En el territorio porteño ya existe la justicia penal, contravencional y de faltas y la justicia en lo contencioso, administrativo y tributaria. Además de contar con su Tribunal Superior de Justicia.
Pero restaba con la justicia laboral. Por eso la Ciudad avanzó con su propia ley sin esperar las transferencias. El fundamento de CABA busca avanzar con su autonomía consagrada en la reforma de la Constitución Nacional de 1994.
Desde la justicia nacional objetan el traspaso y están en contra. señalan que muchas de la decisiones de la justicia del trabajo tienen efecto en todo el país, no solo en la ciudad, por eso su carácter de federal. Y ponen en debate que la Constitución Nacional le de a la ciudad el status de provincia. La Corte Suprema de Justicia de la Nación ya dijo en distintos fallos que el traspaso de la justicia nacional o la de la ciudad se debe completar.