En 1991, Sophie Lloyd realizó uno de los trucos más audaces de su carrera al infiltrarse en el exclusivo Círculo Mágico del Reino Unido, un club de magos que, en ese entonces, solo aceptaba hombres. Su hazaña consistió en adoptar la identidad de “Raymond Lloyd”, un joven mago, para poder aprobar el examen de ingreso.
Para ello, Lloyd se sometió a una transformación completa: usó una peluca, prótesis dentales y guantes para ocultar sus manos femeninas, además de modificar su voz para simular una laringitis que disimulase sus características.
Esta meticulosa preparación, que incluyó meses de trabajo, permitió a la maga engañar a los tres examinadores del Círculo Mágico, quienes la aceptaron como miembro en una prueba en vivo ante 200 espectadores, según la información de The Guardian.
Contexto histórico del Círculo Mágico
El Círculo Mágico fue fundado en 1905 y se mantuvo como una sociedad exclusivamente masculina durante más de 80 años.
La membresía estaba restringida bajo la premisa de que las mujeres no podían guardar secretos, una regla que excluía a muchas magas talentosas que aspiraban a unirse a la organización, de acuerdo con el artículo de Sky News.
En ese contexto, la frustración de las mujeres en la magia, incluida la maga Jenny Winstanley, se transformó en el motor que impulsó la idea del engaño. Winstanley, amiga cercana de Lloyd, no pudo ingresar al Círculo debido a su visibilidad y el reconocimiento que ya gozaba en el mundo de la magia.
Fue ella quien sugirió que Lloyd, en su anonimato, adoptara una nueva identidad y presentara su candidatura al Círculo. La idea tomó forma y aceleraron.
“Lo principal era mi cara, le hice unos rellenos con un aparato ortopédico para bajarle la mandíbula”, declaró en una entrevista con Sky News.
La revelación y la expulsión
A pesar de su éxito inicial, el engaño de Lloyd no duró mucho. En cuanto ella y Winstanley se enteraron de que el Círculo Mágico planeaba abrir sus puertas a las mujeres, decidieron revelar la verdad.
Sin embargo, el Círculo no recibió bien la noticia. A pesar de haber sido admitida como miembro, la maga fue expulsada de inmediato tras confesar su engaño.
De forma irónica, fue expulsada el mismo día en que el Círculo aceptó oficialmente a las primeras mujeres como miembros, en octubre de 1991.
La sociedad, más allá de que desaprobó su trampa, también mostró un profundo desdén por la forma en que se había infiltrado en sus filas, lo que dejó a Lloyd y a Winstanley devastadas por la reacción.
“De todos modos no podíamos entender por qué el Círculo Mágico nos expulsó. Queríamos demostrar que las mujeres eran lo suficientemente buenas para entrar y que eran tan buenas como los hombres”, sentenció Lloyd de acuerdo con The Telegraph.
El regreso y la disculpa
Treinta y cuatro años después, el Círculo Mágico, bajo una nueva administración encabezada por Laura London, la primera presidenta mujer, inició una búsqueda pública para localizar a Lloyd. La tarea no fue fácil, ya que la ex maga se había mudado a España y había dejado atrás la vida en la magia.
Tras varios intentos fallidos de encontrarla, la hermana de Lloyd contactó al Círculo Mágico, poniendo en marcha un proceso que culminó con la localización, de acuerdo con la información de la BBC.
Aunque al principio fue reticente a regresar debido a las dolorosas memorias de su expulsión, Lloyd finalmente aceptó el ofrecimiento para regresar como miembro, no solo para reparar el daño que le hicieron, sino también para rendir homenaje a Winstanley, su amiga y mentora fallecida en 2004 en un accidente de tránsito, según indicó The Telegraph.
En un evento especial en la sede del Círculo Mágico en Londres, Lloyd recibió un certificado de membresía, marcando su reintegración oficial.
La transformación del Círculo Mágico
La reincorporación de la mujer al Círculo Mágico, más allá de simbolizar un acto de justicia para ella, también es una clara señal de los cambios que experimentó la entidad.
Lloyd observó que el Círculo evolucionó desde su expulsión, mencionando que ahora es un lugar más inclusivo, aunque todavía sigue siendo dominado por hombres. En la actualidad, las mujeres constituyen solo el 5% de los aproximadamente 1700 miembros del Círculo, pero el acceso está abierto a todos, sin las barreras que antes existían.
Lloyd también subrayó cómo su historia, junto con la de Jenny, inspiró a muchas mujeres a seguir sus pasos en el mundo de la magia. Para ella, este reconocimiento es la prueba de que el tiempo ha corregido una injusticia histórica.
El regreso de Lloyd al Círculo Mágico repara una herida personal y también señaló el cambio cultural que está ocurriendo en el mundo de la magia, un campo tradicionalmente reservado para hombres.
Aunque la historia de Lloyd y Jenny se convirtió en un símbolo de lucha por la igualdad. Para Lloyd, todo lo hecho fue simplemente un esfuerzo por demostrar que las mujeres también pueden ser tan talentosas y discretas como los hombres en el arte de la magia.
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