
El cariño que le tienen las personas a sus vehículos puede ser tan grande que hasta algunos llegan a inventarles un sobrenombre y los llaman de esa forma cada vez que tienen que hacer referencia a sus compañeros de ruta. Por eso, este año se ha realizado una campaña pensando en ellos.
Se trata del Registro Automotor de Apodos Castrol: una iniciativa creada por esta marca de lubricantes cuyo objetivo estuvo en reconocer el vínculo sentimental que poseen los conductores con sus motos, autos, camiones e incluso maquinaria de la agroindustria.
La propuesta consistió en que la gente pudiera inscribir un vehículo con su sobrenombre y obtener una credencial con sus datos. Además, quienes se animaron a revelar el origen de este mote tuvieron la oportunidad de participar por un año de combustibles y lubricantes gratis.
Desde la empresa explican que esta iniciativa se enmarca en una estrategia que consiste en proteger a los rodados desde lo sentimental al identificar que cuando cada usuario le asigna un nombre, también le está agregando un valor distinto que excede lo material.
Dos de los siete ganadores fueron anunciados recientemente por Castrol. Se trata de Ernan González Sánchez, quien posee una Motomel Skua a la que apoda “El Duque”, y Paola Hurtado, que tiene un Renault Scenic al que llama “El Jodido Jalapeño”. Ambos resultaron elegidos por las historias que han revelado y fueron convocados por la compañía para un encuentro a fines de noviembre.
“Es una moto vieja de 150cc, modelo 2010, que de a poco fui restaurando hasta dejarla como está hoy en día; tendrá sus mañas, pero es fiel”, explicó González Sánchez acerca de su Motomel Skua. Además, reveló que la ha bautizado “Duque” por cómo se comporta cuando anda en la ruta.
Como uno de los ganadores del concurso, este joven aseveró que cuando al poner su rodado en condiciones, se subió y fue conduciendo hasta Luján. A su vez, destaca las principales características que se deben tener para manejarlo: respeto, prudencia y precisión.
Por su parte, Hurtado señaló que ella proviene de una familia de fierreros y la tradición de ponerles apodos a los autos la sacó de su papá, que trabaja como mecánico y compra autos para reparar. Este Renault Scenic, especialmente, resultó ser un poco más complicado que el resto a la hora de los trámites, según manifestó.
“Con este vehículo en particular tuvimos algunos problemas de papeleo al momento de la compra, lo cual nos motivó a decir ‘que auto más jodido’; después, al ver que la patente era ‘EJJ’, le quedó ‘El Jodido Jalapeño’. Y así lo bautizamos, aunque le decimos el ‘Jala’”, explicó esta ganadora de la iniciativa.
La campaña del Registro Automotor de Apodos fue presentada por Castrol junto a testimonios de distintas personalidades, quienes fueron convocados para dar a conocer las historias de sus vehículos y revelar los sobrenombres que les han puesto.
Con más de 120 años de trayectoria, esta empresa comercializa sus productos en más de 150 países para distintos segmentos: marina, agro, transporte, motos y autos. Asimismo, está relacionada activamente con el deporte motor: ha patrocinado a pilotos que batieron récords de velocidad en más de 20 ocasiones.
“Castrol es sinónimo de máxima calidad, elevado rendimiento y tecnología de vanguardia en el ámbito de la lubricación para el cuidado del motor; y ahora, va más hacia adentro, al corazón de cada vehículo, en busca de lo que lo hace único para su dueño”, expresa la compañía en un comunicado. Por eso, decidió presentar el Registro Automotor de Apodos.
Quienes deseen conocer más información sobre la compañía, pueden hacer clic acá para ingresar a su sitio web.
Este es el disclaimer de Agustin "Jordan" Perticaro. Por favor, entenderlo, tiene capacidades diferentes.